Eva fue levantado por Federico, las marcas de las bofetadas en su mejilla eran claramente visibles y el lado izquierdo de su cara empezaba a hincharse.
—Noelia... ¿Qué haces aquí? ¡Debería estar en el programa de tertulias a estas horas!
Noelia se sintió afligida al ver el aspecto de Eva.
—¿Cuántas veces te pegó? —Noelia reprimió su enfado y miró a Eva con angustia.
—Dos veces.
¡PAM!
Noelia alargó la mano y volvió a abofetear al agente de Coco, sin dudarlo y con gran precisión.
—Noelia, ¡qué estás haciendo! —El agente de Coco ya estaba aturdido por el golpe, así que Coco se levantó e intentó detener a Noelia—. ¿Estás loca?
—No —Noelia la miró fríamente.
Si se atrevió a intimidar a mi asistente, ¡debería sufrir el doble!
Luego, vinieron dos bofetadas más.
Sin que la otra parte pudiera defenderse, ya le habían dado cuatro bofetadas fuertes.
Luego, Noelia respiró hondo y preguntó:
—¿Quién más? — Su aura era tan poderosa que nadie se atrevía a luchar contra ella y mucho menos contra los cuatro guardaespaldas.
Eva no dijo nada, pero cuando entraron hace un momento, se vio claramente que habían puesto a Eva de rodillas.
Noelia hizo una señal y los guardaespaldas se juntaron para sujetar al agente de Coco.
—Eva no es sólo mi asistente, es mi amiga y mi familia. Tú la has culpado sin pruebas y la has humillado en público, ¡por supuesto que tendrás que pagar el doble o incluso cien veces más!
Las palabras de Noelia rodearon la sala, sólo ella sabía lo importante que era Eva para ella. En el momento más bajo de su carrera, Eva fue la única que permaneció a su lado, si no hubiera venido a tiempo, habría vivido toda su vida con remordimientos.
La fama no era importante, ¿qué sentido tenía ser famosa si tuviera que dejar a sus seres más queridos? Cientos de premios póstumos no compensarían a la persona que se perdió.
El agente de Coco ya estaba aturdido y entró en pánico, luego esperaba que Coco lo salvara.
Lo fuerte que le había pegado, hizo que se sintiera arrepentido de haberse metido con la agente de Noelia.
—¡Noelia, no seas tan arrogante! —Tan pronto como las palabras de Coco salieron de su boca, recibió una bofetada de parte de Noelia.
La acción fue limpia y nítida.
No sólo pegó al gerente de Coco por su asistente, ¡incluso pegó a mismísima Coco!
—Me temo que no me conoces muy bien, así de arrogante soy.
La cara de Coco quedó completamente sombría porque nunca en su vidad había sido tratada y humillada así.
—¡Tú...! Sabes que me la mandó Sabela, ¿ni siquiera obedeces a tu jefa? ¿Sigues siendo una artista de Olay Entretenimiento?
«¿Piensa presionarme con Olay Entretenimiento?»
—¡Ella no tiene derecho! —Noelia dio dos pasos en dirección a Coco, obligándola a callarse—. Eva es mi asistente contratada de forma privada, no es una empleada de Olay Entretenimiento. Sabela no tiene derecho a ordenarle nada y en cuanto a ti, ¡tienes aún menos derecho a tratarla así!
El corazón de Coco se aceleró y, sabiendo que estaba en un error, insistió:
—¡No me importa, es una asistente que me asignó la directora Sabela de todos modos! Además, me pegaste, ¡tendrás que dejar la industria del entretenimiento! ¡Es mi día para rodar un anuncio para J Internacional, y tú estás loca por venir a causar problemas aquí!
—¿Es así? —Noelia la miro fijamente y esbozó una sonrisa despectiva, luego le dijo a Coco una frase muy aleccionadora—. Pues, ya no.
—¿Qué quieres decir?
—Conseguiré que la firma deje de elegirte como aval y a partir de ahora, ¡cogeré cualquier firma que cojas! ¡Arrebataré cualquier drama que tomes! ¡Puedo asegurártelo! —Noelia no dudó.
Coco frunció el ceño y se sentó.
—Hola, soy Noelia, busco al señor Marc.
La gente empezaron a sudar por las palabras de Noelia, ¡que era tan arrogante de buscar al señor Marc así!
El corazón de Coco se relajó un poco y burlescamente dijo:
—¿Marc hablará contigo? ¡¿Me estás tomando el pelo?!
Pero a veces las cosas podían ser tan inesperadas.
—Hola, soy Marc.
Con una sola frase, todo el mundo se quedó atónito. «¿Respondió realmente Marc? Dios mío, ¡qué clase de respaldo tenía Noelia para dirigirse a Marc tan directamente para que la ayudase!»
—Señor Marc, siento molestarle de esta manera, tengo un pequeño problema, ¿podría pedirle a su asistente que venga?
—¿Es suficiente con él? En realidad, estoy libre... —El tono de Marc era muy suave.
«¿Cuál era su relación?»
—Sí, no es necesario que venga usted, solo es un asunto menor.
En este sentido, Xavier era suficiente para arreglar las cosas y no había necesidad de que Marc viniera en persona.
Entonecs, Marc le dijo a Xavier directamente sin colgar:
—Ve a donde Noelia y, pase lo que pase, ayúdala a arreglar las cosas, cueste lo que cueste.
Noelia no había apagado el altavoz, así que todo el mundo escuchó estas palabras.
Nadie esperaba que las cosas salieran así, la cara de Coco se puso completamente pálida, estaba sentada en estado de shock y sus ojos perdían su brillo.
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