Me había transformado en loba, así podía correr más rápido pero Luke cada ves se acerca a un poco más, con la respiración agitada seguí corriendo y cuando pensé que ya había perdido a Luke una daga de plata atravesó mi pata haciéndome caer al instante, deje salir un aullido de dolor y me transforme en mi forma humana, toque mi pierna y ahí estaba la daga de plata quemando mi piel de forma dolorosa, dejo salir gritos de dolor y entonces ahí está el maldito de Luke.
—¿creíste que escaparias? —dice con una sonrisa sínica.
—¡ahh! —grito con todas mis fuerzas cuando Luke sin ningún pudor quito bruscamente la daga de plata que estaba en mi pierna, me tomo de los hombros y me levanto bruscamente pero no podía caminar, mucho menos correr.
—fui muy bueno contigo Jane pero creo que te gusta que te traten rudo —dice molesto.
Entonces clava sus malditos colmillos cerca de mis muñecas succionando.
—aléjate...para —digo en susurro mientras pierdo la inconsciencia.
~°~
Desperté con dolor en cada parte de mi cuerpo, pero más en un lugar: Mi pierna dolía horrores.
Estaba queriendo sanar pero faltaba mucho para que sanara completamente, abrí bien los ojos y estaba en un calabozo, atada a una cama de madera, genial dije en mi mente, trate de quitarme la cadena que me tenía atada ala maldita cama pero no podía no tenía fuerzas, Luke seguro ya escucho que me desperté y minutos después apareció a mi lado.
—no es buena idea hacer eso —dice en tono de reproche, entonces posa sus labios en los míos y siento repugnancia total al sentir sus labios sobre los míos, trato de girar mi rostro pero el lo sujeta fuertemente, lágrimas tratan de salir de mis ojos, no lo quiero a el, no quiero sus besos, solo quiero a Alex, solo quiero sentir sus labios sobre los míos.
Entonces algo derriba a Luke de mi lado y lo veo lentamente como el cae al suelo bruscamente y fija sus ojos en la persona que lo derribo sin problemas.
—Alex — susurre sorprendida, feliz y triste a la vez.
¿que se supone que debía sentir? Alegría al verlo o odio por haber matado a mi madre, de una cosa estaba segura aún lo odiaba por haber hecho semejante atrocidad, la verdad era que quizás no conocía a Alex y eso me dolía profundamente, pensé que el había sido sincero conmigo, que en realidad me amaba pero aquello no podía ser cierto, el amor es confianza, verdad y Alex no había sido sincero conmigo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Luna Oscura.