Han pasado más de dos semanas desde que mi tía me dio la noticia que tenía cáncer, hace una semana me enteré por casualidad que la panadería no da el mismo rendimiento y si sigue así pronto estará en banca rota, se que el seguro médico que tiene mi tía no abarca todos sus medicamentos ya que será cubierta su hospitalización cuando ya no pueda estar en casa, he ido a dar volantes pero la clientela no aumenta, si no fuera por el señor Strelnikov creo que ya estaría en banca rota la panadería. Doy un suspiro mientras miro las ventanas que dan a la calle pensando en todo lo que pasa, veo al Señor Ivan de nuevo en traje de trabajo, es color negro, con una camisa azul, entra y le sonrió.
- Buenas tardes Isabela, ¿qué tal va el día? -pregunta como cada día que ha venido desde ese día.
- Cómo siempre señor Strelnikov, veo que su día ha sido de junta.
Ríe un poco por mi comentario- Si, esos dos me hacen trabajar de nuevo.
- Si, los jóvenes somos unos malcriados -digo en tono de broma, pero veo que mueve su mano izquierda, como si tuviera un tic y el no tiene, me fijo más en él y lo veo que está palideciendo- Señor Ivan se siente...
No termino de hablar cuando aquel anciano de gran estatura cae de lleno al suelo, el corazón se me paraliza- ¡Dios mío! Señor Ivan -grito del susto y brinco el mostrador apoyando mis manos en él y dejando todo mi pedo sobre mis brazos, al llegar a él Señor Iván reviso sus signos vitales, están muy débiles y a dejado de respirar, así que sacó mi cel y marcó 911, colocó mis manos en su pecho y comienzo a hacer reanimación al corazón.
-911 cual es su emergencia- me responde la operadora.
- Un hombre acaba de recibir un infarto, le estoy reanimando por favor mande una ambulancia a la panadería Rose -si, la panadería tiene nombre de floreria, aunque se lo puso el difunto marido de mi tía, el se casó con ella ya que no tenía familia a quien dejarle el trabajo de su vida, mi tía le tenía gran cariño pero sólo eso. Regresando con el señor Ivan, le doy la dirección de la panadería y no se cuanto tiempo a pasado pero mis brazos comienzan a dolerme, en la Universidad te dicen que hacer pero no te dicen, qué tu cuerpo dolerá al pasar el tiempo mientras haces primeros auxilios en un infarto, siento unas manos en mis brazos y veo que le ponen una mascarilla de oxígeno, por fin habían llegado los paramédicos, me separo para dejarlos trabajar al mismo tiempo que sacó la cartera del señor Ivan.
- Salvenlo por favor- digo entre llanto, no me había dado cuenta que había estado llorando mientras intentaba reanimar su corazón.
- No se preocupe hizo buen trabajo en los que llegamos -me dice un hombre afroamericano que era uno de los paramédicos.
- ¿Es su familiar?
Me quedo sin saber que responder si digo que no, no podré ir con él en la ambulancia, pero no soy su nieta
《nieta》
-soy la novia de su nieto, vino a visitarme ¿podré ir?
- Si, sólo llame a su novio y sus familiares.
Me subo a la ambulancia y llamó a la empresa Lions Corp. Pero al parecer ya no había nadie que respondiera el teléfono, y voy respondiendo las preguntas que me hacen los paramédicos, no sabía mucho de él, pero lo poco que sabía ayudaba, me entregan el celular, veo lo que hacen los paramédicos, muchas cosas sabía que se debían hacer así que si hacían algo mal lo sabría, llegamos al hospital y bajamos de la ambulancia, no me dejan ir más allá de la sala de urgencias y una enfermera me lleva a la sala de espera, me siento en una de las duras sillas que hay y muevo de arriba a bajo mi pie de lo nerviosa y me asuta el tono de mi cel, contestó al ver que es mi tía debe de estar preocupada pues sólo cerré con llave.
- Tía...
- Isabela ¿dónde estas? -pregunta preocupada.
- En el hospital tía.
- ¿Qué te pasó? ¿te saltaron? -pregunta aún más preocupada.
- No tía... yo estoy bien, al señor Ivan le dio un infarto cuando llegó, tía estoy asustada, el estaba inconciente desde que callo al piso -le digo nerviosa.
- Tranquila linda, es un hombre fuerte estará bien, dime donde estas iré para allá.
- Lo se tia... no tía, tu debes de estar cansada yo te llamo si pasa algo -le digo tratando de sonar segura pero me tiembla un poco la voz.
- Esta bien, pero llamame si pasa algo, ¿si? -aunque no lo diga, se que está cansada hoy fue al médico y se está allí casi medio día por lo lejos.
- Si tia, te llamaré en cuanto sepa algo, sólo espero que no tenga contraseña su cel para avisar a su familia.
- Si está bloqueado pide que le llamen a sus familiares.
Le digo que si y me cuelga mi tía, con los dedos tembloroso prendo el cel y al desbloquearlo, casi brinco de la felicidad que no tenía contraseña, busco en sus contactos el nombre de su hijo, ya que el señor Iván es viudo y no se volvió a casar, y marcó. Uno, dos, tres.... los tonos siguen hasta que me manda a buzón de voz, suspuro frustrada y busco el de su nieto pero no lo encuentro.
- Quizá lo tiene con un apodo -digo en voz baja sólo para mi, así que de nuevo marcó a su hijo, siendo mandada de nuevo a buzón de voz, de nuevo marcó hasta que al fin me contesta.
- Papá estoy ocupado -escucho su voz ronca muy agitada, abro mis ojos al pensar mal, y mal es que estuviera en pleno acto sexual.
- Siento mucho interrumpirle pero... su padre sufrió un infarto -escucho sólo silencio, quizá debí decirlo con más tacto.
- Cariño hay que seguir con lo nuestro.. -escucho a una mujer, y sólo puedo imaginarla abrazandolo muy pegajosa, no debería de imaginar esa escena pero no puedo evitarlo, esto me ayuda a dejar los nervios por el Señor Ivan.
- Me das un momento -dice refiriéndose a mi y el sonido es neutralizado, me dejó en silencio para hablar con aquella mujer- ahora si, mira si te encontraste ese teléfono me encargaré de destruirte -dice y se escucha la seriedad a través de la bocina.
- No le miento el fue por las galletas de cada semana y se desplomó en el piso -mi voz se quiebra un poco al recordar ese momento y de nuevo un silencio.
Dicho esto me pongo de pie dándome cuenta que ya era de mañana, sigo al señor William hasta la habitación abre la puerta y al entrar veo al señor Ivan envuelto en cables qué monitorean su corazón, aunque parece estar durmiendo sólo tenía los ojos cerrados.
- Buenos días Señor Strelnikov.
- Buen día Isabela, gracias por salvarme la vida.
Miro a su hijo y luego a el- pero si yo no hice nada del otro mundo....
- Si no fuera por que le diste reanimación a su corazón mi padre no estaría con vida -dice interrumpiendome su hijo.
- Sólo hice lo que era necesario -me acerco al lado de la cama- no me de otro susto así, debe de cuidarse.
- El médico ya se lo dijo hace un tiempo y ahora se lo volvió a decir pero no hace caso.
- De algo he de morir, ahora dime ¿cómo podría pagarte Isabela? pideme lo que quieras.
- ¿Lo que quiera? -digo pensativa- que se cuide y se tome con más calma la carga de su empresa.
- Algo para ti, no para mi.
- ¡Ah!.... Si me consigue un trabajo de 3 horas al día de lunes a viernes estaría bien -digo pero me suelto una pequeña risa.
- Lo tendras -dicen al unísono.
- Era una broma, un chocolate estaría bien.
- Ni hablar trabajaras en la empresa -dice el señor Ivan.
- Eso no, tengo trabajo con mi tía Diana y debo cuidarla y ya le dije que sólo bromeaba, además meteré en problemas a su nieto por hacerme pasar por su novia, así que no señores no trabajaré en Grupo Lion's y es mi ultima palabra.
Trata de chantagearme el señor Ivan con lo de su corazón pero me niego rotundamente a trabajar con ellos, me sentiría avergonzada con William hijo después de todo no lo conozco y me hice pasar por su novia, el señor William debió poner al tanto a su padre porqué no le sorprende cuando dije lo de qué me hice pasar por la novia de su nieto. Salgo de la habitación cuando llega el medico debía ir a casa a dormir las horas que me faltaron de sueño y tranquilizar a mi tía por lo que me despido de ambos señores tan parecidos.
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