Más que un trato romance Capítulo 39

•William•

La mejor noche de mi vida y quizá Mi bella Afrodita piense que después de hacerla mía mi obsesión terminaría pero, yo la amo y anoche cualquier duda desapareció, y no sólo eso no quería parar de hacerle el amor y sólo quería empaparme con su cuerpo era como un adicto que recae y con sólo probar su droga favorita no podía dejar de usarla y quería más la diferencia es que con mi diosa mi vida no corre peligro, pero tuve que parar y sólo hacerlo una sola vez la cual la dejó agotada y aparte de que ella no está bien y me pregunto si fue buena idea hacerle caso, pero quizá está sería mi única oportunidad.

Doy un suspiro mientras miro a mi bella diosa dormir hace unos diez minutos que desperté y no me había cansado de admirados y sobre todo que la tengo abrazandome como pulpo: ya que tiene su pierna sobre mi cadera y su pie metifo entre mis piernas, su brazo derecho en mi costado izquierdo debajo de mi axila, su brazo izquierda está entre nosotros y su delicada mano en su cuello o más bien a esa altura; no me muevo por miedo a despertarla y que me grite que soy un pervertido o peor aún que se arrepiente de lo sucedido. Mientras la miro veo como frunce la nariz da un un suspiro y comienza a abrir los ojos, esos hermosos ojos violeta, no digo nada sólo inspeccionó su reacción pero no hay una sonrisa de una mujer enamorada, sin embargo me conformo con eso por ahora.

- Buenos días Afrodita ¿cómo amaneciste?

- Buenos días William... bien ¿y tú?

- Feliz -muevo mi dedo pulgar en su espalda, siento como se estremece un poco- vamos a darnos una ducha cariño -sin darle tiempo le doy un beso en los labios al inicio no corresponde pero después lo hace, no puedo controlarme y hago apasionado el beso, mi sangre se calienta y la excitación comienza a inundar mi cuerpo haciendo que mi pene se ponga erecto, bajo mi mano hasta sus hermosos glúteos y la acerco más a mi haciendo que mi pene roce su zona íntima y ¡dios! Es glorioso sentirla y comienzo a mover mi cadera para masturbarla, rompo el beso despacio y comienzo a besar su cuello- quiero hacerte el amor por toda la eternidad.

- William -dice mi nombre pero se le sale un excitante gemido que me hace mover más la cadera- necesito bañarme... tienes ¡oh cielos! Trabajar -dijo al final y recordé que tengo que ir a la oficina y también preparar el desayuno.

- Ok vamos al baño pero esta noche no te escapas.

Moví su pierna y me levanté de la cama, en seguida la tome entre mis brazos y nos metí al baño, dentro abrí la regadera y la puse algo tibia, le lave el cabello pero cuando comencé a lavar su cuerpo no pude contenerme y fui acariciando más su cuerpo hasta que no pude más y la cargue recargando su espalda en el cristal de la puerta y Active las otras regaderas que están en la pared, la masturbe un poco para humedecer bien su cavidad esa deliciosa cavidad que envuelve mi pene y lo aparisiona con placer, al terminar de hacer el amor la lleve a su habitación para que se cambiará, yo lo hice en mi habitación y después baje a hacer el desayuno, no fue la gran cosa por el tiempo. Después de desayunar lleve a mi diosa al hospital para que pasará tiempo con Diana, al entrar en la habitación dentro estaban los hermanos de Afrodita y también una de sus primas, al vernos Diana sonrió y su aspecto es cada día más débil aunque ella no pierde su ánimo y sobre todo esa sonrisa que siempre te regala.

- La dejamos a su cargo, Josué ya viene -dijo Jorge, nos saludamos y ellos se van después de despedirse de Diana.

- ¿Cómo se portó ayer? - me pregunta y sonrió.

- Muy bien, aunque aún quisiera hacerle de nuevo unos estudios -le tomo la mano a Diana y se siente fría- vendré por ella a la hora de la comida y después hablaremos usted y yo a solas.

- Me parece bien - Me despedí de ella dándole un beso en la mano y después le di un beso de pico a mi hermosa Afrodita y salí de la habitación. Al estar caminando por el pasillo me topo con Josué y July, los saludo y les hago saber que Afrodita necesitaba hablar a solas con Diana, aunque no me lo indicaron se que es así.

Hoy tengo bastante trabajo y no lo digo sólo por saberlo ya que no me presenté en la oficina ayer si no por la enorme pila de documentos que está sobre el escritorio, pero no me quejo ya que al tener más poder en la empresa contra a tener más trabajo y no me quejo y mucho menos ahora que probé su cuerpo y supe lo que es estar dentro de ella, es tan adictivo que me siento como un adolescente con las hormonas por los cielos.

- Algo bastante bueno debió de suceder para que tengas esa sonrisa - me saca de mis pensamientos la voz de Jona y le sonrió más.

- No sabes lo feliz que estoy, Afrodita al fin bajo sus defensas y me dejó hacerle el amor.

- Creo que si le hizo daño el golpe que recibió.

- Eso pensé ayer y más porque fue ella quien me lo pidió o más bien pidió sexo y no hacerle el amor así que no creo que sea por el golpe.

- Y al fin es amor o sólo...

- Amor o me volví adicto a ella es que no terminó de sacearme de ella.

- Sí que te pego fuerte el amor.

Aunque lo dice en burla yo sonrio porque es verdad el amor me pego fuerte por mi bella diosa- aunque lo digas en broma, estoy realmente enamorado sólo me falta que ella me ame a mi.

- Tendrás que trabajar duró hermano.

- Tienes razón.

Después empezamos a hablar sobre los nuevos proyectos que teníamos en las manos y sobre todo hacer estrategias que nos ayudarán para impulsar más nuestro nombre tanto en la empresa como en el mundo empresarial y sólo por ser los solteros y mujeriegos del mundo empresarial.

Por la tarde tía Sophi se llevo a Jona ya que quería hablar con él de algo importante, al verla nerviosa algo en mi me decía que esto traería un huracán no sólo en la empresa si no en la familia.

•Isabela•

Era raro el a ver amanecido entre los brazos de William, amor no sentía por él pero aún seguía con ni pensamiento de que se le pasaría su encaprichamiento conmigo pero no fue así, tuvimos sexo en la ducha, fue lo más cuidadoso para que no me lastimara la mano.

- Veo que están en mejores términos -dice Diana y no me queda otra que decirle lo que sucede antes de que lleguen mis primos- sólo espero que puedas en verdad enamorarte de William y no sales a ese hombre que de verdad te ama y por favor Isa sede un poco para que puedas amarlo.

- No me pidas tanto tía, poco a poco ¿Si?

- Bueno aunque tener relaciones es más que sólo ir poco a poco.

Tuerso los labios al escucharla- con algo tenía que comenzar y no creo que pudiera iniciar con otra cosa.

- Pero me hace feliz saber que le darás una oportunidad.

Ya no seguimos hablando del tema ya que llegaron mis primos, jugamos un poco un juego de mesa con Diana hasta que se cansó y se quedó dormida, a la una llegó William por mi para comer, no tan malo como imaginé está vez fuimos a casa de Diana donde mamá y ria Ester prepararon mi comida favorita, comí toda mi porción y estuve robando del plato de William, por primera vez estaba disfrutando de su compañía dejando de lado mis prejuicios sobre él.

Al regresar al hospital July se quedó y Josué se fue a comer a la casa, William se fue a la empresa y sólo nos quedamos nosotras tres.

- ¿Entonces la mueve bien o sólo es pura apariencia? -pregunta July sabía que no podría salvarme de esa conversación con ella.

- No sólo sabe usar a su amigo es grande y gordo.

- Puerca atascada, no tienes pudor -dice tratando de sonar santurrona, eso hace reír a Diana y a mi.

- Puerca tu que preguntas.

- Yo sólo pregunte si lo havia bien no detalles de su amigo, que digo amigo amigote por lo que dices -sube y baja las cejas de forma sugerente.

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