William estaba un poco nervioso cuando íbamos al bar donde Jona estaba borracho, me preocupaba Jona ya que el tiempo que he estado trabajando para él nunca lo he visto borracho ni siquiera con resaca, me pregunto cuánto tuvo que beber para terminar borracho.
- Quédate aquí.
- ¡No! iré contigo me pondré nerviosa si me quedo aquí encerrada -dije un poco alterada, William me dio una mirada medio extraña pero aún así me dejó ir con él.
- Bien.
William bajo del auto y me abrió la puerta, al entrar la música era alta pero no tanto como para tener que alzar mucho la voz, seguí a William hasta llegar a la barra donde estaba Jonathan en una esquina tumbado sobre la barra y un vaso de no se si es Whisky o algo más fuerte, por qué si fuera tequila estaría la botella y un tequilero.
- Jona vamos a casa -le hablo William con calma mientras le ponía la mano sobre el hombro- Tía Sophi está preocupada por ti.
- ¿Casa? -pregunto y enseguida se burló -¿Preocupada por mí? Ja.
- Vamos Jona.
Cuando William lo tomo del brazo Jonathan se safo del agarre dando un manotazo- no me toques eres igual a ellos.
- No entiendo que quieres decir Jona, ahora vámonos que ya estás muy tomado.
- Ojalá me muriera de una congestión alcohólica.
- Eres un imbécil al decir eso ahora vámonos - William lo tomo del brazo y Jona intento darle un puñetazo, pero William con gran facilidad lo esquivo, así he le dobló el brazo hacía tras y lo estampó contra la barra- estas demasiado borracho como para darme siquiera un golpe, así que controlate y mañana hablamos.
- No quiero verla, no me lleves con ella.
Pude ver confusión y pena en el rostro de William al escuchar esas palabras de Jona.
- Ok, no te llevaré a la casa Strelnicov ¿estarás bien en tu depa? -Preguntó William con calma y soltando a Jona.
- No quiero ir allí tampoco.... quiero ver a mi hermana llevame a tu depa.
William frumcio el ceño- ¿Cuál hermana? Estas loco tu no tienes hermana.
- Sí, si la tengo....
No me estaba gustando escuchar a Jona, en verdad no sabían ellos o por lo menos antes por lo que dice Jona quizá su madre le dijo hoy ese secreto.
- ¿William?...
- ¿La trajiste? ¿por qué la trajiste? ¿no sabes lo peligrosos que son estos lugares? -Jona bombardeo con preguntas a William y este otro lo empezó a guiar para que caminara a la salida.
- Le dije que se quedara en el auto pero no quiso por qué estaba preocupada por ti.
- No debiste dejarla.... además ella no me gusta y no debe fijarse en mi... jamás debió hacerlo -aun dolian sus palabras pero tenía razón pero yo fui quien malinterpretó el sentimiento que sentía hacía él.
- ¿Qué demonios te sucede Jona?
- Mi vida apesta Will...
William lo ayudo a entrar a la parte trasera del auto y me miro al cerrar la puerta- Esta borracho no lo tomes en cuenta -me abre la puerta del copiloto y entró.
De camino al depa de William Jona se la paso murmurando cosas que no alcanzaba a escuchar, en un semáforo en rojo William tomo mi mano y le dio un beso y se escucho un queja de Jona.
- Deja de coquetear con ella.
William lo ignoro y cuando el semáforo cambio a verde soltó mi mano, aunque no es estándar el auto al parecer a William se le hace inseguro conducir con una sola mano, me imagino que ah de ser por el accidente que tuvieron. Llegamos al estacionamiento del edificio donde está el apartamento de William, por primera vez me dejó bajar del auto sin que me abriera la puerta ya que tenía que ayudar a Jona y este no terminará callendo como costal en el piso y se hiciera daño, lo bueno es que no se pone necio y le hace caso a William.
- Ve a ducharte cariño yo me encargo de que se de una ducha y regreso contigo -dice William en cuanto entramos al departamento, la verdad está vez no me incomoda que me de esa orden o quizá fue una petición, no se, pero no quisiera terminar viendo algo que no debo del cuerpo de mi medio hermano, así que subo detrás de ellos y entró rápido a la habitación de William, me meto a la ducha y cuando me quiero desabrochar el vestido me doy una tremenda lastimada que casi grito del dolor, enseguida me reviso la mano y gracias a dios y todo ser divino que no se abrió la herida, así ir terminó sentándose en la cama mirando mi mano.
- ¿Qué tienes mi hermosa diosa? -pregunta William y me saca un susto y después lo miro y el se acerca preocupado.
- Nada malo, es sólo que me lastimar la mano al tratar de bajarme el cierre.
Se acerca y toma mi mano, la revisa y me da un beso- había olvidado que eres una paciente, deja terminó con Jona y no bañamos juntos, asiento y el dale de la habitación con una pijama para Jona.
Pasó como una media hora y regreso William con mi pijama en mano y sonreí porque trajo un bluson de seda, usualmente prefiero el pantalón pero ese bluson sería muy como de quitar sin ayuda, y bueno el baño no terminó en una seción de sexo, no niego que tuvo muchas caricias y besos por todos lado de su parte pero al final dijo que estaba cansado y que también debería de descansar yo, por una parte me sentí decepcionada pero por otra me parecía tierno que intentará cuidarme, nos fuimos a dormir y William me abrazo por la espalda para que estuviéramos abrazados de cucharita y santo cielo podía sentir su erección en mis glúteos y sentí que mi vagina pálpito llevando a mi cuerpo descargas de excitación.
- Estoy bien no te preocupes - le susurro y me acomodo boca arriba, William me abraza y me da un beso en la mejilla dándome las buenas noches.
Despierto y siento calor como si tuviera fiebre, no abro los ojos pero el calor empieza a incomodarme, al intentar moverme siento dos paredes calientes a mis lados y abro los ojos y volteó a mi lado topandome con el rostro de un durmiente Jona, sonrió como boba y luego la realidad llega a mi mente Jona es mi medio hermano, trato de alejarme pero hay un muro que me lo impide volteó y allí está William profundamente dormido, es como un sueño hecho realidad dos hombres guapos a mis lados lo malo es que uno es mi medio hermano, me doy cuenta que ambos hombres me abrazan, muevo mi mano y muevo a William pero no puedo moverlo como quisiera, así que uso la infalible un pellizco, si ese que sientes que te van a arrancar el pedazo o eso intente.
- Afrodita no muerdas -lo escucho y casi suelto la carcajada pero le vuelvo a pellizcar lo que hace que despierte por completo- duerme Afrodita -dice con voz ronca y cansada por estar recién despierto.
- No puedo tengo calor.
- Destapate entonces.
- No puedo tengo a dos hombres abrazandome.
Quita su mano rápido como si mi cuerpo le quemara y se incorpora dejando entrar el frío aire que recorre su habitación, y me doy cuenta que la cobija sólo la tengo yo, para esta doblada y encima mío. William intenta quitar el brazo de Jona pero se aferra más a mi cintura lo cual hace que fruncir el ceño y le da en el hombro a Jona.
- Jona acomodarte bien.
Pensé que iba a tener que darle otro golpe pero Jona despertó y al ver como estábamos, su reacción fue peor que la de William de un solo movimiento apartó su brazo y terminó en la orilla de la cama.
- Oye se que no te gustó pero no es para tanto -digo y William me ayuda a incorporarme aunque yo podía hacerlo no es tan difícil, pero Jona no dice nada y al verlo lo veo pálido- por qué esa cara hasta parece que acostarte con nosotros fuera la mayor atrocidad... -quería decir más pero Jona sale corriendo directo al baño con la mano en la boca, yo lo miro hasta que cierra la puerta y miro a William confundida.
- Es la resaca -y se escucha que empieza a vomitar, y soy una persona muy asquerosa cuando escucho a alguien vomitar me dan arcadas a mi y llegó hasta vomitar también, está lo fue la excepción y me empezaron a dar arcadas al escuchar a Jona vomitando, William me tomo en brazos y salimos de la habitación- vamos a hacer el desayuno ¿qué te parece?
- Ok -hable a la fuerza ya que aún tenía esa sensación de arcadas.
William fue el que cocinó yo sólo veía lo raro que se miraba en la cocina, sobre todo por siempre verlo con traje todo un alto ejecutivo y niño rico que no sabía hacer nada, emoción no siento nerviosismo tampoco, que es un hombre guapo que no puedes dejar de ver no lo niego ya que es toda la verdad sobre William Iván Strelnicov, pero de eso a sentir maripositas en el estómago era muy diferente aunque la forma en la que me toca para tener sexo enciende mi cuerpo a niveles exorbitantes.
- Buenos días.... prima siento lo de anoche y lo de hacer rato -dice apenado Jona.
- No te preocupes.... ¿Qué fue lo que sucedió para que bebieras así?
Se me queda mirando y luego se frota la frente con los dedos dándose un masaje como si no supiera que decir o por la resaca, que por el olor es muy evidente que bebió de más, sin tocar el tema desayunamos después de dar las gracias.
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