Delfino se detuvo por un momento y dijo: —No.
Raquel se sorprendió y deliberadamente dijo con voz extraña: —OK.
Era claramente la voz de una niña, pero Delfino podía percibir algo más en ella. Delfino no supo qué decir durante un rato.
Después de esperar un buen rato, dijo con voz ronca: —Vete a dormir.
—Dulces sueños, papá—. Raquel sonrió y le dio las buenas noches.
Delfino tosió suavemente: —Buenas noches.
Después de que el padre y la hija se dieran las buenas noches, Fidelio cogió el teléfono, mientras Raquel subía obedientemente a la cama y se tumbaba, tirando de la colcha para cubrirse a sí misma.
Fidelio la miró y se divirtió por ella. Raquel tiró de la esquina del edredón y cerró los ojos. Poco después, volvió a abrir los ojos y se incorporó en la cama.
Fidelio estaba confundido, así que abrió los ojos más y la miró: —¿Qué pasa?.
Raquel hizo un gesto de tomar foto, insinuándole a Fidelio que tomara una foto y se la enviara a Delfino.
—Fidelio—. En ese momento, la voz de Delfino se oyó desde el teléfono.
Fidelio se apresuró a responder: —Sí.
—Cuida bien de Yadira y Raquel por mí—. El tono de Delfino era indiferente.
Fidelio estaba más afecto a él que el resto de los Dominguez, y frente a Fidelio, Delfino parecía más accesible.
Fidelio respondió: —Lo sé. Me ocupo de ellos sin que me lo digas.
—Duerme pronto—. Cuando Delfino terminó de hablar, colgó el teléfono.
Fidelio miró el teléfono y se curvó los labios. Pensó que Delfino definitivamente no sonaba así cuando hablaba por teléfono con Yadira.
—Fidelio, date prisa—. La voz de Raquel impidió que Fidelio siguiera pensando.
—De acuerdo. Ya voy.
Fidelio se dio la vuelta para cerrar las cortinas. Luego apagó las luces y salió.
Esa noche, la noticia Franco estaba vivo se hizo viral. Todas las cabeceras de las páginas web estaban ocupadas por esta noticia.
En la mañana del día siguiente, la noticia de Franco siguió difundiéndose por Internet.
Franco no era una celebridad ordinaria. Era un filántropo de fama internacional. Nada más conocerse la noticia, atrajo una gran atención.
La cobertura fue especialmente amplia.
Delfino se levantó muy temprano. Cuando bajó las escaleras, dio instrucciones a los criados: —Quiero los periódicos de hoy, de todos los medios de comunicación.
Cuando entró en el comedor y se sentó, los criados le entregaron los periódicos del día.
Delfino es extendió la mano, tomó los periódicos y los leyó lentamente.
Exactamente, la noticia de Franco ocupó todas las portadas.
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