Matrimonio de primera romance Capítulo 1086

Mientras Franco se enfadaba más, Mariano sonreía cada vez con más alegría.

Franco estaba completamente enfurecido: —¿Crees que no te voy a matar?

—No lo creo—. Mariano dijo con un tono indiferente, como si no tuviera miedo a morir. No le importaba morir o no.

Además, añadió: —Mi destino está siempre bajo tu control. No me importa lo que quieras hacer, nadie puede detenerte.

Mariano se volvió para mirar a Yadira y continuó: —Sin embargo, antes de matarme, por favor, cumpla tu promesa y deje ir a Yadira.

—¿Cómo te atreves a decir eso? No la dejaré ir—. Al terminar sus palabras, Franco lanzó una fría mirada a Yadira.

Yadira permaneció en silencio junto a ellos y no prestó atención a lo que decían.

En cambio, pensaba en lo que Mariano había dicho hace un momento.

¿Era cierto que Delfino no vendría?

Mariano dijo que le dijo a Delfino algo que éste debía saber.

¿Era la razón por la que Delfino no vendría? ¿Qué era? ¿Qué había hecho que Delfino no la salvara?

Yadira no tenía ninguna idea del motivo. Cuando dejó de pensar en esto, escuchó a Mariano decir: —¿Vas a romper tu promesa?

—¿Y qué? —Franco se rió. No estaba tan enfadado como antes.

¡Qué hombre tan terrible!

—Bueno—. Mariano se echó a reír de repente.

Su risa sonó de forma fuerte en la azotea vacía.

Después de reír, dijo: —Siempre has sido así. Siempre utilizas a las mujeres para conseguir lo que quieres. No es de extrañar que no cumplas tu promesa. Sin embargo, no te atreves a matar a Yadira, ni te atreves a dejarla ir. Tienes demasiado miedo a Delfino. Dijiste que no puedo compararme con Delfino, pero tú tampoco puedes hacerlo.

Cuando Mariano terminó de hablar, Yadira vio que la expresión de Franco cambiaba.

Yadira bajó la cabeza y forzó una sonrisa. Franco la utilizó como señuelo, Mariano, en fin, vino a salvarla.

Sin embargo, Luciana sí estaba bajo el control de Miguel.

Aunque Yadira no sabía lo que Miguel pensaba de Luciana, al parecer, actualmente, Luciana estaba segura en la casa de Miguel.

Al menos, no había malas noticias sobre Luciana.

Además, Franco no tenía una buena relación con Miguel. Aunque le pidiera a Luciana, éste podría no acceder a su petición.

Franco no se llevaba bien con Miguel, así que Miguel podría incluso ir contra él.

De repente, sonó el teléfono de Franco.

Mariano sonrió y dijo: —Parece que hay buenas noticias.

Franco miró a Mariano y cogió su teléfono con el ceño fruncido.

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