Matrimonio de primera romance Capítulo 1192

En el hospital.

—No hay nada grave. Está débil porque no ha comido bien durante este tiempo. Sin embargo, es joven y se recuperará en unos días.

El médico revisó el historial médico de Fidelio y habló de su estado.

—Gracias, doctor—. Yadira asintió y preguntó: —¿Cuándo se despertará?

La policía encontró a Fidelio. Estaba tumbado tranquilamente en la cama, inconsciente.

El médico sonrió y dijo: —Pronto se despertará.

Luego el médico les pidió cómo cuidar de él y se fue.

Yadira vio al médico alejarse. Cuando se volvió, vio que Delfino, de pie junto a la cama, miraba a Fidelio con indiferencia.

—O ya lo sepa—. Yadira dijo de manera suave.

Para aprovecharse de Fidelio, Franco provocó alienación entre Fidelio y Delfino en lo que se refería a lo sucedido de Sonia. En ese momento, Fidelio sólo sabía que Delfino estaba implicado en el envío de Sonia al psiquiátrico, pero no sabía por qué Delfino lo hacía.

Tampoco conocía el escándalo de los Dominguez.

Delfino lo ocultó todo para que Fidelio pudiera llevar una vida tranquila. No quería que Fidelio fuera como él.

Sin embargo, Horacio no pensaba así. Debería haberle contado todo a Fidelio para lograr su propósito.

—Su apellido es Dominguez—. La voz de Delfino era fría en cuanto a Fidelio y a él mismo también.

El apellido Dominguez parecía probablemente una maldición ineludible.

A Yadira no se le ocurría nada para consolarlo.

***

Cuando Yadira y Delfino estaban comiendo, desde el hospital los llamaron y les dijo que Fidelio estaba despierto.

La respuesta de Delfino confirmó la suposición de Yadira.

Delfino era un hombre no cambiante. Se preocupaba por Fidelio y no podía dejarlo solo, pero no lo perdonaría.

Yadira conocía la personalidad de Delfino y no lo forzó: —Muy bien, entonces espérame aquí.

Yadira empujó la puerta y entró en la sala. El médico también estaba allí.

El médico le dijo algo a Yadira en voz baja y se fue.

Fidelio estaba tumbado en la cama sin moverse, respirando de manera uniforme. Si Yadira no viera sus ojos abiertos, pensaría que sigue en coma.

—Fidelio—. Yadira lo llamó.

Después de dos segundos, Fidelio reaccionó y giró la cabeza para mirar a Yadira. Miró al lado de Yadira y descubrió que Delfino no estaba allí. Se sintió decepcionado.

—Delfino no quiere verme—. dijo con voz ronca.

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