Matrimonio de primera romance Capítulo 1292

Al oír la voz familiar, Apolo se quedó helado.

Tras unos segundos, Apolo giró lentamente la cabeza y miró en dirección a la voz.

Noela volvió. Estaba de pie junto a él con una taza de té, mirándolo.

Apolo estaba encantado, pero luego pensó que su postura era muy fea ahora, así que le costó levantarse.

Pero no pudo.

Noela suspiró sin poder evitarlo. Dejó el té a un lado y se agachó para ayudar a Apolo.

Inesperadamente, Apolo se sacudió la mano y dijo:

—¿Me estás mirando con desprecio? Puedo levantarme solo.

Noela observó cómo Apolo se levantaba y caía.

Después de varias veces, no soportó seguir mirando y directamente arrastró a Apolo al sofá de al lado.

Apolo estaba demasiado débil para liberarse de ella y sólo pudo gritar:

—Soy tu jefe. ¿No te da pena tratarme así?

Noela lo ignoró. Se dio la vuelta y le llevó la taza de té a Apolo.

Apolo lo tomó y bebió. Apolo se atragantó, pero de todos modos se terminó toda la taza de té.

Noela cogió una servilleta y se la puso en la mano, indicándole que se limpiara el agua de la comisura de la boca.

Apolo no se movió. Así que Noela cogió el pañuelo y le ayudó a limpiarlo.

En cuanto le tendió la mano, Apolo se la agarró. A causa del alcohol, parecía frágil. Miraba a Noela como a un niño inocente.

Noela evitó la mirada de Apolo torpemente, pero éste no la dejó escapar y ladeó la cabeza para mirarla.

—No has dado las gracias —dijo mucho más despacio que de costumbre. Después de emborracharse, se veía un poco torpe, y lindo.

—¡Respóndeme! ¿Quién es más guapo? ¿Yo, o ese viejo? —gritó Apolo implacablemente.

Noela puso una cara irónica y dijo:

—Tú.

—Así es —Sólo entonces quedó satisfecho Apolo.

Noela dudó un momento, alargó la mano para cubrirle la camisa y luego se dio la vuelta para cogerle el abrigo.

Pero Apolo se negó a ponerse el abrigo, así que Noela sólo pudo tranquilizarlo:

—Ponte la ropa y vete a casa, ¿vale?

Apolo la escuchó y abrió los brazos para dejar que lo vistiera.

Los botones de su camisa ya no estaban, así que Noela sólo pudo abrocharle el abrigo.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera