Noela lo abrochó. Justo cuando estaba a punto de levantarse, oyó a Apolo murmurar,
—Dices que soy guapo, entonces ¿por qué no te gusto? —Frunció el ceño y pareció afligido.
Parecía haberse convertido en el Apolo que solía ser cuando estaba borracho. Se comportaba bien, aunque se sentía extremadamente infeliz y agraviado.
Noela no pudo evitar bajar la voz cuando le habló.
—Me gustas. ¿Pero podemos llevarnos como amigos? Como cuando éramos niños.
Apolo abrió mucho los ojos. Sacudió la cabeza y respondió con seriedad:
—No. No quiero ser el amigo de Noela. Quiero ser el hombre de Noela. Quiero que Noela esté conmigo. Y quiero tener un hijo con Noela.
Noela sabía que Apolo estaba borracho, pero su tono era demasiado serio y sus palabras eran directas.
Se dijo a sí misma que había experimentado mucho, y que esto no era nada. Sin embargo, sus acelerados latidos le recordaron que no estaba tan tranquila.
¿Cuándo era un hombre el más atractivo? Era cuando te mostraba su sinceridad.
Por un momento, Noela quiso asentir con la cabeza.
Alguien abrió la puerta violentamente.
La puerta se abrió de un empujón desde el exterior. Tomás entró y miró a su alrededor —¿Sr. Apolo?
Cuando vio que Noela y Apolo permanecían cerca uno del otro junto al sofá, se quedó atónito por un momento.
—Señorita Noela, está usted aquí.
—¿Estás aquí para recogerlo? —Noela se calmó. Se levantó y miró a Tomás.
—Antes, el señor Apolo me dijo que lo recogiera cuando la cena estuviera a punto de terminar —Tomás se rascó la cabeza. Si supiera que Apolo y Noela estaban juntos, no vendría aquí.
Otras personas pensaban que Apolo había arrebatado los recursos de Noela para su supuesta novia, pero Tomás, como su asistente especial, sabía la verdad.
Susana no era la novia de Apolo, y la relación entre Noela y Apolo no era tan sencilla como parecía.
—Noela, ¿cómo puedes hacer una pregunta tan seria en un tono tan tranquilo? Estoy asustada.
Noela se abrochó el cinturón de seguridad y la miró:
—Dime.
—Bueno, en realidad soy el primo de Apolo. Y te conocí cuando éramos jóvenes, pero probablemente no lo recuerdes...
Kadarina sabía que no podía ocultarlo más. Noela suponía que había alguna relación entre Apolo y ella, y que tarde o temprano conocería su identidad.
En lugar de dejar que Noela descubriera la verdad, era mejor que se lo confesara.
Noela se rió:
—No me extraña que te atrevieras a desafiar a Apolo. Pero la verdad es que no recuerdo cuándo te he visto. Después de todo, Apolo tiene muchos primos.
La familia Tapia tenía muchos parientes y Apolo tenía muchos primos. Noela había visto a muchos de ellos, pero recordaba a pocos.
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