Matrimonio de primera romance Capítulo 203

Después de responder, Noela caminó hacia Yadira y tomó el brazo de Yadira para salir.

Delfino se levantó, y caminó hacia Yadira, tomó su mano, -Regresamos a casa juntos.-

-No quiero regresar.- Yadira miró al piso, no a él, y sacó su mano, la cara tenía la expresión indiferente.

Hubo un momento, en los ojos de Delfino apareció una expresión de decaimiento, pero desapareció en pronto, su cara era seria, perecía que estaba sufrido, las manos que estaban al lado de su cuerpo se apretaron y soltaron, y se apretaron otra vez…

Por fin, él dijo con la voz suave como hablando con niños, -Te voy a recoger unos días después.-

Era un tono firme, él no estaba preguntando a ella, sino la avisaba.

-Vamos.- Yadira no le hizo caso, caminó para afuera junto con Noela.

Apolo miró a Delfino, quería decir algo, pero no dijo nada.

-Voy a acompañar a ellas a salir.- dejó esta frase, Apolo salió.

Las tres personas salieron, en el apartamento quedó Delfino solo.

Él se paró ahí y no movió, después de un tiempo, él se sentó en el sofá.

Inclinó los brazos y puso los codos sobre sus rodillas. Una mano apoyó el frente de cabeza, la parte de arriba de su cuerpo se inclinó hacia adelante, parecía que estaba muy cansado.

Se veía que estaba un poco débil.

La dirección de Apolo era secreta, hasta ahora los medios de comunicaciones no la sabían.

Pero él no dejó de preocuparse, observó por un tiempo, y dejó que Noela y Yadira salieran.

Él quería conducir el coche para llevar a ellas a la casa de Noela, pero recordó que Delfino todavía estaba en su apartamento. Sólo miró que el coche de Noela salió, y esperó unos minutos en la salida del barrio para confirmar que no hubo coche de los medios siguiendo a ellas.

Apolo encontró a Delfino en la salida del elevador.

Delfino salió del elevador con la cara fría, miró a Apolo, -Te molestará en estos días.-

Apolo entendió que él se refería al asunto de Yadira.

Era claro que ahora Yadira no quería ver a Delfino, por eso el hombre dejaría que Apolo cuidara a ella.

Apolo respondió medio en broma y medio en serio, -¿No me molestas en todo el tiempo? Si no me molestas en algún día, no me acostumbré.-

Delfino no dijo nada, se fue a salir.

Apolo le llamó, -¿Qué pasó esta vez? ¿De verdad está relacionado con Jaime?-

Delfino se paró un momento, pero no dijo nada, salió directamente.

Después de salir del barrio, mientras conduciendo, Delfino llamó a Jaime.

Él móvil sólo sonó una vez y fue respondido, parecía que el dueño del móvil estaba esperando su llamada.

-¿Por fin me llamas?- la voz de Jaime no era apresurada, incluso que estaba sonriendo.

La voz de Delfino era fría, -¿En dónde nos vemos?-

-En mi casa.-

Delfino colgó la llamada, conducía a la casa de Jaime.

Cuando Jaime venía a abrir la puerta, Delfino agarró su solapa, le empujó al dentro con fuerza, y cerró la puerta con otra mano.

-¿Qué quieres tomar?- Noela sacó un par de chancletas a Yadira, y la preguntó.

Yadira recibió las chancletas, y sacudió la cabeza.

Entró a la sala, Yadira abrazó una almohadilla en sus brazos, se acurrucó en el sofá.

Noela le sirvió un vaso de agua caliente, y se sentó al lado de ella, -¿Qué pasó?-

Yadira tomó el vaso, se acurrucó en el sofá, contó lo que había pasado últimamente y su adivinación.

-Imposible…- Noel se rascó el cabello irritablemente, -Jaime y Delfino llevan muy bien. ¿Cómo él puede hacer estas cosas? No tiene razón.-

-Sí.- Yadira asintió con la cabeza.

Incluso que Noela pensaba que Jaime no podía hacer estas cosas, Delfino tampoco lo creía.

Desde principio, ella era diferente que ellos.

Noela tenía la familia armoniosa. Aunque Delfino fue secuestrado cuando era niño, pero él tenía padre y abuelo, y otros parientes.

Sólo ella vivía como una persona sin importancia en la familia Jimenez desde infancia, ella no tenía sentido de pertenencia a la familia Jimenez, tampoco tenía parientes, sólo tenía una amiga Noela. Ella tenía que ser independiente y valiente desde infancia, así que ella formó el carácter sensible.

Ella confiaba en su juicio propio.

Y Delfino nunca se negó su juicio, por eso este asunto debía hizo por Jaime.

Noela vio que Yadira estaba sin vigor, la abrazó con cariño, -No quise decirlo, Yadira, no haces así…-

-Sólo estoy un poco cansada.- Yadira intentó a reírse, pero descubrió que ella no podía hacerlo.

Aunque sólo fingiera a reírse, ella no podía hacerlo.

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