Matrimonio de primera romance Capítulo 308

Por ahora, Yadira no tenía nada de sentimiento por Severo, pero sabía que sus palabras eran de corazón.

Ella esperó hasta que terminó Severo y dijo, -Sé tú mismo en adelante, y yo, me basta con Fidelio.-

-¿Estás segura de que puedes quedar con Fidelio para siempre?- Severo no se sentía optimista sobre ellos.

Yadira pensaba un rato y dijo con un tono severo, -De todas mañeras no tengo nadie con quien quiera vivir excepto Fidelio.-

Era la idea más simple de su corazón.

No podía pensar en vivir con otro hombre. Entonces, tenía que insistir a pesar de tantas dificultades.

Severo se rio de sí mismo, -Ya entiendo.-

Luego, los dos charlaban de vez en cuando.

Hablaban sobre todas las cosas del pasado, y casi siempre hablaba Severo, Yadira solo escuchaba.

Después de comer, se fueron de la sala y se preparaban para salir.

Frente al restaurante, coincidieron con Jaime y Perla.

Perla recordaba que la había rechazado Yadira y no se sentía agradable, entonces quería aprovechar la oportunidad para burlarse de ella.

Su mirada recorrió a Yadira y Severo, y luego subió la voz diciendo, -No puedes seducir a Fidelio, ¿entonces vuelves a amar a Severo?-

Yadira acababa de obtener un informe de prueba de ADN desde Severo, y ahora encontró con Jaime, entonces lo miraba.

Al ver que Yadira seguía mirando a Jaime, Perla se paró frente a él, -¿Qué miras? ¿Por qué eres tan avara? ¿No tienes vergüenza?-

A Jaime no le importaba y saludó con Yadira, -Hola, Yadira.-

Yadira lo saludó poco familiar, -Señor Severo.-

Sin embargo, Severo miraba a Jaime con interés.

Debido al estatus y al entorno, Severo y Jaime tenían muy pocas oportunidades de conocerse.

Obtuvo el informe de prueba de ADN simplemente por accidente, por lo que tenía mucha curiosidad sobre él.

El bastardo de Señor Horacio.

¿Bastardo? ¿Era realmente tan simple?

-Jaime!- Al ver a Jaime hablar con Yadira, Perla lo llamó insatisfecha.

Jaime bajó la cabeza y la miraba con ternura, -De todos modos, Yadria es tu hermana, aunque no puedes colaborar con ella en Ciudad Abandonada, hay el siguiente, ¿no?-

La palabra de Jaime hizo que Perla volviera obediente, como un gato que había sido acariciado.

Yadria entrecerró los ojos levemente, no era extraño que Perla hubiera hecho una prueba para Ciudad Abandonada, ya que era por Jaime.

Jaime solía actuar en películas de suspenso, por lo que tenía su propia visión de elegir las guiones.

Sin embargo, pidió a Perla a hacer la prueba era porque a él le gustaba el guión de Ciudad Abandonada o porque solo quería hacer que Yadria y Perla no se llevara bien, lo que era difícil de aclarar.

Yadria había visto la maldad de Jaime.

Yadria no quería hablar más con ellos, y solo susurró con Severo, -Vámonos.-

Luego, salió.

Yadira no fue a casa, se dirigió directamente a la residencia de Delfino.

Tenía la llave de su casa.

Abrió la puerta y entró, la habitación estaba oscura, aún no había regresado Delfino.

Yadira encendió todas las luces y fue a cada habitación.

El tablero de la cocina ya llenaba de polvo, eso significaba que Delfino no cocinó en casa.

Él no sabía cocinar.

Excepto unas botellas de agua y vino, no había otra cosa.

No se parecía una casa que vivía gente.

Esperó hasta las once, todavía no regresó Delfino.

Entonces Yadria se duchó y apagó las luces, durmió en la cama de Delfino.

Delfino no regresó hasta después de la una.

Entró y encendió la luz, bajó la cabeza y notó un par de zapatos de mujer al lado de la puerta.

La mujer que podía entrar en su casa, no podía ser nadie que Yadira.

Sonrió inconscientemente y se fue el cansancio de la cara, tiró la chaqueta que tenía en el brazo, y dirigió hacia el dormitorio quitando la corbata.

No había luz en el dormitorio, pero estaba acostumbrado a la distribución, por lo que se acercó a la cama suavemente, encendió la lámpara.

Yadira dormía de lado en su cama envuelta en una colcha, su cabello negro se extendía toda la almohada.

Regresar de trabajo y ver a Yadira dormir en su cama, era como una escena en sueño.

La garganta de Delfino se movió, se inclinó hacia Yadira, estiró el cabello que cubría su rostro y le dio un beso suave.

Desde que regresó a Ciudad Mar, el sueño de Yadira era muy ligero.

Aunque los movimientos de Delfino fueron muy ligeros, la despertaron de todos modos.

Abrió los ojos, giró la cabeza y vio el hermoso rostro de Delfino.

-Ya regresaste.- La voz que acababa de despertar era un poco ronca y un poco infantil.

Delfino se sentó al lado de la cama, le tocó la cara y dijo en voz suave, -¿Has esperado mucho tiempo?-

Yadira asintió, alargó la mano para el reloj que lo había puesto junto a la cama.

Delfino vio su intención, agarró sus manos delgadas y dijo, -Son casi las dos.-

-¿Trabajas hasta tan tarde ahora?- Yadira se sentó mientras hablaba.

Delfino la ayudó en los hombros, -No.-

La negación fue tan tajante que Yadira sabía que estaba mintiendo.

Yadira no fue tan fácil de persuadir, inclinó la cabeza y lo miró, -lo que dijiste no cuenta, tengo que preguntarle a Xulio.-

-Será mejor cuando acabe este periodo.-

Rió Delfino, al ver la cara más encantadora bajo la luz, no pudo aguantar y se inclinó a besarla.

Un beso muy suave, solo un toque, -Duerme, voy a tomar un baño.-

-Te espero, tengo algo que decirte.- Yadira seguía pensando en el informe de prueba, quería hablar con Delfino lo más pronto posible.

Delfino se sorprendió, luego asintió, -Bien.-

Yadira también trajo el informe de prueba que la había dado Severo, lo puso en el cajón de la mesita de noche.

Cuando Delfino salió del baño, le entregó el informe de la prueba.

-¿Qué es?- Delfino extendió su mano y lo tomó. Después de solo una mirada, frunció el ceño.

Se sentó al lado de la cama, terminó de leer el informe de prueba.

Cuando Yadira lo miraba, lo volvió hacia atrás para ver el resultado.

Pero era obvio que Delfino entendía más. Después de leerlo durante mucho tiempo, levantó la cabeza y le preguntó a Yadira, -¿Quién te lo dio?-

Su tono era muy serio, como si supiera de quiénes era el informe de prueba.

Yadira dijo la verdad, -Me lo dio Severo.-

Al escuchar esto, Delfino entrecerró los ojos peligrosamente y dijo en voz baja, -¿Fuiste a ver a Severo otra vez?-

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