Matrimonio de primera romance Capítulo 346

En ese momento, uno de sus subordinados corrió hacia Jaime Lobo y dijo, -Señor Lobo, nuestra gente no podrá vencerlo en absoluto.

Jaime no miró a Delfino Dominguez más. Antes de hablar, escuchó el sonido del motor del automóvil proveniente del exterior.

Entonces Xulio Ruiz y Apolo Tapia se apresuraron a entrar con varias personas.

Inmediatamente, Xulio vio a Delfino, -¡Señor!

Jaime cambió de expresión, levantó las manos y dijo, -Retiraos.

Antes de irse, todavía quería llevarse a Yadira Jimenez, pero Delfino se precipitó desde entre la multitud.

Las personas lideradas por Xulio y Apolo también lo siguieron, y la escena de repente se volvió extremadamente caótica.

Yadira perdió demasiada sangre, su rostro estaba pálido y ahora estaba un poco mareada.

Sintió que alguien la ayudaba a sujetar la herida en su hombro, y esa mano parecía temblar.

Luego él gritó, -¡Yadira!

Esta voz fue muy familiar. Era de Delfino.

Yadira levantó la cabeza y no pudo ver claramente el rostro de Delfino.

La voz de Yadira era un poco débil, -No hagas lo que Jaime te pidió... Él solo quiere ... arruinarte.

Jaime originalmente había tenido una vida mejor, pero cuando conoció su historia del nacimiento, decidió caer en la incredulidad y arruinar su propia vida. Ahora todavía quería meter a Delfino en caos.

O sea, Jaime ahora quería hacer que todos estuvieran tan dolorosos como él.

Jaime estaba realmente loco.

La voz de Delfino era muy ronca, -No hables, te llevaré al hospital.

Desató a Yadira y la abrazó.

Yadira se inclinó contra él, entrecerró los ojos, olió ligeramente y le preguntó, -¿Estás herido? Huelo sangre ...

-No soy yo, estabas herida -Delfino salió rápidamente mientras hablaba con ella.

-Pero en tu cuerpo hay... -la herida de Yadira seguía sangrando, y en este momento estaba un poco insoportable y estaba a punto de desmayarse.

-No hables.

Xulio lo llamó rápidamente, -Señor.

Al ver que la ropa de Delfino estaba rota y que tenía varias heridas en el brazo, vaciló, pero por fin dijo en voz alta, -Señor, … ¿déjame?

-No -Delfino pasó a su lado sin detenerse.

Xulio dio un paso adelante para abrir la puerta del asiento trasero para Delfino y dio la vuelta para conducir.

Desde el espejo retrovisor, vio a Delfino sosteniendo a Yadira sin moverse.

Delfino bajó la cabeza, sus ojos se mantuvieron fijos en el rostro de Yadira, lo que dificultaba ver su expresión.

En este momento, Xulio escuchó a Delfino decir, -Conduce más rápido.

-Sí -Xulio rápidamente desvió su mirada.

***

Xulio condujo hasta el hospital del Grupo Dominguez.

Yadira fue enviada a la sala de operaciones, y Delfino se quedó inmóvil en la puerta.

Xulio dijo con cuidado, -Señor, ¿le pediré que venda las heridas en tu cuerpo?

Delfino no habló.

Él conocía a Delfino y, naturalmente, entendía si Yadira no saliera a salvo, sería imposible que Delfino se fuera.

Después de un rato, escuchó la voz gélida de Delfino, -Ve a la casa vieja. No dejes que nadie salga de allí.

Con una pequeña pausa, Xulio respondió, -Sí.

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