Matrimonio de primera romance Capítulo 372

La expresión de Licia Dominguez cambió ligeramente, y ella no se había enterado de este suceso.

En el plan hecho por Ximena Ibáñez y ella, solo aprovechándose de la amnesia de Delfino Dominguez, podrían hacerlo confiar en que la madre verdadera de Raquel Dominguez fuera Ximena.

Además, con su ayuda, Ximena no necesitaba hacerle nada daño a la niña.

-Podría haber sido descuidado…pero ahora la niña ya ha vuelto y está bien…

La culpa resultó ser de Ximena. Aunque ella quería defenderla, se calló por la opresión del hombre antes de terminar.

Al mismo tiempo, sonó su teléfono.

-Licia, ¿Raquel está en casa? La llevé para divertirnos pero ella se escapó sola, y todavía no la he encontrado.

Ximena lloraba sin aliento cuando hablaba.

Licia miró al hombre, y dijo, -Ya está.

Entre sorpresa y alegre, gritó, -¿Verdad? Me voy a casa.

Licia colgó el teléfono, repensó un momento y le dijo, -Dile lo que quieras en persona. Llegará inmediatamente, después de todo, ella es su madre. Seguro que con este suceso debe sentirse culpable...

Delfino lo vio sin expresión ni decir nada.

Ximena llegó pronto.

Se veía muy pobre: el cabello y la ropa estaban empapados por la lluvia, su maquillaje también se había ido y su cara pálido le causaba a Licia lástima.

Ellas eran amigas ya desde hacía muchos años. Al verla así, se apresuró a mandar a un criada, -Haz una taza de agua tibia y le trae una manta.

-No hace falta -ella negó con la cabeza, desanimada. Al percibir al hombre, se iluminaron los ojos y se le acercó directamente. Ella intentó tocar su mano, pero él retrocedió.

-¿Delfino, la niña ya ha sido encontrada? Es mi culpa…me distraje… -dijo, lista para llorar.

Los ojos estaba llenos de lágrimas, pero se mantenía sin estallar. La tristeza se portaba muy afectada..

El señor la observaba fríamente y severamente.

Ante su mirada fijada, ella tenía conciencia intranquila.

Guiñó y las lagrimas se cayeron sucesivamente, -¿Dónde está mi hija? Quiero verla.

Se notó más notable la indiferencia de Delfino. Con un tono frío, solo le contestó, -¿Estás calificada para verla?

La mujer cambió bruscamente la expresión, y preguntó intermitente, -¿No me perdonarás?

Delfino de repente levantó la mano al guardaespaldas detrás.

Al momento siguiente, el guardaespaldas le entregó un cheque y un bolígrafo.

Delfino tomó el bolígrafo, escribió en el cheque y se lo tiró a ella, -Ella no tiene nada que ver contigo ahora. No vuelves a familia Dominguez.

El cheque cayó sobre su cuerpo y luego al suelo.

Miró con sorpresa el cheque en el suelo, y no esperaba que este hombre fuera tan desalmado.

No, la estaba insultando en absoluto.

Ella había hecho todo lo posible para casarse con él, pero nunca por dinero.

¡No le faltaba dinero!

Licia también estaba muy enojada con el hombre que sus dedos temblaban y juraban, -¡Qué demasiado este maldito, pídele disculpas!

Delfino nunca obedecía las órdenes de nadie.

Se había atrevido a rebelarse contra Alejandro Dominguez antes, y mucho menos contra esta señora.

Sin hacer caso omiso de la advertencia, se dirigió al comedor

Los sirvientes no podían evitar que Raquel comiera helado sin cesar.

Cuando Delfino fue al comedor, vio a un grupo de sirvientes alrededor de la niña, suplicando y tratando de sacar el helado de su mano.

Se acercó y llamó con calma, -Hija.

La niña que había disfrutado del helado escuchó la voz de su padre, y su pequeña mano tembló repentinamente, escondiendo rápido el helado de acabado detrás de su espalda, sonriendo a su padre, -Papá.

El alto cuerpo del padre se paró frente a ella y la miraba.

Ella sonrió e intentó hacer una expresión ingenua, pero fracasó bajo la majestad de su padre.

Ella sacó la caja de helados y se la entregó conscientemente

En lugar de tomar la caja, preguntó con calma, -¿Cuánto dije que puedes comer?

La pobrecita respondió en voz baja, -La mitad…

Consultó otra vez, -¿Cuánto has comido?

-Yo tomé tanto -pasó de puntillas, sosteniendo la caja en la mano, y parecía un poco asustada.

-No se te permitirá comerlo durante la próxima semana -dejó la caja a un lado y la recogió, dijo-. Vamos a dormir.

La casa era muy grande y su diseño también era genial.

El comedor y la sala no estaban conectados, por lo que podía llevar a la niña a la habitación sin ver a Ximena.

Cuando su hija se quedó dormida, salió de la habitación y llegó a la sala.

Licia todavía está allí, pero la otra no.

Lo vio bajar y Licia se levantó, -Mandé llevarla de vuelta.

La ignoró, y Delfino solo se volvió para decir al sirviente, -Cocina un tazón de fideos para el estudio.

Luego, iba a subir.

Al verlo así, solo podía contener su ira y gritó, -Delfino, espero que tengas tiempo para hablar con ella.

Se volvió a mirarla, pero no respondió a su pregunta directamente, -¿Has comido?

Ella se preguntó por qué de repente le preguntó al respecto, y respondió, -Sí.

Entonces, el hermano sonrió sarcásticamente, -Yo no.

-¿No dejaste que la criada cocinara los fideos? -ella bajó su voz inconscientemente.

-Somos hermanos cercanos, así que cuando me desperté hace tres años, creí en ti, tanto que Ximena fuera mi ex novia como que yo no tuviera nada que ver con Apolo Tapia.

Su tono era claro, no infeliz ni reprochable, pero lo que dijo la avergonzó.

Después de un silencio, entre enojado y enfadado, el hombre confesó, -A mi hermana de confianza, no le importa si tengo hambre, pero más preocupada por los sentimientos de los demás. Eres realmente desinteresada.

-Delfino -Su expresión cambió repentinamente, y trató de suprimir la intranquilidad adentro-, Ximena y yo somos muy buenas amigas desde hace mucho tiempo. Ya lo sabes, yo…

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