Esta fue la primera visita de Apolo al despacho de Delfino.
Miraba a su alrededor con curiosidad y dijo, -Tienes una decoración similar a la de tu despacho en el Grupo Auge.
-Vayamos al grano -dijo Delfino, sentado en su escritorio.
Apolo se acercó a Delfino, apoyó las manos en el escritorio, lo miró fijamente a los ojos y le dijo, -¿Has recuperado la memoria?
-¿Qué opinas? -después de un rato, Delfino dijo con un rostro inexpresivo.
-¿Recuerdas cuando no te gustó la caja de dinero que le di a Raquel como encuentro en el Grupo Auge? Siempre me has apretado así... -se quejó Apolo.
-¿Apretar? -dijo Delfino.
-No, cuidar...
Delfino no dijo nada.
-Sabía que habías recuperado la memoria -Apolo estaba a punto de llorar-. Mierda, no has reaccionado para nada en tres años, y has recuperado la memoria después de vivir con Yadira, ¿en serio?
Delfino se mostró indiferente, -¿Qué es lo que hay entre Noela y tú?
-¿No lo sabes?
-No me acuerdo todavía -dijo Delfino.
-¿Por qué? -preguntó Apolo, congelado por un momento.
-De vez en cuando se me ocurren escenas -explicó Delfino.
Mientras estaba en el Grupo Auge, creyó que Delfino había recuperado la memoria, pero se equivocó.
-No sé -dijo Delfino.
-¿Ha recuperado Yadira su memoria?
-Estaba tan malherida que los médicos dijeron que era probable que no recuperara la memoria -dijo Delfino con cierto pesar.
Apolo se puso muy serio mientras hablaba de lo sucedido.
-Licia sólo te sacó de la isla después del accidente, y cuando llegué no pude encontrar a Yadira, y Licia no nos dejó verte.
Delfino levantó la vista de repente y dijo, -¿No salvó a Yadira?
-No, porque siempre quiso que estuvieras con Ximena. Qué mujer tan viciosa -Apolo miró a Delfino y no dijo más.
Durante tres años, él y Noela habían creído que Yadira estaba muerta.
Delfino, que había perdido la memoria, confiaba plenamente en Licia y por ello se olvidó de Yadira.
-Durante tres años pensamos que esto era para toda la vida, pero Yadira está viva, y estás recuperando la memoria, las cosas están mejorando... -dijo Apolo con cierta vergüenza.
Delfino se quedó helado.
Le preguntó a Apolo, -¿Sabes a qué hospital de M me llevó Licia entonces?
Apolo pensó por un momento, -No, ella decidió llevarte allí por su cuenta, estábamos ocupados buscando a Yadira como para prestar atención a estos detalles.
Delfino bajó la cabeza pensativo.
-¿Qué pasa? -preguntó Apolo, desconcertado.
-Debes tener mucho trabajo en el Grupo Auge -dijo Delfino mientras leía el papel.
Apolo se tocó la nariz, sabiendo que Delfino le instaba a marcharse.
-Me voy entonces, nos encontraremos en el grupo.
-No, tengo que cuidar a los niños.
Miró a su alrededor y luego a Yadira.
Luego se acercó a Yadira.
Yadira se levantó lentamente. La criada quiso llamar a Delfino.
-No hace falta -Yadira la detuvo.
Había sabido cuánto la odiaba Licia aquel día en la vieja mansión de la familia Dominguez.
Así que no le sorprendió la visita de Licia.
Licia y Delfino trabajaban para el Grupo Dominguez y Licia podía encontrarse con Delfino en la oficina.
Por lo tanto, estaba aquí por Yadira.
La criada estaba un poco perdida.
-No importa -Yadira no insistió.
La criada se fue entonces.
Licia se acercó, miró a Raquel y dijo, -Raquel.
Yadira detuvo la televisión y dijo con voz suave, -Raquel, la tía Licia.
La niña miró a Yadira.
Yadira señaló a Licia.
Entonces Raquel sonrió feliz, -Tía Licia.
-Abrazos -Licia abrió los brazos a Raquel.
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