Al escuchar con atención, en el tono de Delfino se notaba que estaba un poco orgulloso.
Apolo sintió que su conocimiento sobre Delfino en el pasado era demasiado superficial, y no esperaba que tuviera un alma escondida bajo su frío rostro.
Pero al tener una profunda amistad entre los dos, Apolo sintió que tenía que advertir a Delfino.
-Delfino, ¿conoces un dicho popular en Internet?
-No lo sé -obviamente, Delfino no quería escuchar lo que iba a decir.
A Apolo no le importó que no le siguiera la corriente Delfino, y continuó, -Ese dicho es: “Si abusas de tu esposa, puedes sentirte bien temporalmente, pero al final también terminarás sufriendo y perseguiéndola”.
Delfino preguntó fríamente, -¿Esa frase tiene algo que ver conmigo?
Su tono era peligroso y frío, y Apolo sabía cómo responder incluso si fuera un tonto.
-¿No tiene que ver contigo? Hum -No tenía que ver contigo en ese momento, pero más adelante sí.
Delfino resopló con frialdad, Apolo no olvidó lo que estaba pasando y continuó, -Te envío la dirección de Yadira, ven esta noche.
Delfino se negó rotundamente, -No.
Apolo no supo qué decir.
Aunque Delfino dijo que no iba a ir, después de que colgara el teléfono, Apolo aún le envió la dirección de Yadira.
Si Delfino recuperara su memoria en el futuro, no debería culparle por no ayudarlo, ya que había un límite en lo que podía ayudarle.
Sin embargo, mientras pensaba que, cuando Delfino recuperara la memoria, se arrepentiría, Apolo en realidad estaba disfrutándolo y estaba deseando que llegase ese momento.
***
Yadira hizo dos llamadas telefónicas a Delfino, pero este no respondió.
Al principio pensó que estaba en una reunión.
Pero pensó en la actitud esos días de Delfino hacia ella, y sintió que él probablemente no quería responder a sus llamadas.
Así que llamó a Apolo y le pidió que llamara a Delfino para intentarlo.
Esperó mucho tiempo sin recibir la llamada de Apolo, supuso que Delfino podría haber respondido a la llamada de este y estaba hablando con él.
Aunque ya estaba preparada, seguía estando un poco frustrada.
Delfino en serio no respondió su llamada...
Yadira se reclinó y se dejó caer en el sofá.
También estaba un poco cansada esos días, y no era que no había pensado en llamar a Delfino.
Principalmente debido a que él dijo "estás soñando" ese día, todavía tuvo un pequeño impacto en ella.
-Mamá.
Raquel salió corriendo de la habitación sosteniendo un conejo rosa, se dirigió hacia el sofá, se apoyó en él y miró a Yadira con entusiasmo, -Conejo.
Yadira le preguntó, -¿Te gusta?
Ese conejo rosa lo compró ayer cuando salió de compras.
Raquel asintió repetidamente, -Sí.
Yadira extendió la mano y le acarició el cabello.
En ese momento, llamó Apolo.
Yadira se incorporó del sofá de inmediato y preguntó ansiosamente, -¿Qué tal?
-Delfino respondió el teléfono, pero él...
Al escuchar la vacilación de Apolo, Yadira adivinó el resultado.
-No vendrá, ¿verdad?
-Eso es...
-Ya veo, gracias, ven a comer esta noche, también llamé a Noela.
-Bien, bien, iré esta noche -mientras estaba Noela, no importaba si era para comer, incluso si fuera una trampa, también iría.
Yadira habló un rato con Apolo y luego colgó.
Como si sintiera la depresión de Yadira, Raquel dijo dulcemente, -Mamá...
Yadira extendió la mano y apretó la cara de la niña, -Tenemos que salir a comprar cosas, como carne y verduras. Luego tengo que cocinar, he invitado a Noela y otros para que vengan a comer.
Los ojos de Raquel se iluminaron, -Comer carne y piruletas.
Como resultado, Noela le sirvió media copa.
Cuando ella y Noela estaban justo bebiendo, sonó el timbre.
Yadira estaba bebiendo vino y miró hacia la puerta.
Noela pateó a Apolo debajo de la mesa, y este se puso de pie rápidamente, -Iré a abrir la puerta.
Apolo abrió la puerta y vio a Delfino parado afuera sin expresión en el rostro.
Apolo se sorprendió por un momento, -Delfino, viniste.
Delfino entrecerró los ojos ligeramente y examinó su rostro, -¿Qué estás haciendo aquí?
Esa mirada como si fuera hacia el adúltero hizo que tuviera una sensación de hormigueo en el cuero cabelludo.
-No solo soy tu amigo, Yadira y yo también somos amigos, ¿de acuerdo?
Delfino lo miró, luego entró.
Apolo cerró la puerta, lo siguió y murmuró a sí mismo, -Incluso si esta persona tuviera amnesia, ¿cómo podía seguir siendo tan tacaño...?
Después de beber medio vaso de vino, Yadira miró hacia la puerta, tratando de ver quién estaba allí.
Cuando vio a Delfino, abrió un poco la boca con sorpresa. Cuando Delfino se acercó, dijo, -¿Delfino? ¿Por qué viniste también?
¿No decía antes que no iba a ir?
Cambiar de decisión no era su estilo.
Delfino la miró con frialdad, con un tono peligroso, -¿No debería venir?
-Es que... -Yadira se puso de pie apresuradamente, agarrándolo para que se sentara en la silla junto a ella.
Yadira le cogió de su mano y Delfino la apretó ligeramente, sintiendo que su mano era tan suave como si no tuviera huesos.
Aunque Yadira simplemente lo llevó a la silla hasta que se sentara y luego lo soltó, Delfino sintió que el lugar donde la había tocado todavía sentía que estaba adormecido.
Parecía que había pasado una corriente eléctrica.
Yadira agregó un cuenco y unos cubiertos a Delfino, y le preguntó en voz baja, -¿Has comido?
Delfino notó la preocupación en sus ojos, pero tan pronto como habló, solo dijo, -He venido para ver a Raquel.
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