En ese instante la reacción de Yadira fue un poco lenta.
Le miró a Delfino durante unos segundos y se dio cuenta de que la estaba regañando otra vez.
Se mordió los labios y dijo fríamente, -Si no me hubieras recogido, ¿eso de arrastrarme a casa habría sido la única opción, no?
En realidad esto habría sido todo lo contrario.
Si Delfino no la hubiera recogido, Noela también la habría sacado bajo fianza.
Yadira sintió que también se había vuelto un poco quisquillosa y no sabía si era porque estaba con este hombre durante mucho tiempo.
-Muy bien -Delfino terminó de hablar y le empezó a observar atentamente.
Se le brillaron los ojos cuando las miradas se posaron en el pecho de esta mujer, luego los apartó y dijo con frialdad, -Si la próxima vez llegas a la comisaría en este estado, ¡puedes arrastrarte a casa!
Yadira notó su mirada observadora, por lo que se miró a sí misma con dudas, y se dio cuenta de que ya se había bañado y cambiado, pero no llevaba ropa interior por dentro.
Pues ya no era extraño de que Delfino le mirara así.
Extendió sus manos de forma subconsciente para taparse, y luego sintió que era innecesario.
Cambió de tema y le preguntó, -¿Quién me ayudó a bañarme?
Se le veía un poco incómoda a través de su tono.
Delfino adivinó sus pensamientos y dijo con burla, -¿Crees que fui yo?
Un rastro de vergüenza surgió en su rostro porque ella lo pensaba así en este momento.
Delfino la había ayudado a bañar antes.
Pero su irónica respuesta demostró que no fue el que hizo esto.
No esperó a que ella hablara más, pasó a su alrededor y salió de la habitación de inmediato.
Al ver desaparecer su figura, cerró la puerta, se dio la vuelta y se arrojó sobre la cama con mal humor.
Delfino que actuaba así le exasperaba a uno.
Ella se cubrió la cabeza con la manta, pensando con amargura que cuando Delfino recuperara su memoria, tendría que dejarle sentir lo mismo.
Pensaba en eso y se quedó dormida.
***
Cuando Yadira se despertó a la mañana siguiente, sintió que algo se movía en la cama.
Entonces levantó la cabeza y echó un vistazo, los ojos grandes y hermosos de Raquel aparecieron enfrente de ella.
-¡Raquelita! -abrazó a Raquel felizmente.
-Jaja ... -Raquel se rio mientras ponía sus brazos alrededor del cuello de Yadira, y le preguntó-. ¿ Mamá, por qué estás aquí?
No vio a su madre cuando durmió anoche.
Yadira se sintió un poco culpable por pensar que anoche estaba muy borracha y hasta fue a la comisaría.
Dijo con los labios fruncidos, -Yo, vine en silencio en medio de la noche.
-¿En serio? -al principio Raquel estaba un poco confundida, y luego asintió-. Vale, en silencio.
Al ver que Raquel todavía estaba en pijama, Yadira cambió de tema y dijo, -Te llevo para que te laves la cara y te cepilles los dientes.
Después de media hora, Yadira y Raquel se había cambiado y arreglado, por lo que bajaron. En ese momento, Delfino ya estaba sentado.
Sosteniendo un periódico entre sus manos, escuchó el movimiento de esas dos, pero no las miró y seguía leyendo el periódico con atención.
Yadira pensó en la noticia de que ella y Severo fueron fotografiados por los medios antes.
Pero ella no habló y comenzó a desayunar en silencio.
Después de que dijo esto, no se fue de inmediato, sino que estaba sentada en la silla durante unos segundos.
Sintiendo que Delfino no la iba a mirar, se levantó y se fue.
Él no tiró el periódico a un lado hasta que la perdió de vista.
Raquel puso su boca en el borde del plato mientras se comía un huevito frito con el tenedor, sus ojos miraban hacia arriba a Delfino.
Cuando vio los ojos morados de Delfino, se rio a carcajadas, -Papá, tus ojeritas.
Las comisuras de su boca se veía ligeramente rígidas, y le sirvió su huevo frito a Raquel, -Come un poco más.
Ella le miró a la cara con curiosidad mientras comía.
Todos dijeron que los ojos de su hija eran como los suyos, pero sintió que ella se parecía más a Yadira.
Como Raquel era una niña, no podía explicárselo todo como lo que hizo con Yadira, por lo que giró la cabeza y miró hacia otro lado.
No se durmió en toda la noche después de regresar a la habitación anoche.
Si hacía rato no se hubiera tapado la cara con el periódico, y ella le habría visto con ojos llenos de ojeras, ¿cómo habría reaccionado?
***
Yadira salió de la villa y sacó su teléfono móvil para llamar a Noela.
Noela contestó el teléfono enseguida, a través del tono de fondo supo que estaba en el aeropuerto porque se estaba transmitiendo información de los vuelos de vez en cuando.
Le preguntó, -¿Ya estás en el aeropuerto?
Cuando fue a la comisaría anoche a recogerle a Yadira, un policía le dijo que ya se había ido con otra persona e incluso una agente le había pedido el autógrafo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera
Quiero seguir leyendo...