Matrimonio de primera romance Capítulo 458

Yadira asintió con la cabeza, luego se dio cuenta de que Noela no podía ver sus movimientos actuales y dijo, -Lo llamé para que me recogiera.

-¿Lo llamaste y fue a recogerte? No te lo creo si me dices que no siente nada a ti ...

En ese momento, la voz del asistente sonó desde el otro extremo del teléfono, -Señora Noela, ya es hora de abordar.

Le respondió en voz baja, -Ve primero, ahora te alcanzo.

Luego le dijo al teléfono, -Yadirita, ahora voy a subir al avión y más tarde tomaré trenes y autobuses al llegar allí, por lo que no voy a tener tiempo para contactar contigo. Cuando regrese, tal vez el jefe Delfino habrá recuperado su memoria.

-Buen viaje, si tengo tiempo, te voy a visitar.

-Está demasiado lejos y mal comunicado, así que no lo hagas.

-Está bien, ve y nos vemos.

Yadira le instó a que cuelgue y luego cogió un taxi para regresar.

La casa estaba vacía, después de que Yadira se cambió de ropa, caminó hacia la ventana con su portátil y tablet en la mano para trabajar ahí.

Aunque había visto Ciudad Abandonada varias veces, debía de prestar atención a los detalles para que no hubiera tantas lagunas y que no hubieran sido pilladas por la audiencia.

Estando en este gremio, tenía que competir consigo misma mientras lidiaba con la audiencia.

Para escribir una sinopsis para las reuniones de negocios o un fragmento sobre la operación del comando, era posible que consultara docenas de páginas de información, y lo que necesitaba al final eran una o dos páginas.

Aunque la primera parte era como una base, escribir la segunda parte en realidad era lo mismo que redactar una historia nueva porque algunas historias nuevas mezclaban las pistas antiguas para formar una línea coherente del artículo.

Veía Ciudad Abandonada en su tablet mientras escribía algo en su portátil.

Cuando estaba cansada, sacó su móvil para ver unas noticias de entretenimiento.

Las noticias anteriores sobre ella y Severo se borraron del Internet, y ahora no había medios formales que aún cubrían esto.

Si hubiera unas pequeñas empresas de medios que lo hacían, a nadie le importaría.

A excepción de algunos escándalos de celebridades y la publicidad de nuevos dramas, no vio las noticias divertidas.

Después de leer una página de noticias, volvió a la parte superior, la actualizó y encontró un nuevo titular.

"Última noticia: el presidente Dominguez entró a la comisaría a altas horas de la noche y se llevó a una mujer, parece haber conseguido un nuevo amor ..."

Tenía un enlace en el que la foto se había tomado desde muy lejos, y la imagen se veía extraordinariamente borrosa.

Al fondo, Delfino que era alto y robusto se quedaba al lado de una mujer despeinada.

El rostro de Delfino no se veía muy claro, pero había aparecido muchas veces en público en los últimos años, incluso si no se le distinguiera bien, su temperamento se podría reconocer fácilmente.

Al contrario, la mujer despeinada a su lado ...

Después de que ella la vio varias veces, no podía creer que fuera ella misma.

No podía ver bien la cara de la foto, peor sí o sí una mujer con cabello desordenado colgando del brazo de Delfino, era terrible.

Los comentarios de esta noticia eran las reacciones similares.

"¿Que esta mujer es el nuevo amor del señor Delfino? ¿qué mal gusto, no?"

"Jajaja, esta mujer parece una loca".

-La loca eres tú -se burló Yadira cuando leía.

Continuaba leyendo.

"No puedo ver su cara, ¿tal vez sea la prima del señor Delfino o algo así?"

A lo que respondió una usuaria, "No hay esta posibilidad, se rumorea que el señor Delfino es un hombre muy frío, por lo que no estaría tan cerca de su prima."

"No, ¿el señor Delfino tiene una prometida, no? ¿Ya terminaron?"

"Si una pareja se divorciaría, y mucho menos una prometida".

Al salir del estacionamiento, siempre sentía que alguien la estaba mirando.

Ese sentimiento se hizo más fuerte hasta que entró al supermercado.

Miró hacia atrás, entró en el centro de los estantes y se escondió en un rincón

No mucho después de que se quedaba ahí, una mujer se acercó como si buscara a alguien.

Cuando la mujer se acercó, ella pudo ver su rostro con claridad.

¡Resultó que era Salia Costa!

Antes de que Salia la viera, se dio la vuelta y planeó irse en silencio.

Sin embargo, era demasiado tarde.

-¡Yadira!

Salia la llamó y caminó apresuradamente hacia ella y le detuvo.

Le miró a Yadira atentamente, y una pequeña sorpresa brilló en sus ojos, -¡Realmente eres tú!

Levantó la cabeza para mirarle y dijo fríamente, -Sra. Salia.

En ese instante se inmutó, -Yadira, mucho tiempo sin vernos, todavía me odias...

Respondió Yadira con firmeza, -No.

Salia la miró con sus ojos aturdidos.

-No importa, no seas exagerada. Si realmente te odio, me temo que no puedes quedarte aquí para que hablemos con calma.

Yadira en este momento estaba muy tranquila como su voz.

Ya no sintió nada por esta mujer porque si ella no apareciera, ella incluso olvidaría que todavía existía.