Cuando Yadira volvió en sí, justamente escuchó lo que dijo Mariano.
Ella miró a Noela y luego a Mariano, después preguntó, -¿Qué sí y no?
Mariano sonrió contestando, -La señora Noela me acaba de preguntar si puedo saber lo que está pensando una persona con mirar sus pequeños movimientos corporales y expresiones faciales.
Yadira asintió después de escucharlo y preguntó, -¿Se puede?
Mariano miró a Yadira durante unos segundos y contestó, -En teoría sí es posible.
-Entonces, ¿en qué está pensando Yadira ahora? -Noela se interesó.
Como actor o actriz, lo que tiene que hacer es darles vida a los personajes descritos en un guión y presentarlos vívidamente frente al público.
Mientras tanto, los psicólogos analizan la psicología de las personas mediante las miradas y los movimientos de los demás.
Y el actor o la actriz necesita expresar lo que está pensando esa persona mediante miradas y movimientos.
En cierto sentido, se puede considerar que tienen el mismo objetivo.
Yadira era guionista, no hacía falta decirlo, naturalmente, también estaba muy interesada en eso.
Al ver esto, Mariano dejó la copa de su mano, examinó a Yadira por un momento y dijo en voz alta, -La postura de Yadira está ligeramente sentada hacia un lado y es en dirección hacia Delfino.
Lo dijo superficialmente y se detuvo allí.
Mariano no dijo nada más, solo miró a Yadira con una sonrisa.
Noela hizo una pausa, luego alargó su voz, diciendo un significativo, -Oh.
Yadira se tocó la nariz, incómoda por los dos, quienes le estaban mirando.
Ella se movió y dejó de sentarse de lado, pero tampoco lo negó, solo se sentía algo incómoda por lo que cambió de tema, -Entonces, habla de Noela.
-La señora Noela es una persona vivaz -dijo Mariano de entrada, luego sus ojos se posaron en los pies de la chica.
Noela estaba sentada con las piernas presionadas, uno de los pies estaba apuntando al suelo, como si estuviera a punto de levantarse en cualquier momento.
Mariano añadió inmediatamente otra frase, -También le gusta unirse a la diversión.
Noela retrajo reflexivamente sus piernas, -Qué detallista eres. De ahora en adelante, no me atrevo a poner mis manos y pies casualmente si estoy frente a ti.
-Señora Noela, qué graciosa eres. Aparte de atender a los pacientes, generalmente no observo deliberadamente el comportamiento de los demás -en la voz de Mariano se notaba una leve risa por lo que parecía ser un persona más accesible.
En el pasado, Noela tenía un prejuicio contra él porque creía que salvó a Yadira por algún otro motivo, pero pasó mucho tiempo y no había hecho nada para dañarla y encima se atrevía a enfrentarse a Delfino.
Su sentimiento hacia Mariano también cambió totalmente.
Un hombre de élite ingenioso y tolerante como Mariano era agradable en todas partes.
Las tres personas estaban charlando alegremente cuando Noela de repente se quedó en silencio.
Un rastro de duda brilló en los ojos de Yadira, -¿Qué pasa?
Noela levantó ligeramente la barbilla y le indicó a Yadira que mirara hacia detrás.
Yadira volvió la cabeza y vio a Delfino caminando hacia ellos. No estaba muy lejos, por lo que le… les alcanzó en solo unos pocos pasos.
La razón por la que cambió a "les" era porque Delfino ni siquiera la miró, sino que solo se dirigió a Mariano, -Señor Mariano.
Mariano se puso de pie y sonrió levemente, -Señor Delfino, ¿necesitas algo de mí?
-Claro. ¿Es que crees que no tengo nada que hacer? -Delfino resopló con frialdad, su expresión era un poco sombría.
Yadira no sabía que Delfino invitó a Mariano realmente porque tenía algo que hacer.
Delfino usó mucha fuerza, y era violento y muy rápido. Incluso si Mariano estuviera preparado para defenderse, seguía siendo golpeado.
Mariano yacía en el suelo, frunció el ceño y cerró los ojos ligeramente. Después de unos segundos, se puso de pie apretando los dientes y se quitó el polvo inexistente en su cuerpo. Como si no hubiera pasado nada importante, Mariano miró a Delfino con una leve sonrisa, -Señor Delfino, ¿así es tu manera de solucionar los asuntos?
-No, solo que pareces querer ser golpeado, así que te di tu merecido -después de que Delfino terminara de hablar, se enderezó las mangas y se sentó en el sofá.
Mariano nunca pensó que Delfino daría tal... justificación.
Sonaba como una justificación irrazonable, pero cuando Delfino lo dijo en tono serio, Mariano sintió que tenía cierto sentido.
En realidad...
Mariano no sabía si reír o llorar, -¿Entonces tengo que darte las gracias?
-No es necesario -dijo Delfino sin prisa, luego sacó una copia del informe y la arrojó frente a Mariano-. Señor Mariano, estás muy preocupado por la salud de mi esposa, ¿no?
Era un informe de examen físico y en el apartado de nombre estaba escrito el nombre de Yadira.
Delfino había llevado a Yadira para hacer un examen físico antes, por lo que en el hospital tenía guardado el informe. Sin embargo, hacía unos días, Delfino descubrió que Mariano había sacado el el informe de Yadira.
Y, encima, era un informe de examen físico muy detallado.
Los resultados de cada examen y función físicos de Yadira se escribieron con mucho detalle y claridad.
-Señor Delfino, te has equivocado. Yadira no es tu esposa ahora. Tu prometida parece ser la que se llama Ximena Ibáñez -Mariano se sentó frente a Delfino, con una sonrisa todavía presente en su rostro.
Delfino entrecerró los ojos, mirando a Mariano con una expresión sombría, y su voz era muy fría, -Mariano, sabes muy bien en tu corazón cuál es tu propósito y no trates de esconderlo ante mis ojos.
-Solo me estaba preocupando por Yadira, ¿o es que tampoco se puede? -la sonrisa en el rostro de Mariano se entrecerró un poco-. Señor Delfino, aunque Yadira es la madre de tu hija, no puedes prohibirle el derecho a que tenga amigos, ¿verdad? Ser demasiado propietario no es algo bueno.
El tono de Mariano se suavizó gradualmente, como si estuviera persuadiendo a Delfino.
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