Matrimonio de primera romance Capítulo 522

Delfino le dio a Cerilo una mirada fría, y Cerilo bajó un poco la cabeza, y se veía como una persona decente, como si no fuera él el que acababa de decir tales palabras.

Parecía estar muy tranquilo, pero Yadira aún notó que sus manos se entrelazaron con fuerza.

Yadira se rio levemente, pensaba que la calidad mental de Cerilo era tan buena que no le tenía miedo a Delfino en absoluto.

Delfino estaba detrás de ella, con una mano sobre la mesa, y esta postura parecía que estaba sosteniéndola en sus brazos.

Estiró dos dedos y golpeó dos veces la mesa para recordarle a Yadira, -Firma.

¿Cómo Yadira se atrevería a firmar?

Cerilo era un conocido abogado en la Ciudad Mar, también era el abogado personal contratado por Delfino en forma privada. Estas cosas serían legales tan pronto como se firmaran.

Para una empresa tan grande como el Grupo Dominguez, Delfino lo trataba como un juego de niños, y simplemente se lo regalaría.

Nunca había pensado Yadira en tener el Grupo Dominguez en absoluto. Ahora Delfino le iba a regalárselo, pero ella no se atrevería a aceptarlo.

Yadira ya no sabía cómo persuadirlo, frunció el ceño y llamó su nombre impotente, -¡Delfino!

Él levantó las cejas y dijo en voz baja, -El tiempo de Cerilo es valioso. Si demoras un minuto más, le pagaré un minuto más. Tenemos que criar a Raquel, y que saber cómo ahorrar.

Su tono era serio, como si realmente le importara el dinero.

Yadira sabía que él estaba bromeando con ella.

Todavía estaba de humor para bromear en este momento.

-Delfino, no voy a firmar. El Grupo Dominguez pertenece a tu familia. ¿Cómo puedes tratarlo como un juego de niños y regañármelo así?

Delfino pareció pensar que su expresión seria era divertida, se rio y dijo, -Esto no es un juego de niños, es mi regalo de compromiso contigo para ti.

Yadira se sorprendió por un tiempo, y tardó un tiempo en poder hablar.

Ella bajó la voz y le preguntó, -¿No tienes miedo de que me enamore de otros en el futuro? ¿Me escaparé con otros hombres llevando tu dinero?

-¿Oh? Recuerdo que dijiste una cosa antes -Delfino hizo una pausa y luego dijo lentamente-. ¿Hay otro hombre con perspectivas más prometedoras que Delfino en la Ciudad Mar?

Yadira casi olvidó que había dicho estas palabras.

Mucho tiempo había pasado, y lo dijo frente a los medios de comunicación en ese momento.

Inesperadamente, incluso recordó cosas tan viejas.

Delfino la sacó de su memoria en voz alta, -Entonces te pregunto ahora, ¿crees que hay otro hombre con un futuro más prometedor que yo en la Ciudad Mar?

Su respuesta era la misma que antes.

No.

Cerilo, que había sido ignorado por ellos dos, tosió, tratando de atraer la atención de ellos y expresando su propia existencia.

No vino aquí para ver a esta joven pareja recordar el pasado.

Solo entonces Yadira recordó que había otra persona en la oficina.

Ella miró a Delfino, luego se volvió para mirar a Cerilo.

Cerilo suspiró, -¿Quieren que yo vuelva otro día?

La respuesta de Delfino fue volver a poner el bolígrafo en la mano de Yadira.

-Tengo hambre, venga, ya -después de que Delfino terminó de hablar, fue a sentarse al otro lado y firmó con Yadira.

Ella no se movió.

Delfino la miró pretenciosamente, -¡Si no firmas, no te dejaré ver a Raquel!

Yadira no sabía qué decir, sintiendo que Delfino era realmente ingenuo y aburrido a veces.

Cerilo también se sentó y comenzó a arreglar los documentos.

-¡Je! -se burló Delfino cuando escuchó las palabras.

Daba tanto miedo y las asustó.

Yadira tomó su mano y le indicó que las dejara en paz. No era una gran cosa, ¿para qué prestaba atención en un título.

Una más exigente de las chicas la llamó de inmediato, -¡Buen día, señora Dominguez!

Al ver que la tez de Delfino mejoró, las otras chicas la llamaron apresuradamente -¡Buen día, señora Dominguez!

Luego Delfino se llevó a Yadira sin decir nada más.

Después de salir del Grupo Dominguez, Yadira miró las manos que ella y Delfino sostenían juntas, y se sintió un poco perdida.

Parecía que era la primera vez que ella y Delfino aparecían en el Grupo Dominguez de esa manera.

Después de subir al coche, Yadira le preguntó, -¿Cómo se resolvió el asunto de las noticias?

-Se resolvió así -Delfino se abrochó el cinturón de seguridad, luego se inclinó para ayudar a Yadira a abrochar.

Yadira sabía lo que iba a hacer y se negó, -Lo haré yo misma.

-¿No me das la oportunidad de complacer a mi jefa? -él puso una mano en el respaldo de la silla detrás de Yadira, y la otra mano en la puerta del auto. Bajó los ojos levemente y le preguntó en voz baja.

El espacio en el auto ya era pequeño, Yadira estaba atrapada en sus brazos y no reaccionó por un tiempo, -¿Qué... complacer?

-¿Dime cómo te complazco? -dijo Delfino, inclinando la cabeza y besó la oreja de ella.

Un beso que fue tan ligero como nada, fue solo un toque, pero hizo que Yadira sintiera un temblor.

Se estremeció y retrocedió, -Compórtate en serio.

-Ahora soy tu empleado. Tú eres quien me paga el salario. Estoy tratando de complacer a mi jefa. Espero que mi jefa me pagues más para ganarme la vida. ¿No es algo serio?

Delfino habló con severidad, pero cuando lo escuchó Yadira, sintió que estaba siendo molestada por él.

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