La empleada de la tienda nupcial era observadora. Cuando vio que Delfino Dominguez y Yadira Jimenez iban adentro, entendió que ellos tenían algo individual que hablar. Por lo tanto, no se les acercó para no molestarles.
Yadira no soltó al hombre hasta que llegaron a un lugar tranquilo.
-¿Qué significa lo que ha dicho Ximena? La última vez, en el banquete nocturno, ¿por qué dejaste que ella se sentara a tu lado? ¿Qué te dijo?
Ella vio claramente lo que había pasado en aquel banquete.
El hecho era que Ximena Ibáñez se había sentado a su lado después de ella contarle algo, aunque se había podido ver que Delfino había tenido mala gana.
Y un momento antes, Ximena le había dado una mirada extraña.
Delfino se fijaba en ella con los ojos sombríos, -¿Crees que yo soy mayor?
La chica no se imaginó que él todavía estuviera en el cuadro de esta cosita, se quedó impaciente, -Como Ximena me ha molestado.
-Pero en tu mente, de veras lo crees -parecía que no quería ignorar eso, agarrarla y no le desistiría fácilmente.
Yadira levantó la mano para cubrir la cara sin remedios, -No, los hombres que tienen 30 años son como una flor. Estás vigoroso, no eres viejo.
El hombre dio una risa indiferente, obviamente, no aceptó lo que decía Yadira.
-Pues ahora puedes contestar mi pregunta.
-Hoy vamos aquí para elegir un vestido de novia -él desvió el tema, luego fue a mirar los vestidos.
Vio que Delfino estaba mirando los vestidos, la empleada se adelantó inmediatamente para presentarle el material, la peculiaridad y los diseñadores de los vestidos de novia.
-Este es la obra del diseñador más romántico de Francia...
-Esta serie tiene el sentido de eternidad...
-¡Qué bueno gusto tiene usted! Este vestido de novia es el más perfecto de nuestra tienda.
Delfino fue a elegir el vestido de novia, Yadira tuvo que seguirle.
Casi pasó una media hora, los dos se sintieron cansados, por eso se sentaron en el sofá para descansar un rato.
La empleada les sirvió la bebida, y les preguntó atentamente, -Señor Delfino, señora, ¿hay un vestido de novia que les guste?
Delfino no le contestó nada, solo puso su vista en Yadira.
Esta tienda nupcial era la mejor del Grupo Dominguez.
Y casi todos los vestidos de novia provinieron de los diseñadores conocidos de todo el mundo.
Estos le produjeron a Yadira vértigo, que pensó que cada uno tenía su propio punto brillante, por lo tanto, quería saber la opinión de Delfino.
Sostuvo la barbilla con la mano, y volvió la cara para mirar a Delfino, -¿Qué te parece?
Delfino se vestía traje casi todos los días. Como un gigante comerciante, no le interesó nada la industria textil, por eso no tenía el agudo sentido del olfato a la moda ni el apreciación de lo bello.
Para él, le daba igual qué ropa se vistiera ella, y creía que estaría más guapa cuando se quedara desnuda.
Pero él también sabía que en el normal proceso de matrimonio las mujeres tenían que vestirse el vestido de novia, por eso había pedido a Xulio Ruiz que le arreglara todo.
Y unos años antes cuando Yadira se había casado con él, no habían tenido una decente boda.
Esta vez, quería darle una perfecta.
Sin embargo, ahora él no sabía cómo contestó la pregunta de su amor.
Yadira todavía esperaba su contestación con los ojos felinos, los cuales le sedujeron mucho.
Dio una tos ligera, luego le preguntó en tono de negociación, -Si no puedes tomar la decisión, ¿quieres probarte todos los vestidos?
-¿Todos? -la chica volvió la cabeza para mirar los vestidos de novia. Aquí había tantos, ¿cuánto tiempo se necesitaba para probarse todos?
-Pruébatelos, luego elige el que te guste más -al final de las palabras, añadió-. Si no te gustan, vamos al extranjero a comprar.
Yadira no sabía si iba a reír o a llorar, -¿Por qué no vas a probártelos?
-No lo necesito, pero puedo acompañarte -le contestó con seriedad.
Ella no consideró detenidamente sus palabras. Eligió unos vestidos y pidió a la empleada para que le ayudara a probárselos.
Pero pasó toda la tarde entera, solo se había probado la muy menor parte.
Él siempre estaba ocupado, esta tarde no había hecho nada, se sentiría muy aburrido.
El móvil todavía vibraba porque Noela le mandaba mensajes.
-Este jefe te guarda mucho amor, ¿no?
-Si me haces sentarme allí toda la tarde para acompañarte, no te estaré de acuerdo.
-Espérame arreglar bien mis trabajos, pediré unos días de vacaciones para acompañarte probar los vestidos de novia.
***
Delfino realmente hizo lo que había dicho.
Al día siguiente, él fue a la empresa muy temprano. Llamó a Yadira por la tarde y le decía que le acompañaría probarse los vestidos de novia.
Esta era la primera vez que Yadira supo qué obseso estaba este hombre.
¿Acaso él de veras quería que ella se probara todos los vestidos de novia?
-Perdóname, no puedo, me queda mucho trabajo.
Hoy Fatima Núñez de repente le llamó a que asistiera a una reunión, y tal vez no tuviera tiempo libre.
El hombre se quedó callado, un rato después, le dijo, -Voy a recogerte.
-Hoy he conducido a la empresa yo misma.
-No pasa nada, puedo ir a recogerte -parecía que él deseaba verla.
No podía rechazarle otra vez, de mala gana, le dijo, -Bueno.
Este hombre siempre podía agarrar su flaco, y daba en el clavo.
Aquel día ella no había contado a Fatima la relación entre ella y Delfino, era normal que no quería que Delfino viniera a recogerla.
Parecía que Delfino también lo sabía, por eso le dijo con intención que vendría a la empresa a recogerla.
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