Matrimonio de primera romance Capítulo 548

La gerente escuchó las palabras de Yadira y le dijo, -Tenemos varios chefs aquí, y no sé a cuál te refieres específicamente...

Yadira levantó ligeramente los ojos, -Con el apellido Magrina.  

La gerente pensó un momento y dijo, -Lo siento mucho, está de vacaciones.

-¿De vacaciones?

La gerente sintió la duda de Yadira y dijo rápidamente, -Es el chef más popular y estoy muy impresionada con él, así que sé que está de vacaciones.

-¿Cuándo va a volver a trabajar?

-No estoy muy segura de esto, porque no es de mi departamento después de todo…

Yadira estaba preparada para esto cuando llegó, así que no le sorprendió mucho cuando se enteró de que Alfonso estaba de vacaciones.

Si Alfonso había sacado a Mariano del país, no era una persona corriente, y Yadira no esperaba encontrarlo fácilmente.

Encontrar a Alfonso iba a costar mucho tiempo.

***

Yadira permaneció en el hotel durante varios días, pero Alfonso no volvió.

Y durante estos días, tuvo poco contacto con Delfino.

Sintió que no podía quedarse sentada sin hacer nada, y tenía que hacer algo.

Yadira pensó que Alfonso podría ya saber que ella había venido al País M y que se alojaba en el hotel donde él trabajaba.

Si era así, sintió que debía cambiar de hotel.

A la mañana siguiente, Yadira estaba lista para irse.

Acababa de salir del ascensor y, antes de que pudiera ver quién estaba fuera, oyó que alguien decía, -Esta es la señora Yadira, la que quería probar tu cocina.

Yadira levantó la vista y vio primero a la gerente. Junto a ella, había un hombre casi idéntico a Mariano.

Cuando ella lo miró, él también la miraba a ella.

Yadira entrecerró ligeramente los ojos y habló primero, -¿Tú eres Alfonso Magrina?

Alfonso sonrió, y tenía una cara idéntica a Mariano.

Luego dijo lentamente, -Señorita, nos vemos de nuevo.

Su voz era tan parecida a la de Mariano que si no escuchabas con atención no podías distinguir su voz de la de Mariano.

Mientras que la voz de Mariano sonaba relativamente relajada, la de Alfonso tenía una cierta pesadez, como Delfino.

Yadira dijo con una sonrisa fría, -Parece que deseas mucho que nos volvamos a ver.  

-De hecho, sí.

Alfonso pausó y luego volvió a hablar, -Estoy seguro de que te gustaría mucho acompañarme a tomar un café.

-Por supuesto -el objetivo de Yadira era encontrar a Alfonso y saber dónde estaba Mariano, y ya que Alfonso se había ofrecido a invitarla a un café, ¿por qué iba a negarse?

Cuando Yadira y Alfonso se comunicaban, la gerente no entendía nada y miraba a Alfonso con expresión de desconcierto, -Ustedes…

Alfonso giró la cabeza y le dijo a la gerente en inglés, -Tengo que ir primero.

Yadira aún tenía su maleta en la mano, pero la empujó hacia la gerente, -Por favor, llévela a mi habitación. Tengo que quedarme unos días más, y volveré más tarde para la cena. Recuerde traerme mi comida entonces, que será la misma que antes.

La gerente asintió, -De acuerdo.

Yadira dijo esto deliberadamente.

Apenas Alfonso terminó las palabras, el camarero sirvió café para ellos.

Alfonso pidió un café solo, sin azúcar ni leche.

Yadira pidió un café con leche.

Los dos se sentaron frente a frente en un ambiente muy extraño durante un rato.

Alfonso bebió una taza de café durante casi una hora, y solo cuando estaba completamente frío tomó el último sorbo.

Inmediatamente después, dijo, -Te has recuperado. Mariano te ha cuidado bien.

Había mucha información en esa frase de Alfonso.

-¿Sabes lo que pasó en la isla? -Yadira no dijo claramente para saber si Alfonso sabía realmente lo que había pasado en la isla.

-Por supuesto que lo sé -Alfonso terminó, y como si supiera que Yadira no le creía, añadió-, debería haber sido yo quien te salvara, pero Mariano se me adelantó.

Yadira se dio cuenta de que no entendía nada de lo que decía Alfonso.

Sospechaba que Alfonso decía esas cosas a propósito, para confundirla, para hacerla tener curiosidad y cambiar de tema.

Sin atreverse a caer en sus trampas, Yadira se sentó más erguida y preguntó, -¿Dónde está Mariano?

Alfonso sonrió y una expresión de sorpresa apareció en su rostro, -Realmente no esperaba que llegaras al país M. Parece que todavía te importa Mariano.

-Los seres humanos tienen que agradecer a quienes les han ayudado. Vendré al país M, y no importa quién se haya llevado a Mariano -dijo Yadira con tono serio.

Alfonso se sorprendió más, pero pronto se calmó.

Golpeó con el dedo índice sobre la mesa y luego dijo lentamente, -Puedo llevarte a verlo.

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