Matrimonio de primera romance Capítulo 736

Xulio finalmente entró en razón.

Xulio siempre había antepuesto las órdenes de Delfino y dijo directamente:

—Me voy ahora mismo.

Después de que Xulio se fuera, solo quedaron Delfino y Violeta en la habitación.

Violeta tenía la misma edad que Xulio, y Xulio era dos años mayor que Delfino. Así que era razonable que Delfino le hablara a Violeta con educación.

Pero él era Delfino.

Sin embargo, la idea de Delfino era mucho más simple.

Delfino le pidió a Maximiliano que protegiera a Yadira porque tenía un trato con él. En cambio, Delfino le daba órdenes a Xulio porque éste era su subordinado, trabajaba con él llueva o truene desde hacía casi una década, y tenía la costumbre de mandarlo.

Aunque Violeta era la esposa de Xulio, no tenía nada que ver con Delfino. Aunque ése no era un hombre agradable, no era alguien grosero o poco razonable.

La habitación estaba incómodamente silenciosa, así que violeta se lo pensó por un momento y comenzó una conversación sobre Yadira. Entonces, ella dijo:

—La señorita Yadira parece estar un poco deprimida. No parece estar de buen humor últimamente.

Efectivamente, Delfino volvió a ponerse serio al hablar de la enfermedad de Yadira:

—¿ Esto agravará su condición?

Violeta solo quería dar conversación para evitar la vergüenza. Sin embargo, Delfino estaba muy serio. Debido a esto, Violeta se puso un poco nerviosa, enderezó la espalda y dijo en tono serio:

—Tendrá un cierto impacto. Sería mejor si la señorita Yadira puede estar siempre de buen humor.

Al escuchar las palabras de Violeta, Delfino puso mala cara, esa expresión suya era reamente aterradora.

Viendo a Delfino así, Violeta no se atrevió a decir nada más, sino que solo pudo sentarse y esperar a que Xulio se trajera a Raquel.

Afortunadamente, Violeta recibió una llamada de su colega, que le preguntó por algunos asuntos profesionales.

Violeta soltó un suspiro de alivio y disculpándose con Delfino, dijo: —Sr. Delfino, tengo que atender esta llamada.

Delfino solo miró a Violeta.

Violeta entendió el punto y se levantó para contestar el teléfono.

***

Cuando Violeta terminó de contestar al teléfono, se dio cuenta de que no había nadie en el salón. Violeta miró en dirección al dormitorio de Yadira, pensando que él debería de haber entrado en la habitación para volver a ver a Yadira.

El lugar donde vivía Yadira no quedaba muy lejos de la villa de Delfino, así que Xulio debería llegar pronto.

Delfino se puso al lado de la cama y miró la bolsa de suero intravenoso. Como estaba medio vacía, supuso que ella se despertaría pronto.

Delfino tocó la cara de Yadira con ternura y le acarició la mano. Debido a la intraveonosa, la mano de Yadira estaba muy fría, así que él sostuvo su mano y la calentó un rato antes de ponerla bajo el edredón. Luego, Delfino se fue sin mirar atrás.

Violeta seguía esperando fuera cuando Delfino le dijo:

—Dile a Xulio que ya me he ido cuando traiga a Raquel.

—De acuerdo. —Violeta asintió y vio a Delfino salir. Ésta se sorprendió—. Sr. Delfino, ¿se va ahora? ¿No va a esperar a que la señorita Yadira se despierte?

Delfino se detuvo y se giró para mirar hacia atrás. Tras eso, se limitó a decir:

—Sí. Por favor, cuide bien de ella.

—Pero... —Violeta quiso decir algo más, pero Delfino directamente abrió la puerta y se fue.

Pocas personas conocían el plan de Delfino. Al principio, Delfino ni siquiera se lo contó a Xulio y Apolo. Y Cerilo no era un entrometido y no le gustaba molestar a otros, así que mantendría la boca cerrada. En cuanto a Violeta, ella era la esposa de Xulio, y éste se encargaría de ella.

Poco después de que Delfino se fuera, Xulio trajo a Raquel. Cuando Xulio entró en la habitación, solo vio a Violeta en el salón.

En cuanto Raquel entró en la habitación, corrió hacia Violeta y dijo en voz alta:

—Mamá, mamá...

—¿Dónde está el señor Delfino? ¿Se ha ido ya? —Xulio salió de la habitación y llevó a Violeta a un lado para preguntar.

—Sí, se ha ido. Parecía que no quería que Raquel se reuniera con él. —Aunque Delfino no dijo nada, Violeta pudo adivinar esto.

—Ya veo. —Xulio asintió ligeramente.

Aunque Raquel era todavía joven, era muy inteligente y lo sabía todo. Si Raquel veía a Delfino también aquí, definitivamente se lo diría a Yadira, entonces ésta sospecharía y todos los esfuerzos de Delfino podrían ser en vano.

Violeta tenía un poco de curiosidad:

—¿Qué está pasando exactamente? ¿No dijiste que el Sr. Delfino iba a casarse con una de las Ibáñez? Pero parece que el Sr. Delfino todavía se preocupa por la Srta. Yadira.

Xulio frunció el ceño y negó con la cabeza:

—No se lo menciones a nadie. El señor Delfino tiene sus propios planes y muchas cosas son muy complicadas de explicar.

—Entiendo. —Violeta sabía que las cosas se complicaban y daban miedo en las familias ricas y poderosas, así que no preguntó demasiado.

Violeta solo advirtió preocupada:

—Tienes que tener cuidado.

Xulio, que había estado rígido, sonrió y pareció ser amable:

—Entendido.

—¡Mamá! ¡Estás despierta! —La voz de Raquel llegó desde la habitación, y tanto Xulio como Violeta se apresuraron a entrar.

Yadira, que estaba tumbada en la cama, estaba efectivamente despierta, pero tenía la mirada perdida.

—¡Mamá! —Raquel sonrió felizmente mientras se subía a la cama y evitaba la mano que tenía la intravenosa.

Yadira se sintió como si hubiera dormido durante mucho tiempo. Cuando finalmente se despertó, estaba en un estado de trance. Y Solo cuando Yadira escuchó la voz de su hija es que volvió a sus cabales.

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