Durante varios días, Yadira apenas habló con Delfino. Delfino no era hablador. Como ella lo ignoraba, naturalmente él tampoco dijo nada.
Delfino seguía ocupándose de todo lo relacionado con Yadira y no dejaba que nadie hiciera nada en su lugar.
El ambiente en casa era algo opresivo. Por otro lado, Raquel le hacía compañía a Yadira todos los días. Delfino las veía cuando podía y no las molestaba.
Pero Yadira comenzó a padecer insomnio, volviéndose neurasténica y excepcionalmente sensible.
En medio de la noche, se sobresaltó de repente de un mal sueño. Delfino tenía un sueño ligero. Se despertaba con los más mínimos movimientos de ella. Abraza suavemente a Yadira en sus brazos sin decir nada.
Con los ojos muy abiertos en la oscuridad, Yadira preguntó,-¿Raquel va a volver al colegio mañana?
Delfino guardó silencio un rato antes de decir,-Todavía quedan medio mes.
-¿Verdad? -murmuró Yadira,-Me equivoco otra vez.
Sentió que Delfino la abrazó estrechamente. Yadira se retorció un poco,-Suéltame. Me estás haciendo daño.
Yadira era tan delgada que le causaba dolor cuando Delfino la abrazaba con demasiada fuerza.
Delfino se apresuró a soltarla. Encendió la lámpara de cabecera y se inclinó para mirar a Yadira, pero esta cerró los ojos.
Podía sentir que Delfino la estaba mirando. Yadira se había mirado en el espejo de día. Estaba tan delgada que sus pómulos destacan. Su barbilla era tan fina como solo cubre con una capa de piel. Ya no era bonita.
Pensando en esto, se tapó la cara con la manta y dijo,-Apaga la luz.
Delfino hizo lo que ella dijo, y la habitación volvió a quedar a oscuras. Solo entonces Yadira sacó la cabeza de la manta.
-Lo arreglaré.
Delfino hizo un compromiso, y su voz parecía ronca y triste en la noche.
Yadira cerró los ojos y dijo somnolienta,-Vale, duermas.
Delfino extendió suavemente la mano y la abrazó de nuevo, sin atreverse a ejercer mucha fuerza.
Se inclinó más hacia ella, escuchando su ligera respiración. Solo cuando Yadira respiraba uniforme y lenta, indicando que estaba profundamente dormida, Delfino se levantó de la cama.
Tuvo cuidado con cada movimiento para no alertar a Yadira en lo más mínimo.
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