Cloe
Que Matthew me pidiera como compensación que limpiara su oficina por mi arrebato cuando claramente se lo merecía, era inconcebible, pero debido a que todavía tengo algunas deudas y necesito el trabajo para pagar todos los gastos del hogar, no puedo hacer que me despidan hasta tener otro trabajo, por lo que a pesar de que lo quería matar en ese momento tuve que aceptar y ahora estaba saliendo más tarde, perdiendo tiempo valioso en el que debería estar con mi bebe.
Me dirigí de prisa hasta mi casa y cuando llegue mi niño ya se encontraba dormido.
— Siento mucho la tardanza de hoy.
— No te preocupes, esta bien — dijo ella con una sonrisa amable, antes de agregar— Michael comió y se quedó dormido.
— ¿No le ha dado más fiebre verdad? — pregunte esperando una respuesta negativa.
— No, paso todo el día muy bien — contesto ella con entusiasmo y yo también estaba contenta al escucharla, al menos mi pequeño no se había enfermado más.
— Bueno esta bien, quería comentarte que por este mes seguiré llegando tarde, no se si quieras seguir prestándome tus servicios así, por supuesto que las horas extras te las pagaré — dije esperando que ella aceptara, porque ¿Dónde podría encontrar otra persona de confianza apara que cuide a mi bebe mañana?
— Claro que si puede seguir contando conmigo para cuidar al pequeño Michael.
— Gracias — le dije aliviada, al menos por ahora se me quitaba una carga de encima con la respuesta de Brooke.
— Entonces ya me voy, nos vemos mañana.
— Esta bien, buenas noches.
Después de que Brooke se fue, me dirigí a la habitación a ver a mi pequeño niño y al verlo ahí, tan lindo en su cuna no pude evitar acariciar su mejilla con delicadeza, lo había extrañado todo el día como loco, a pesar que desde que lo tuve rápidamente empecé a trabajar, todavía no me acostumbraba a estar tanto tiempo lejos de el.
Al día siguiente cuando llego Brooke ya yo le había dado el desayuno a Michael, por lo que termine de alistarme para ir al trabajo, no podía llegar tarde de nuevo si no quería más problemas con Matthew.
— Adiós bebe, mami te ama — dije despues de darle un beso en la frente a Michael.
— Mamá — murmuró el con esa linda sonrisa que me impulsaba a ser fuerte día a día e inevitablemente deje otro beso sobre su frente.
— Me voy Brooke, nos vemos mas tarde.
— Adiós — dijo ella y yo salí de prisa para montarme en mi auto y conducir hacia la empresa.
Cuando llegue era justo la hora de entrada, lo que fue un alivio, porque al menos hoy no tendría que tener otro enfrentamiento con Matthew por esta razón, así que inmediatamente me puse a hacer mis deberes.
Después de terminar con mis deberes del día llego la hora de limpiar la oficina de Matthew de nuevo, así que me dirigí hacia allí algo nerviosa, cuando estábamos cerca la tensión entre nosotros era demasiado grande.
— ¿Puedo pasar señor Black? — pregunte mientras tocaba la puerta.
— Pasa — contesto el con voz grave, me encantaba escucharla a pesar de todos los insultos que siempre derramaba sobre mi, ya no sabia como dejar de sentir amor por este hombre cruel.
Al entrar a la oficina lo primero que divisé fue a el, sentado en su escritorio tan imponente y fuerte, tan atractivo y sexy, era hechizante mirarlo así y mi cuerpo moría por acercarse a él, para sentarme sobre sus piernas, besarle y tomar todo lo que me pudiera dar, pero mi mente no se dejaría llevar por estos impulsos tan salvajes, no viendo el odio que me tenía en sus ojos.
— Puedes empezar, ya sabes donde están los implementos de limpieza — dijo el sacándome de mi ensoñación.
— ¿Cloe cuando te cansaras de negar lo sucedido? ¿Cuándo vas a aceptar que me engañaste?
— Nunca, porque no lo hice, todo fue una trampa de tu familia.
— Cloe ya deja el circo, acepta que te comportarte como una cualquiera de una vez — me grito Matthew y sin poder soportarlo más lo abofetee y el me miro desconcertado y furioso, antes de tomar mi cara entre sus manos y darme un beso furioso, con hambre, parecía que me quería devorar, estaba sacando toda su rabia hacia mi por medio de este beso y a pesar de que mi mente me decía que me alejara, mi cuerpo no pudo resistirse a esos labios que tanto había añorado y empecé a corresponder.
Cuando obtuvo una respuesta de mi cuerpo su beso se hizo un poco menos violento pero igual de apasionado mientras me tomaba de la cintura y me pegaba a su fuerte cuerpo.
Había extrañado demasiado esta sensación, lo había extrañado tanto a él, con esto era lo que había soñado por tanto tiempo, solo Matthew causaba todo esto en mi.
Nuestras respiraciones comenzaron a intensificarse y el me levanto en sus brazos para sentarme encima de su escritorio sin dejar de besarme y se metió entre mis piernas mientras las acariciaba y yo rodeaba su cuello con mis manos para atraer lo más hacia mi, necesitaba sentirlo, saber que esto era real y no un sueño más, quería saber que esto era real y no desaparecería al despertar como tantas veces antes.
La ropa en nuestros cuerpos pronto comenzó a estorbar y el fue desabotonando los botones de mi camisa con destreza e iba dejando un camino de besos desde mi cuello hasta mis senos, excitándome más, ya sentía mi cuerpo ardiente y la humedad en mis bragas.
Mis gemidos ahogados empezaron a llenar la habitación cuando Mattew sacó uno de mis pechos del sostén y empezo a jugar con el en su boca mientras con una de sus manos masajeaba el otro y yo sin poder evitarlo más también empecé a buscar desabotonar su camisa, para sentir su piel bajo ella, volver a sentir toda su musculatura.
Me encantaba poder verlo así, con ese fuerte torso a la vista que me enloquecía, tan excitado como yo, tan necesitado mientras volvía a dirigir su boca hacia mi para besarme con una pasión arrasadora.
El se separo de nuestro beso y solo me miró, como verificando que esto fuera real y me fascinó ver que en su mirada no había odio, solo pasión desenfrenada y quizás algo más que no pude descifrar en este momento, porque desvío su mirada para ayudarme a quitar mis bragas.
Mi mente gritaba que acostarme con el seria un error, que el me seguía odiando, que no hiciera esto porque me arrepentiría, pero mi cuerpo se negaba a obedecer hechizado por las caricias y la mirada de Matthew, por lo que simplemente me rendí, dejándome llevar por sus besos.
Quizás me arrepentiría cuando todo terminara, pero en este momento lo necesitaba, por fin en todo este tiempo lejos de el, me estaba sintiendo verdaderamente bien.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi amor, por favor regresa a mí.