-¿Estás segura?-
Isidro dudaba de lo que decía.
Fernanda no podía creerlo, -¡Yo he cocinado para ti antes! Cuando estuvimos en la villa...-
-Lo olvido.-
-...- ¿Podía olvidar cosas entre dos meses?
Fernanda lo miraba con incredulidad, -Isidro, ¿no supo nunca quién soy antes?-
Isidro miraba a Fernanda, -Sí.-
La criada era contratada por Pedro y no le importaban estas cosas.
Su respuesta era seria, ya Fernanda le dolía el corazón. Pero recordaba cuando no lo conocía antes, era muy raro, lo veía dos veces y también le daba la sensación de que nadie podía acercarlo.
Fernanda miraba a Isidro y decía, -Entonces, si no me caso contigo, ¿tú… me olvidarás?-
Isidro decía, -Quizás.-
Cuando decía esto, Fernanda entendía que él era bueno con ella, solo porque ella era su esposa, sería tan bueno si alguien más se casara con él.
Consentía a su esposa era su principio.
Fernanda sentía repentina curiosidad por él, -Isidro, ¿has...has sido lastimado?-
Estos días siguiéndolo de vuelta, podía sentir que los familiares eran muy cautelosos frente a Isidro, y parecía tener mucho miedo de que lo lastimaran otra vez.
Fernanda sentía que debía entenderlo debido a que se preocupaba tanto por el asunto de ella y la consentía tanto.
Isidro miraba a Fernanda, -¿Por qué me preguntas esto de repente?-
Aunque ella estaba estudiando aquí, realmente no tenía mucho tiempo para ir de compras.
Pedro miraba la reacción de Isidro y estacionaba el auto donde Fernanda decía, -No tienes que esperarme, puedo volver solo.-
No estaba muy lejos de donde vivía Isidro.
Isidro y Pedro regresaban primero.
Pedro le informaba a Isidro, -Hay una pequeña empresa que acaba de establecerse, le envía un correo electrónico, esperando que pueda financiar su empresa. He investigado esta empresa, es decir, algunos estudiantes universitarios fundan la empresa para practicar. ¿Quiere verlo?-
-¡Déjame verlo más tarde!-
Fernanda entraba de afuera cargando varias bolsas, Luisa Méndez quien trabajando como criada en casa se acercaba al ver esta situación, y decía, -Señorita Fernanda, ¿por qué compraste tantas cosas?-
-Los vi tan deliciosa, así que no pude evitarlo.- Había algunas verduras frescas y frutas, pero pesaban demasiado y estaba exhausta.
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