Mi Chica Melifluo romance Capítulo 147

—¿Estás casado, Maestro?—le preguntó Dulce en un susurro mientras apoyaba las manos en la mesa.

—Sí —Gonzáles asintió con la cabeza.

—Tu esposa debe tener buen carácter —preguntó Dulce con una sonrisa.

La cara de Gonzáles volvió a ser infeliz y golpeó seriamente su taza de té sobre la mesa, poniendo su aire de maestro y preguntándole,

—¿Dices que soy malhumorado?

—Un poco —Dulce se rió a carcajadas, encontró que Gonzáles era bastante interesante, como un tigre de papel estándar que en realidad no daba miedo.

—¿Estás casada?

Gonzáles le preguntó, en realidad era una pregunta casual, pero la sonrisa de Dulce se desvaneció un poco, guardó silencio por un momento y asintió con la cabeza.

Gonzáles parecía aturdido y la miró por un momento antes de preguntar,

—¿De verdad?

—De verdad —Dulce sonrió con amargura.

Los ojos de Gonzáles se posaron en sus manos, de diez dedos limpias, sin encontrar ni siquiera un rastro de haber llevado un anillo.

—No hay anillo, ni boda, ni sentimientos, pero me acabo de casar y sigo pensando que es un sueño —Dulce levantó sus diez dedos y los agitó frente a sus ojos.

Por alguna razón, ella realmente quería derramar el dolor de su corazón a alguien, aunque esta persona podía ser un hombre de treinta y cinco años que parecía tener cuarenta y cinco años y no tenía una profunda amistad.

—¿Con quién? —Gonzáles, una persona de ideas anticuadas e inflexible, sintió repentina curiosidad por saber quién había tenido la suerte de casarse con esa hermosa mujer.

Las comisuras de los labios de Dulce se fruncieron con fuerza y su respiración se volvió urgente, y después de un rato, susurró,

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