Mi dulce corazón romance Capítulo 127

Esta vez, Cordelia Vega se rio.

Miró a Briana Vega y dijo a la ligera:

—No es tan fácil ser una amante... ¿Es por tu propia experiencia personal, verdad hermana? Siendo una intrusa durante tantos años. Deberías tener algo de experiencia, ¿no?

Briana se estancó, y de repente su cara se puso tensa.

Cordelia sonrió de nuevo:

—Pero menos mal sabes quién eres, y también sabes que no das la talla para estar con Aurelio, entonces ahora ni lo piensas en eso, pero yo, no hace falta que te preocupes tanto por mí, si tienes tiempo y la energía es mejor preocuparte más a ti misma. Además, como ya has perdido el hijo, ahora ni tienes una ficha para que puedas ser un miembro de la familia Alfaro. Nadie sabe que, si cuando Bosco se ha arrepentido, ¿qué tienes que hacer luego?

Al escuchar eso, la cara de Briana cambió por completo.

—¡Cordelia!

Ella apretó los dientes:

—Bosco no se casa conmigo ahora es porque todavía yo no estoy preparada, no es porque él no quisiera casarse conmigo.

Cordelia se encogió los hombros:

—¡Lo que digas!

Era un hecho que se quedó embarazada antes de casarse.

También era cierto que había perdido el niño.

Briana estaba furiosa.

Pero Cordelia ya no le quería hacer más caso, cogió el bolso y se marchó.

Isabel Parodi ya se había marchado con otras personas. En la oficina, todos vieron que ella y Briana salió una detrás de otra, y a ellas toda la gente las echó una mirada chismosa discretamente.

Cordelia lo ignoró. Cristina Moreno se acercó, ella la miró y dijo:

—Cristina, tengo que irme ahora. Si alguien de la empresa chismorrea, notas su nombre.

Todo el mundo cambió la cara repentinamente.

Cristina no podía contener su sonrisa y respondió respetuosamente:

—Sí, lo tengo.

Cordelia volvió a mirar a los empleados y dijo en voz alta:

—Yo soy una persona que tengo integridad e imparcialidad, pero desafortunadamente siempre hay algunas personas que les encanta estigmatizarme. Yo no lo puedo evitarlo, porque cada persona tiene su libertad para opinar las cosas. Entiendo que a todo el mundo le gusta contar chismes, pero si las cosas no están probadas, es mejor que no las difundan. Las moscas solo entran en bocas abiertas. Cuando se revelan la verdad, me temo que afectara la relación entre los compañeros. ¡Eso es todo! Tengo que irme ahora, sopesémoslo ustedes a sí mismos.

Después de hablar, Cordelia se marchó.

En la oficina se miraron el uno al otro y todos estaban nerviosos.

Después de enterarse de esta gran noticia, varias personas que no llevaban bien con Cordelia ya estaban listos para difundir la noticia a través de WhatsApp.

Por su tono, estaban dudando de que si era verdad que ella rendiría cuenta con ellos después.

Varias personas quedaron vacilando, y no podían tomar la decisión.

En este momento, Cristina tosió y se adelantó.

—Todo el mundo ha oído lo que ha dicho directora Cordelia. Es mejor que solo concentráis sobre vuestro trabajo y no cotilleáis tanto. ¿Lo habéis comprendido?

—Sí, entendido.

Todo el mundo estaba de acuerdo, luego Cristina se fue.

Por otro lado, Cordelia fue al hospital con Isabel.

Nacho fue golpeado por Cordelia anoche. Cuando se despertó, descubrió que tenía las manos y los pies atados y tenía un trapo en la boca también. Nadie supo que de dónde había conseguido este trapo, estaba muy sucio y se olía fatal.

Para no obstaculizarle, Isabel ahuyentó a todos los sirvientes del segundo piso, así que no importaba cuantos golpes diera a la puerta para pedir ayuda, nadie le oyera.

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