Mi dulce corazón romance Capítulo 182

La trama no era complicada, pero Cordelia Vega no conseguía dar una bofetada real a Bruno Calle.

Rodrigo Buffon era exigente y tenía que ser una bofetada real. Pero si el golpe fuera demasiado fuerte, la marca quedaría en su rostro y afectaría al rodaje posterior.

Por lo tanto, los envió a un lado para que el subdirector les enseñase el truco de abofetear flojo, fingiendo como si era muy fuerte.

Briana Vega vio esta escena, caminó hacia Rodrigo y sonrió levemente preguntando:

—Director Rodrigo, ¿va bien el rodaje?

Rodrigo se sentó en el pequeño taburete, la miró y asintió indiferentemente.

Aunque no prestó mucha atención aquel escándalo, después de todo, había armado tanto jaleo en la industria del entretenimiento y Rodrigo escuchó un poco el caso.

Por lo tanto, Rodrigo no tenía una buena impresión de Briana, pero no le iba a poner problemas, porque actuaba según el caso y no a la persona.

Rodrigo había aceptado que Briana interpretara la antagonista femenina, porque ella era realmente adecuada para este papel.

Bueno, aunque la mayoría de la gente no podía detectarlo, él pudo ver que la mirada de Briana emitía suficiente malicia desde su interior.

Briana no sabía lo que estaba pensando, pensó que Rodrigo había aceptado su actuación por su fama y sus seguidores.

En el peor de los casos, sería por el reconocimiento a sus habilidades de actuación.

Por eso, aunque Rodrigo la trató con frialdad, ella le pidió a Yoli Donato que le trajera un taburete y se sentó a su lado.

—Aunque Cordelia y yo somos hermanas, no nos hemos relacionado mucho durante estos años, así que ni siquiera sabía que ella quería entrar en la industria del entretenimiento.

Mientras hablaba, Briana suspiró de manera impotente.

—Pero siempre he estado pensando, que no importa qué camino quiera tomar, uno debería esforzarse para conseguirlo. Realmente no esperaba que Cordelia estuviera tan ansiosa, ya le había prometido que la iba a ayudar y usó esas estrategias para hacerse propaganda.

Rodrigo frunció el ceño y se sintió cada vez más perdido por sus palabras.

No obstante, su mente estaba centrada en el rodaje y no se molestó en preocuparse por otras cosas.

Por eso, se levantó en medio de la mirada ilusionada de Briana y le gritó al subdirector, que estaba explicando la obra a Cordelia y a Bruno:

—¿Ya está listo? Cuando esté listo, ¡empezamos de nuevo!

El subdirector respondió rápidamente:

—Listo.

—Entonces, ¡reiniciamos!

Cordelia y Bruno regresaron rápidamente a sus posiciones originales y seguido de un sonido de “ACCIÓN”, una bofetada golpeó severamente en la cara de Bruno.

La cara de Bruno fue abofeteada por Cordelia y la miró con incredulidad diciendo.

—¿Cómo te atreves a pegarme? ¿Sabes quién soy?

Cordelia dijo enojada poniendo la mano sobre la cintura:

—¡No me importa quién eres! Aunque fueras el rey, tampoco puedes humillar a la gente a tu gusto... ¡Ah!

Bruno no esperó a que ella terminara, tiró de las manos de Cordelia y los detuvo pegando a su espalda. Cordelia no estaba dispuesta a caer en la mano del oponente y pisó con fuerza su pie. Bruno sufrió un dolor y cuando aflojó su mano, ella se giró y los dos cayeron rodando abrazados de la rampa.

Rodrigo mantuvo la mirada fija en la pantalla hasta que terminó la escena y dijo:

—¡Genial! ¡Siguiente!

Cordelia y Bruno se levantaron del suelo y dieron un suspiro de alivio.

Briana se sentó a su lado, al ver que Rodrigo no la había ignorado, se mordió el labio y sentía una ardiente humillación en su rostro.

Pensó que Rodrigo era un simple director novato. Aunque su influencia no llegaba a ser una actriz de primera categoría, seguía siendo una estrella superior a la segunda categoría en la industria del entretenimiento.

A pesar de que su reputación ya no era tan buena como antes, tenía relevancia comercial y los directores la trataba de manera cortés.

¿Cómo pudo tratarla con tanta frialdad?

Briana estaba furiosa, pero no podía mostrarlo. Después de todo, estaba en el rodaje y tuvo que aguantar apretando sus dientes.

Después de un rato, Briana se puso de pie y se fue enfadada.

Cuando Briana se fue, los ojos de Rodrigo se posaron en su espalda.

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