Mi dulce corazón romance Capítulo 183

Cristina escuchó el tono firme de Cordelia, por lo que se sintió aliviada y colgó el teléfono.

Después de colgar el teléfono, Cordelia fue directamente al estudio para buscar a Rodrigo.

Tenía que rodar por la tarde, como director, Rodrigo no podía volver al hotel para descansar.

Después de comer, tomó un descanso y empezó a trabajar.

Cuando Cordelia lo encontró, Rodrigo estaba mirando las escenas que habían rodado por la mañana y se sorprendió un poco al verla venir.

—¿Anda? ¿No volviste al hotel para descansar un rato? Por la tarde, tienes unos rodajes físicamente exigentes, hay que estar al loro.

Cordelia sonrió y dijo:

—No hay problema. Director Rodrigo, quiero hablarle de algo.

Rodrigo la miró, notó su mirada y asintió:

—Está bien, hablemos allí.

Dicho esto, la llevó a la sala de descanso temporal del equipo de rodaje.

Después de entrar a la sala, Rodrigo preguntó:

—Di, ¿por qué me buscas?

Cordelia sacó directamente su móvil, entró a la pantalla de las búsquedas populares de Facebook y la colocó frente a él.

Rodrigo se sorprendió, cogió el móvil y lo miró al detalle. Cuando vio el título y las fotos, su rostro se coloreó por la ira.

—¡Imbécil!

Dejó el teléfono sobre la mesa y dijo furioso:

—¿Quién tomó estas fotos? ¿Quién escribió estas tonterías? ¿Están ciegos o son unos desgraciados? ¿Cómo han podido provocar un escándalo porque hayas sostenido a alguien emborrachado? ¿Qué intención tienen?

Cordelia sonrió y persuadió:

—Director Rodrigo, no tiene que enfadarse. La persona que hizo estas fotos quiere empeorar mi reputación, pero es una lástima, porque no lo va a conseguir.

Rodrigo se sorprendió y la miró desconcertado.

—¿Quién quiere arruinar tu reputación? No entiendo, eres una actriz reciente en este campo, ¿a quién podrías haber obstaculizado? ¿Cuáles son los beneficios de planificar todo esto?

Cordelia enarcó las cejas y dijo:

—Quizá... ¿Podría ser por pura envidia?

Rodrigo se quedó atónito.

Cordelia guardó el móvil y dijo con calma:

—La razón por la que le he dicho esto, es para que tenga una idea y lo sepa para cuando sea entrevistado. Porque sé que no suele entrar en Facebook.

Rodrigo reaccionó de inmediato y frunció el ceño.

—Entonces... ¿No me vas a dejar intervenir?

Cordelia asintió.

—No se preocupe, yo me ocuparé de este asunto y le prometo que no habría más problemas.

Sin embargo, Rodrigo negó con la cabeza, mostrando su desacuerdo.

—No, no parece ser gran cosa, pero si no se maneja adecuadamente, tendrá un gran impacto sobre ti. No te preocupes, haré una declaración pública y buscaré a alguien para averiguarlo en secreto. No entres más en el tema.

Cordelia lo miró y parpadeó.

—¿Por qué va a hacer una declaración?

Rodrigo estaba desconcertado.

—¿Por qué no?

Cordelia se rio y dijo:

—Es una buena oportunidad para aumentar la popularidad de nuestro rodaje, si han gastado dinero para aumentar nuestra visualización en búsquedas, ¿por qué lo vamos a despreciar? Simplemente deje que mantengan la búsqueda popular y no haga ninguna declaración. Viene genial para hacer propaganda a nuestra obra.

Rodrigo estaba completamente desconcertado.

—¿No tienes miedo de que todos lo crean y piensen que eres una persona que jugó a sucias para conseguir el rol?

Cordelia lo miró y sonrió lentamente.

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