Mi dulce corazón romance Capítulo 209

Briana abrió los ojos de par en par y la miró sorprendida y aterrorizada.

—¿Qué quieres hacer? Si lo has prometido...

—Sí prometí al señor Ricardo de no decírsela a nadie la relación de nosotros tres, esto se basaba en la premisa de que no meterías conmigo, pero si insistes en meterte conmigo...

Cordelia se burló con una mirada fría.

—Yo tampoco seré gentil, luego ya veremos si el puesto que robaste sigue siendo tuyo o no.

—¡Cordelia!

Cordelia se levantó, sin ganas de prestarle más atención, y se fue directamente.

Paulina no había escuchado de lo que hablaron, pero se puso furiosa al ver a Cordelia marcharse así.

—Señorita Briana, ¡Vamos a llamar a la policía o al señor Bosco! Ella cómo se atreve a dañarte, ¡No podemos acabar esto así!

Briana estaba tan enfadada incluso casi rompía sus uñas de apretar con tanta fuerza.

Al oír las palabras de Paulina, se giró la cabeza y le miró fijamente.

—¿Llamar a la policía?

Paulina no entendía muy bien por qué tenía esa mirada y asintió.

—Sí.

Briana se puso furiosa de repente, y le empujó:

—¡Lárgate!

Paulina no sabía lo que había dicho mal, aturdida, pero seguramente notó el enfado de Briana, pues creía que seguía enfadada de lo que hizo Cordelia.

—No seas así, Señorita Briana.

Briana respiró profundamente, e intentando bajar la ira.

—Llévame al hotel, dile a Rodrigo que no estoy muy bien, no podemos grabar hoy.

Paulina se empanó en un momento.

—¿Qué?

Briana le miró fijamente.

—Date prisa.

—Pero… Lo de Cordelia, ¿Lo dejamos así sin hacer nada?

Briana miró fijamente la dirección donde se marchó Cordelia, y apretó los puños.

—No te preocupes, no se va a acabar así, lo que me ha hecho hoy, tarde o temprano, se lo haré devolver mil veces más.

Finalmente, Paulina fue a pedir permiso de descanso de Briana a Rodrigo Buffon.

Era imposible que Rodrigo no supiera nada de lo que sucedió en el escenario, pero en frente de Paulina, no dijo nada.

Rodrigo fingió de no saberlo.

—Sólo ella tiene tantos problemas, de acuerdo, sólo un día, debe reanudar el trabajo mañana.

Aunque Paulina estaba insatisfecha, no se atrevió a decir, y volvió con sus palabras.

Por otro lado, Cordelia se sentó delante del espejo, dejando que Nora le aplicara medicamentos en la cara.

Cordelia estaba maquillada, para aplicar el medicamento, naturalmente tenía que desmaquillarse primero, pero por suerte la cara de Cordelia no tenía que maquillarse mucho, así que era fácil desmaquillarse.

Nora le aplicó cuidadosamente mientras decía con preocupación.

—¡Briana está loca! Mira esta cara, está casi hinchada.

Al ver su cara de indignación, Cordelia no pudo evitar de reírse.

—Déjalo, sólo puede estar peor que yo, sobre todo esa patada que le diste, no usaste toda tu fuerza, ¿Verdad?

Nora se burló:

—Si hubiera usado toda mi fuerza, ahora mismo no estaría caminando al hospital, estaría tumbada para que una camilla la lleve.

Al fin y al cabo, Nora sabía que no podía hacerlo demasiado en el set.

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