Mi Esposa Astuta romance Capítulo 144

—¡Exactamente, ella es la única chica que podría impresionarme! Date prisa. Voy a presentártela —Pero entonces Valentina dudó durante unos segundos. Empezó a preguntarse si Daniel ya conocía a Camila.

—Antes de que pudiera continuar, Daniel colgó el teléfono.

A Valentina le hizo gracia.

Hace un momento, Daniel apenas mostró interés. Pero en cuanto supo que se trataba de Camila, se emocionó totalmente.

Debe haber un secreto entre él y Camila, supuso Valentina.

—Camila, ¿cómo llegaste a conocer a la Sra. Cambeiro? Debe de haber un problema —Leila se acercó a Camila, que merodeaba por la zona del bufé para mantenerse alejada de la conversación social.

—Sólo adivina. Leila, vas a perder todo lo que aprecias, igual que lo que me pasó a mí. Me has quitado lo que me pertenecía antes. Ahora es el momento de recuperarlo. Ojo por ojo —dijo Camila.

Al oír eso, Leila sintió que el corazón le daba un vuelco.

Ahora Camila se había ganado el favor de Valentina. Al pensar en eso, Leila no pudo evitar temblar de miedo, ya que no tenía ni idea de lo que iba a pasar a continuación.

—¡Camila, estás declarando una guerra! Espera y verás —Leila la miró provocativamente.

—Camila, ¿puedes venir aquí? —Valentina de repente le hizo señas para que se acercara en la distancia.

—Lo siento, tengo que irme. Diviértete —Camila le lanzó una mirada y se alejó.

Se acercó a Valentina, que la cogió del brazo para llevarla con una sonrisa.

La relación entre ellos parecía agradable.

Leila se sintió abrumada por los celos al ver a Valentina siendo tan amable con Camila.

Se sintió desechada mientras Valentina aparecía tan cerca de Camila.

Leila había sido el centro de atención de todos desde que nació. Nunca había probado la amargura de ser ignorada, que le resultaba tan intolerable.

Sin embargo, por mucho que lo intentara, tanto Camila como Amara podían superarla fácilmente en todos los aspectos.

Mientras estuviera en la rivalidad contra ellos, siempre sería aplastada.

—Sra. Cambeiro, ¿a dónde vamos? —preguntó Camila.

—Quiero presentarte a alguien importante. Ahora ha llegado —Valentina sonrió para responder mientras miraba hacia otro lado.

Camila siguió su vista y entonces se fijó en un joven caballero con traje blanco.

No era otro que Daniel.

Como siempre, Daniel iba de blanco. Su pelo parecía brillar ligeramente mientras sus ojos brillaban como una galaxia. Parecía bien educado pero aparentemente difícil de alcanzar.

Camila se detuvo durante unos segundos en cuanto se enfrentó a él. Nunca se le había ocurrido que el importante al que se refería Valentina era en realidad Daniel, el joven que la había ayudado en algunas ocasiones.

Daniel se fijó en Camila nada más entrar en el local.

Todavía recordaba que Camila era una chica inocente cuando trabajaron juntos para lograr ese milagro médico hace unos años.

Aunque el tiempo podría borrar la impresión que dejó en Camila, todavía recordaba claramente cada momento que pasó con ella.

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