Lorenzo se levantó, ya escuchó a Ignacio durante mucho tiempo y solo lo respondió de vez en cuando.
—Espérame unos minutos. Iré al estudio y haré un videollamada contigo.
Aunque estaba molesto, Lorenzo nunca tenía una actitud negligente en el trabajo.
—¿Vas a trabajar?
Camila vio que Lorenzo se vistió rápidamente y preguntó con curiosidad.
—Hay algunas cosas que él no puede manejar, tengo que hacerlo personalmente.
Al ver a Camila mirándolo, Lorenzo se paró frente a ella, se inclinó cerca de su oído y habló en voz baja:
—Descansa un momento, espera a que yo regrese y continuemos.
—A decir verdad, me agoto y tengo hambre.
Camila miró a Lorenzo con vergüenza.
—Pido al amo de llaves que traiga comida frente a la puerta de la habitación. Cuando él se vaya, puedes abrir la puerta, para que no te avergüences.
Lorenzo habló con una sonrisa.
—Quiero estar contigo.
Camila miró a Lorenzo.
—No es que tenga miedo de que escuches los secretos comerciales.
Lorenzo miró a Camila, mostró una sonrisa pícara.
—¿Todavía puedes moverte?
—Bueno, duermo un momento.
Camila echó una mirada a Lorenzo, su cara estaba enrojecida por la vergüenza y se metió en la manta.
Lorenzo entró al estudio y estaba ocupado con trabajo.
Camila se quedó sola en la habitación. Aunque tenía mucho sueño, descubrió que no podía dormir en absoluto.
En medio del verano, Camila miró hacia abajo y vio las huellas en su cuerpo. Estaba preocupada, porque no podía salir en absoluto.
Aunque Camila se vestía de manera conservadora, su ropa era de manga corta y de escote en V. No podía usar mangas largas y bufanda en un día tan caluroso. ¿Sí?
Mientras estaba pensando, el teléfono móvil volvió a sonar. No necesitaba adivinar, Camila supo quién le envió el mensaje.
—Tomas el amor más en serio que la amistad. Mientras Lorenzo está frente a ti, ni siquiera necesita engancharte con los gestos. Puedes lanzarte a él. ¿Cómo lo describo? Lorenzo tiene tanta atracción para ti, es como un elemento imprescindible de tu vida.
Amara lo pensó por un momento y se le ocurrió la descripción más adecuada.
—Amara, ¿Por qué tienes tantos celos? ¿Acaso Sergio no puede satisfacerte? Mi Lorenzo es guapo y amable, es muy normal que esté loca por él.
Camila sintió que ya estaba obsesionada por Lorenzo completamente. Incluso si no podía verlo, mientras hablaba de él, sentía dulzura en su corazón.
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