Mi Esposa Astuta romance Capítulo 264

—Tengo que agradecerte por el asunto anterior en nombre de mi empleada.

Lorenzo miró a Camila, jugando con la copa de vino.

—Si el Grupo Cambeiro puede contratarte como consultora médica, seré la mayor bendición.

—¿Eh?

Camila no recordaba bien. Cuando Lorenzo lo dijo, estaba aún más confundida.

—Había una vez, viniste a mi empresa y encontraste a una empleada embarazada que tuvo calambre en la pierna. Ella no se podía aliviar y sudar mucho, y otros no se atrevían a ayudarla. Fue tú quien acudió a masajearla para aliviarla el dolor del calambre.

—Esa empleada vino a mí y me dijo que quería agradecerte.

—Es un asunto insignificante, no lo presto atención.

Camila lo recordó.

Camila estaba feliz de que el Grupo Cambeiro pudiera invitarla a servir como consultora médica, pero no podía estar de acuerdo. Porque ellos estaban divorciados...

—Este es un honor supremo para cualquiera. Incluso si no sirve al Grupo Cambeiro en el futuro, será un currículum perfecto. Pero no puedo aceptarlo. Es mejor servir a más personas en el mundo que servir a un grupo. En el público, si me uno al Grupo Cambeiro, somos mutuamente beneficiosos. En privado, trabajamos en un campo común no es algo bueno.

Camila habló eufemísticamente, pero Lorenzo lo entendió.

—Para ser exactos, si el Grupo Cambeiro invita a un sabio médico a la empresa, se considerará como una fuerza poderosa. La felicidad de los empleados se duplicará y la reputación será mejor. El valor de una médica inteligente y amable es inconmensurable.

Lorenzo sonrió.

—Cada uno tiene su propio lugar y su propia función. Solo trato de hacer mi trabajo lo mejor posible. Señor Lorenzo me elogias demasiado.

Camila sabía que la razón por la que Lorenzo hizo tanto para mantenerla en el Grupo Cambeiro, no era para mostrar esas razones altisonantes. Lo que pensaba en su corazón era la causa raíz.

Lorenzo se quedó en silencio por un momento, luego de repente levantó la mano para acariciar la cara de Camila. Ella se quedó atónita por un momento y su cuerpo estaba un poco rígido.

—El maquillaje se arruinará.

La sonrisa de Lorenzo parecía un poco impotente, pero su voz era tan cariñosa como siempre.

Los dedos de Lorenzo parecían ser fuertes, pero cuando acariciaba la mejilla de Camila, relajó su movimiento. La luz de cristal cayó sobre sus hombros como un sueño.

La cara de Camila era tierna y Lorenzo no quería dejarla. Su mano deslizó hasta los labios y los frotó suavemente. Podía ver la timidez de Camila y sus ojos estaban llenos de ternura.

Los dos se miraron, como una repetición de una escena clásica en una película.

Camila levantó la cabeza para mirar a Lorenzo, Lorenzo bajó su cara hermosa para mirar a ella. Solo se veía, se extendió un sentimiento sutil.

Camila estaba enamorada del hombre frente a él, y también estaba enamorada de la fragancia dulce de madera de Lorenzo. Sus ojos profundos como el mar que parecía poder absorber su alma.

—Voy a pedir perdón. Hay una reunión en la sucursal. Tengo que asistir en persona. Incluso si no voy ahora, cuando regrese al Ameriart, todavía tengo que tener una videoconferencia. Tú...

Aunque Lorenzo no quería asistir, quería estar al lado de Camila, pero no podía ser tan caprichoso. Ser realistas, si el Grupo Cambeiro colapsaba, los empleados perderían sus trabajos.

No podía ser tan caprichoso. Aparte de la responsabilidad, lo que más importante era que Lorenzo sabía que ellos parecían estar a punto de separarse. Al pensar en esto, Lorenzo estaba molesto. Quería entregarse a trabajo para liberarse de este lío.

—Está bien, puedes trabajar en paz. Tengo que volver y ver cómo están las plantas recién cultivadas. Contáctame cuando hayas terminado.

Camila estaba aliviada. Después de todo, sabía que la situación de Lorenzo no podía retrasarse. Tenía que desarrollar la medicina lo antes posible. Si Lorenzo estaba a su lado, no tenía oportunidad de usar su sangre para probar.

Ellos salieron del restaurante. Camila tenía curiosidad por el aspecto de la sucursal del Grupo Cambeiro en Suiza, por lo que fue con Lorenzo. Cuando llegaron, Lorenzo la invitó a visitar la oficina del presidente. Camila se negó con una sonrisa. Después de unas pocas palabras, ellos se separaron.

—Oye... ¡Lorenzo, la llave de tu oficina!

Camila vio salir a Lorenzo y no se dio la vuelta hasta que su figura desapareció de su vista. Puso sus manos en los bolsillos de sus pantalones inconscientemente, tocó un manojo de llaves y reaccionó.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi Esposa Astuta