La persona inteligente fue víctima de su propia astucia y echó la soga tras el caldero.
Estela se crujió los dientes por el enojo. Lola se sentía muy desesperada, aunque Catalina Murillo y el Director Murillo se veían malos, no se atrevieron a actuar.
Esta intriga no funcionó, había otra.
Después de todo, Camila estaba en Fretston y era demasiado fácil darla lección. No debían precipitarse a vengarse de ella, por lo que no podían hacer nada esta vez.
Ella se salvó de la desventaja y explicó toda la historia a través de la boca de los demás.
Ahora, Camila se veía muy pobre, todos sentían lástima por ella.
Todos hablaban de eso, y las personas atrevidas acusaron directamente a Estela Bailey que ella avergonzó a la familia Bailey, así como a la familia Cambeiro.
—Mujer más venenosa. ¿No sé por qué le gustaba al Lorenzo ella?
—¿No quieres vivir? Aunque lo que dijiste es verdad, no puedes ofender a la familia Baile, aunque esta no tenga que ver con la familia Cambeiro.
—Creo que la Doña Bailey es una persona razonable. Si su familia realmente hiciera algo mal, no protegería a Estela.
—Todos lo escucharon hace un momento. Esa chica es realmente inocente y lamentable. Estela la amenazó. ¡Qué pobre es! La familia de la clase alta puede oprimir a la gente común hasta la muerte.
—En resumen, si sucede un accidente a Camila en el futuro, ¡debe ser provocado por esos monstruos en el escenario! ¡Si tengo un palo en la mano, mataré a estos malos!
Todos se quedó en silencio.
Las personas en el escenario estaban bastante enojadas, pero no podían dañar a un niño, por lo que solo podían contenerse.
¡Pam!
El Director Murillo sabía todo en su corazón. No importaba ser más sabido y astuto, no sería capaz de cambiar su personalidad. Las palabras lo enojaron tanto que tuvo un ataque cardiaco, sus ojos se cerraron y cayó en el sofá del escenario.
—¡Abuelo!
A Estela no le importaba su identidad, al ver que el Director Murillo tuvo un ataque cardiaco y se desmayó, estaba tan asustada que exclamar.
—¡Papá! ¡No me asustes!
Catalina también estuvo mareada por un tiempo. Después de todo, él es su propio padre, aunque...
Sacó la píldora para la enfermedad cardiaca rápidamente y la puso en la boca del Director Murillo. Le sirvió agua para ayudar a tragarla, luego intentó despertarlo.
Después de un rato, el Director Murillo abrió lentamente los ojos. Su cara estaba pálida y respiraba fuertemente.
—Queridos amigos de los medios, este es el final de la entrevista de hoy. Primero tenemos que enviar al Director Murillo al hospital. Perdón.
Después de que Catalina terminó de hablar, guiñó un ojo a los guardaespaldas que estaban a su lado y pidió a Estela que la ayudara a apoyar al Director Murillo.
Los guardaespaldas tomaron medidas muy rápido, aunque los presentes no querían irse, no se atrevieron a ofender a las familias nobles y poderosas de Fretston. Por lo que empacaron sus equipos y se fueron.
—Camila, si pasa algo mal al Director Murillo, ¡no te dejaré ir!
Cuando Catalina pasó junto a ella, la miró con frialdad y su voz estaba muy fría.
—No dices esto, Sra. Catalina. Si una persona no me ofende, tampoco la ofendo. Soy obediente, pero no puedo ser humillada a su antojo. Ya que alguien no quiere que llevo una vida buena, tengo que resistir hasta el final.
Sus ojos eran claros y tan brillantes como las estrellas, miró a Catalina con calma y no tenía miedo.
¡Camila era un zorro astuto!
¡Podía confundir a los demás, pero no podía confundir a ellos!
¡Mientras Catalina recordara la escena que sucedió no hace mucho, no podía esperar para matarla y dividir su cuerpo en pedazo!
—Dice el refrán que de tal palo tal astilla. Si tienes tiempo para educarme, es mejor que eduques a tu hija. Es probable que la niña buena en los ojos de los progenitores haga cosas sin moralidad a espaldas. Tu hija es maleducada, porque le falta la enseñanza de sus padres y su profesor. No quiero hacer caso de esto, porque no es merecido. Los trucos de tu hija son comunes, ella ni siquiera puede considerarse como la mosquita muerta. Todavía tiene mucha confianza a sí misma. Qué miserable.
—Hija de puta...
Fueron las amigas más íntimas, pero debido a su codicia, destruyó todo.
Ella perdió a su mejor amiga en esta vida y al hombre que más la amaba en su vida.
Todo fue en vano.
Al final, no le quedaba nada.
—Lola, la amistad entre tú y yo ha terminado. Espero que puedas tenerte en buenas en el futuro.
Camila se detuvo, pero no miró hacia atrás, su voz estaba muy suave.
En este momento, detrás de la partición de la pared alta, que no estaba muy lejos, se paraba una figura alta. El hombre entrecerró los ojos levemente, sus labios estaban apretados y toda la persona estaba muy fría e indiferente.
Tal vez esa mirada era demasiado fuerte, Camila miró hacia atrás inconscientemente y levantó las cejas ligeramente. Tenía una sonrisa en su cara, luego se burló con desdén.
Al segundo siguiente, se fue sin mirar atrás. La luz brillante del sol cayó sobre ella, como si la cubriera con una capa de luz dorada, haciéndola parecer aún más misteriosa.
Angel miró a Lola, que estaba sentada en el suelo y seguía llorando. Se quedó en silencio por un momento antes de hablar. Caminó a su lado y puso un objeto que sostuvo en su mano durante mucho tiempo en el suelo frente a ella, luego se fue.
El hombre caminó hacia el callejón con una mano en su bolsillo y vio un coche con un número especial estacionado allí en silencio. Sin dudarlo, se acercó para abrir la puerta y se sentó.
—Ve aquí.
Dijo el hombre, sacó una tarjeta de su bolsillo y se la entregó al conductor.
—Vale, señor.
Una voz ronca resonó en el coche, lo que no despertó sus sospechas.
Y en la cara del conductor, apareció una sonrisa extraña.
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