Mi esposa con múltiples identidades romance Capítulo 12

Iván la miraba tranquilamente con las manos detrás de la cabeza.

Jennifer se apresuró a retirar su pierna de la cintura de él.

¡Dios!

¿Había estado molestándolo toda la noche?

¿Cómo podía ser esto?

"Tú..." Los ojos de Jennifer se abrieron de par en par, y su cara se sonrojó, "Yo..."

Sin esperar a que Iván dijera nada, se apresuró a saltar de la cama y ponerse los zapatos.

Salió corriendo.

Su corazón estaba acelerado y sus mejillas estaban como quemadas. Se sentía mareada y nerviosa.

Iván se había despertado hacía tiempo, y no se movía, simplemente estaba tumbado, esperando de forma especialmente caballerosa a que ella se despertara.

Ella era como una serpiente enredada en su cintura, abrazándolo con fuerza, y la verdad es que no le molestaba.

El tenue aroma en el aire le hizo perder poco a poco la concentración.

Era el olor de las hierbas mezcladas.

Iván se levantó y se vistió. Parecía tranquilo, pero en realidad no lo estaba en absoluto.

Se dirigió a otra habitación, cerró la puerta y echó el cerrojo.

Sacando una caja para dispensar hábilmente la medicina, se la inyectó en la vena del brazo.

Al ver cómo el líquido azul entraba en el cuerpo, se quedó tranquilo, pues llevaba varios años inyectándoselo.

Jennifer estaba en la cocina de abajo.

Estaba cocinando fideos con tomate y huevo para los niños, que era su comida favorita.

La imagen del despertar por la mañana aparecía en su cabeza. Estaba tan distraída que casi se corta la mano mientras cortaba los tomates.

Llegó Iván y quiso ordenar a la cocinera que hiciera algo de comida que les gustara a los niños.

En cambio, vio a Jennifer ocupada en la cocina con tres cuencos humeantes de fideos de tomate y huevo en el fuego. Estaba espolvoreando algunas cebollas verdes en los cuencos.

El aire estaba perfumado por los fideos, nada grasiento.

Jennifer se sorprendió al encontrar al hombre de pie en la puerta cuando se dio la vuelta con los fideos. Le clavó los ojos.

Ella se sorprendió, se calmó y no tuvo intención de hablar con él.

Salió de la cocina y colocó los fideos en la mesa.

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