Jennifer se había despertado en ese momento. No había dormido bien en toda la noche y seguía teniendo sueños extraños.
Llevando sus maletas, bajó por el ascensor, con la tarjeta de la habitación en la mano y los auriculares puestos.
Ya no se arrepentía de estar en Nueva York. Iba a tomar el vuelo de las 10 a Holanda.
Al salir del ascensor, se dirigió a la recepcionista. "Voy a registrarme. Habitación 2501. Gracias".
"Ya está hecho. De nada, señora".
Tras salir del hotel, llegó al cruce y esperó al semáforo.
De repente, un Maybach negro chirrió hasta detenerse frente al hotel. Antes de que el aparcacoches pudiera abrirle la puerta a Iván, éste se había apresurado a salir del coche y entrar en el vestíbulo del hotel.
Iván se acercó a la recepcionista y le preguntó: "Hola, ¿la mujer que se aloja en la habitación 2501 sigue aquí?".
La recepcionista respondió: "Acaba de hacer el check out y se ha ido".
Iván salió nervioso del hotel.
"¡Sr. Marsh! ¡Tenga cuidado! Hay muchos coches en la carretera!"
Iván buscó a Jennifer por todas partes en la bulliciosa calle con sus agudos ojos.
Se detuvo y siguió buscando.
No había pasado mucho tiempo. Por lo tanto, ella debería estar todavía por aquí.
En ese momento, Jennifer había cruzado la calle y el semáforo se había puesto en rojo.
Estaba pensando en desayunar. En sus auriculares sonaba la canción Love Goes de Sam Smith.
Le encantaba la letra y la melodía, así como la voz del cantante. Era como si esa canción estuviera hecha para ella.
"¡Jennie!"
Iván la captó a través de sus ojos.
Estaba exultante y emocionado.
Sin embargo, había muchos coches y ella se alejaba cada vez más de él. Iván vio que un taxi se detenía a su lado y que ella estaba a punto de subir.
"¡Jennie! No lo hagas!"
Mirando por la ventana, vio que varios coches se detenían al otro lado de la calle.
El conductor suspiró. "Otro accidente de coche".
"¿Accidente de coche?" La canción había terminado de sonar y Jennifer escuchó al conductor.
El conductor explicó: "Sí. Vi por el espejo retrovisor que un tipo fue golpeado fuertemente por un coche. Creo que podría haber muerto... La gente debe tener mucho cuidado al cruzar la carretera. ¿Por qué tanta prisa, no?".
Jennifer no contestó, sólo miró por la ventana con el ceño fruncido.
Había un embotellamiento a causa del accidente.
La policía llegó a tiempo y acordonó el lugar. El personal médico ayudó cuidadosamente a Iván a entrar en la ambulancia y luego se apresuró hacia el hospital...
En la sala VIP de un hospital de Arkpool.
Catherine, que estaba en la cama, se despertó de repente y abrió los ojos. Entonces, vio a Linda sentada junto a su cama y mirándola fijamente.
"¿Has tenido una pesadilla?" preguntó Linda confundida.
Catherine se tranquilizó y negó con la cabeza.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi esposa con múltiples identidades