Mi esposa con múltiples identidades romance Capítulo 294

¿Estaban viviendo juntos?

Había un brillo en los ojos de Georgia. Se sentía tan molesta.

Spencer la protegía tan bien...

Ningún periodista sabía de ella.

Tenía la sensación de que la chica que vivía aquí era diferente a las ex novias de Spencer.

Al verlas desaparecer en la puerta del salón, Georgia se sintió como una gata sobre un tejado de chapa caliente.

Su espalda se agarrotó y se sintió fatal.

Su esperanza se esfumó de repente.

En el salón.

Spencer se sentó en el sofá con la ayuda de Jennifer. Olía a alcohol.

Tammy trajo agua. Jennifer mojó la toalla y le limpió las manchas de las comisuras de la boca. "¿Sabes que conducir borracho es peligroso?"

"¿Te importa?", le preguntó él con amargura.

Jennifer no quiso contestar.

En ese momento, Tammy trajo otro vaso de agua tibia, Jennifer tomó el vaso y le dio de comer, y Spencer no lo rechazó.

Tammy trajo el cubo de la basura y le dijo a Spencer que se enjuagara la boca.

Había un olor penetrante a vino en el aire. ¿Quién sabía cuánto había bebido?

"Sra. Brooks, voy a preparar un té". Tammy también estaba preocupada.

"De acuerdo".

Después de que Tammy se fuera, Spencer redujo la velocidad. De repente, agarró la muñeca de Jennifer con una fuerza moderada que no le haría daño, ni la dejaría escapar.

"¿Por qué?", dijo en voz baja, tumbándose de espaldas con los ojos cerrados. "Salvé a Iván con la mitad de mi vida, y tú prometiste ser mi mujer. ¿Por qué no puedes considerarme?"

"Lo siento..." Jennifer no se soltó, se sentó tranquilamente a su lado, sintiendo pena.

Spencer se enfadó al instante al escuchar su disculpa.

Abrió los ojos y la miró. "¿Perdón? Es la palabra más inútil del mundo".

El cuerpo de Jennifer se puso rígido. Se esforzó por calmar su mente. "Spencer..." Ella conocía su historia y le daba pena.

"Me prometiste que me darías una oportunidad". Él todavía estaba sobrio. No estaba borracho. Estaba suplicando por la última pizca de esperanza.

El tema deprimió a Jennifer. Decidió que no podía mentirle más. "Sólo puedo tratarte como un hermano menor".

Spencer guardó silencio, pero se moría por dentro.

Tammy no tardó en traer el té.

"Bébelo, tu estómago se sentirá mejor", Jennifer le pasó el brazo por el hombro. "Hazlo".

Jennifer y Tammy ayudaron a Spencer a levantarse y le dieron el té.

"No vuelvas a conducir después de beber". Jennifer le dijo: "Si puedes hacerlo, te daré una oportunidad".

"Podría pasar, ¿verdad?" Él la miró fijamente.

Ella respondió sin palabras: "Una posibilidad entre un millón".

"¡Mientras haya esperanza!" Spencer sonrió: "¡Está bien! Te lo prometo!"

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