Se quedó boquiabierta mirando a Jennifer con rabia. "¡Vete de aquí! No quiero volver a verte. Eres tan grosera".
Jennifer creía que Aubree tenía algún problema mental, ya que se esforzaba por curar las cicatrices de Aubree, pero la loca siempre se mostraba hostil con ella.
Sin ánimo de seguir hablando con Aubree, Jennifer se dio la vuelta. Sin embargo, no prometió que dejaría a Iván.
Aubree se sintió incómoda, preguntándose si se iría o no.
Cuando Jennifer llegó a la puerta de la sala de urgencias, el médico sobornado la miró con extrañeza.
Se detuvo frente a él y le dijo en un tono parejo: "Se supone que un médico es bondadoso. Usted no merece ser médico. Si tienes tiempo para cooperar con ella para crear problemas, ¿por qué no puedes utilizar este tiempo para rescatar a más pacientes?"
Abrió la puerta y vio a Iván sentado en un banco.
Tenía las palmas de las manos juntas contra la frente y parecía ansioso.
Al oír el sonido, se volvió y vio a Jennifer.
Sus miradas se encontraron. Jennifer se dio cuenta de lo preocupado y asustado que estaba.
"¿Por qué está fuera, Srta. Brooks?" Preguntó Pippa con confusión y ansiedad. "¿Cómo está la señora Aubree? ¿Es grave? ¿No puede salvarla?"
Jennifer la miró y deseó decirle que Aubree era una excelente actriz, pero guardó silencio.
Se acercó a Iván, se puso en cuclillas y le agarró la mano. Mirándole a los ojos, sintió pena por él.
"¿Cómo está mi madre?" Iván le devolvió las manos, sujetándolas como si se tratara de un tesoro.
Respondió suavemente con una mirada sincera: "Soy farmacéutico, no médico".
Pippa se preguntó si eso significaba que no podía hacer nada para rescatar a Aubree.
Jennifer añadió: "Tengo que ir a casa". Retiró sus manos de las de Iván y se levantó.
"Deja que te lleve". Se levantó.
Pippa volvió a quedarse boquiabierta. Aubree seguía en la sala de urgencias, pero Iván parecía haberse ido ya.
Spencer apartó su mano, mirando a Iván con odio. Se defendió.
Iván también hervía de rabia. Después de apartar suavemente a Jennifer, empezó a pelearse con Spencer.
Por lo tanto, los dos hombres se enzarzaron en una pelea fuera de la sala de urgencias.
Ninguno de los dos quería admitir que había sido derrotado.
Ambos estaban entrenados y enfadados, por lo que se enfrentaron con odio. El ambiente estaba lleno de presión y tensión.
Jennifer sólo los observaba con calma y frialdad.
Con una mirada juguetona, Spencer miró a Iván con arrogancia en una provocación.
Iván le miró con dureza. Hacía tiempo que deseaba darle una lección a Spencer.
"¡Dejad de pelearos!" Catherine trató de convencerlos ansiosamente y los separó. "¡Spencer, Iván, dejad de pelearos! Estamos en un hospital ahora!"
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