Despierto por el sonido de una puerta cerrarse con furia, creo que la puerta de entrada. Miro hacia mi lado pensando en que debe de ser Bren que ya se fue, pero me sorprendo cuando veo a un Bren durmiendo profundamente a mi lado con una de sus manos atrapándome por la cintura y cayendo directamente en mi estómago algo abultado.
Me causa ternura su cara de bebé mientras duerme. Ni siquiera me di cuenta cuando nos quedamos tan profundamente dormidos y me siento tan cansada y cómoda a su lado que podría seguir durmiendo por un par de minutos más...
Esperen, si Bren está aquí conmigo, ¿quién es el que azotó mi puerta de entrada?
Oh, no. Mi mamá llegó temprano.
Me levanto de un salto de la cama y miro la hora. Oh, no llegó tan temprano. Es que nosotros hemos dormido demasiado. Son casi las ocho de la noche.
Si mamá ve que Bren está aquí me va a matar y luego va a matar a Bren.
Me acerco a Bren y aunque me dé mucha pena despertarlo, tengo que hacerlo lo más rápido que pueda.
-Bren- lo llamo en un susurro mientras lo muevo un poco.
Parece que no estaba durmiendo tan profundo como pensé porque abre los ojos de inmediato. Un poco lento, pero al menos los abre.
-Hey, hola, Cassie- me dice con una sonrisa- ¿Cómo durmió la mejor mamá del mundo?
Ignoro las ganas de querer derretirme en este momento y lo miro con urgencia. Es ahí cuando él abre bien los ojos y se levanta de un salto de la cama.
- ¿Algo le pasó al bebé? - pregunta tomando mis hombros.
-No, pero mi mamá llegó- le digo y escucho el paso de sus tacones acercarse un poco más a nosotros- Tienes que esconderte en el baño.
Bren asiente sin cuestionarlo porque él sabe muy bien qué pasaría si es que mamá nos descubre aquí. Lo encierro en el baño y se esconde en la ducha. Tomo una de mis playeras enormes y me la pongo rápido porque si mamá me ve así se dará cuenta de inmediato que estoy embarazada.
Me acuesto un poco bajo las sábanas y agarro el primer libro que tengo a mano. El de biología. No sé porque lo tengo aquí y creo que es del año anterior, pero mamá es tan despistada que no se va a dar ni cuenta.
De la misma manera espero que no note los cuadernos y libros en la mesa, más una mochila que claramente no es mía.
Mis probabilidades de salir vivan de esto disminuyen a cada momento.
-Acacia- me llama mamá desde la puerta- ¿Has hablado con tu hermano hoy?
-No, mamá- le respondo rodando los ojos- Ni hoy, ni ayer, ni desde que se fue de la casa.
Me duele decirle esto, porque es mentira. Robbie y yo hablamos al menos una vez a la semana. Arreglamos las cosas y ya aceptó que yo quiera trabajar, aunque no sabe la verdadera razón. Robbie no quiere que mamá se meta más en su vida y por eso fingimos que él desapareció de nuestras vidas.
Aun así, no me gusta mentirle a mamá y menos cuando es algo con Robbie. Ella lo adora y no hablar con su hijo pródigo le da tristeza.
-Hoy me rechazó el depósito de dinero- dice nerviosa- ¿De dónde estará sacando dinero?
-Tal vez siguió mi ejemplo y se puso a trabajar- digo como si no me importara.
Al menos eso es verdad. Mi hermano trabaja medio tiempo atendiendo mesas en un restaurante que está muy cerca de su universidad y no le pagan nada de mal, debo decir.
-Él debería concentrarse en sus estudios, no trabajar- replica ella enojada.
Genial y eso no le importó conmigo, ¿verdad?
-Tal vez ahorró- le doy una opción para que se quede tranquila- Conoces a Robbie, mamá. Cuando necesite ayuda va a volver a ti. Solo ten paciencia.
-Si, tienes razón- dice ella más tranquila- ¿Ya cenaste?
-No, me quedé dormida hace rato. Desperté hace poco.
-Me doy una ducha rápida y cenamos. Estoy exhausta.
Asiento con la cabeza y ella sale de mi habitación. Cuando siento que se ha encerrado en el baño, corro para sacar a Bren del baño.
-Mentir está mal, Cassie- me dice él cuando le abro la puerta.
Él sabe que tengo contacto con mi hermano.
-Robbie me lo pidió- respondo rápido- Vamos, mamá no estará mucho tiempo en el baño.
Bren asiente y corremos hacia donde dejamos las cosas. Ordenamos rápidamente las cosas de Bren y él se va por la puerta principal.
Unos dos minutos después, aparece mamá con una toalla envolviendo su cabello.
- ¿Lista para la cena?
-Si, lista.
...
Recibo la calificación de mi último examen de matemáticas y sonrío. Aprobé con una muy buena nota cosa que antes no hacía.
Parece que las cosas han mejorado al menos aquí. Ya sería demasiado caótico ir mal en la escuela también.
El timbre toca y es la hora del almuerzo. Menos mal porque estoy muriendo de hambre. Aunque creo que más bien el invasor tiene mucha hambre, pero parece que tendré que comer solo con Bren porque Mack está enferma en casa. A la muy idiota se le ocurrió comer algo en mal estado.
Mientras ordeno mis cosas y las guardo en mi mochila, siento a un trío de chicas idiotas que están frente a mí. Respiro profundamente porque sé que ahora voy a escuchar muchas estupideces.
- ¿Cómo lo hiciste? - pregunta Cherry, una chica plástica que se cree la dueña del mundo.
-Pues, haciendo algo que no creo que ustedes hagan mucho- respondo- Estudiando.
-No nos referimos a la calificación- dice mientras rueda los ojos una pelinegra llamada Gina- Hablamos de Brenny.
- ¿Brenny? - pregunto tratando de no partirme en risas.
Quiero ver la cara de Bren cuando le cuenta que mis compañeras lo llaman de esa manera. Creo que va a querer vomitar como yo lo hice esta mañana.
-Brennan Coleman- dice la tercera, Yolanda, mirándome como si fuera una tonta. Es la más inteligente de la clase, pero eso no quita que se comporte como una perra.
-Sé a quién se refieren. ¿Qué pasa con él?
Entro y saludo con la mano a la otra chica que trabaja aquí, solo que ella lo hace a tiempo completo. Se llama Susan, tiene unos veinticinco años y está juntando dinero para poder estudiar el próximo año.
-Hola, Phillipe- saludo a mi jefe quien me insistió tanto en llamarlo por su nombre que terminé aceptando.
- ¡Cassie, hola! - me saluda él con cariño- ¿Cómo están tú y ese bebé?
-Supongo que bien- le digo un poco incómoda- Nadie me ha dicho lo contrario.
Phillipe se ríe y comenzamos a trabajar. Todo lo que tenemos que hacer hoy es levantar un montón de cajas llenas de café y tazas para ordenarlas. Está bien, yo no hago nada de eso porque mi jefe me lo prohíbe. Mi trabajo consiste en sacar todas las cosas de las cajas y ordenarlas. No es tanto esfuerzo físico, pero no deja de ser cansador.
Al menos Callum, el nieto de trece años de Phillipe ayuda a su abuelo y a Susan con las cajas. Tiene más fuerza de lo que creen.
Cuando ya son las ocho de la noche, todo está listo para abrir mañana y que la gente pueda pedir su café.
Me devuelvo a casa en bus porque es muy tarde para caminar y ya está algo oscuro. Llego en poco tiempo a casa y me encuentro con una linda nota de mamá.
"Salí de fiesta. Tu cena está en el microondas"
Hasta mi madre sale más de fiesta que yo.
Dejo la nota en donde la encontré y camino hasta el microondas donde caliento mi comida y comienzo a comer sentada en una butaca en la misma cocina. Si estoy yo sola, ¿para qué desordenar la mesa del comedor?
Cuando termino, encuentro muchas cuentas encima del microondas. Supongo que tenía mucha hambre y no me había dado cuenta de ellas antes. Las tomo y son las típicas cuentas de una casa. Luz, agua, el teléfono de la casa y.… una carta de Tony.
-Oh, mierda- digo mientras leo la letra de mi mejor amigo sobre un sobre blanco.
La abro con rapidez. Es mucho más corta que las anteriores.
"Hola mi Cassie.
Lamento lo que pasó el otro día, sé que tenías algo importante que decirme, pero prometo compensártelo pronto. Solo ten un poco de paciencia y ya sabrás que es lo que estoy tramando. Es una sorpresa y aunque sé que odias las sorpresas, te gustará esta. No puedo decirte muchas cosas más, solo espero que estés bien y que Bren siga manteniendo las manos lejos de ti.
Es broma, sé que son solo amigos. Confío en ti.
Te quiero, Cass.
Tony."
¿Una sorpresa? Lo que menos quiero en este mundo es otra sorpresa.
Me quedo mirando la letra de Tony y pienso en la pregunta que me hizo Bren el otro día.
¿Le diría a Tony si es que pudiera, que va a ser padre?
Debería hacerlo, pero el miedo comienza a invadirme. ¿Qué pasa si él no quiere al bebé?
No sé qué haría. Creo que ahí me hundiría completamente.
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