Son las once de la mañana cuando llego de vuelta al hotel. Con Robbie habíamos quedado de juntarnos temprano en la mañana y la conversación que tuvimos no duró más de una hora.
Entro a la habitación que comparto con Bren y me encuentro a este último dormido tranquilamente en su cama. Se ve que le dio frío porque apenas si se le ve la cara de tan tapado que está con las sábanas.
Me siento en mi cama y sonrío mientras miro a Bren. Jamás pensé que iba a tener a alguien tan buen amigo como lo es él. A pesar de todo lo que ha pasado, sigue estando a mi lado y eso me encanta. No sé qué haría sin su apoyo incondicional.
Recuerdo el día en que le dije que estaba embarazada. Nos habíamos besado y yo estaba más que confundida por los sentimientos que tenía por Tony y él.
Ya no me siento confundida. Tony es el papá de Matheo, sí, pero parece que apenas si se va a quedar en eso nuestra relación. Siento que el servicio militar ha matado al que fue mi mejor amigo o quizá fui yo quien lo mató diciéndole que va a ser padre. No lo sé, pero el Tony que conocí no lo encuentro por más que intento buscarlo. En cambio, Bren se comporta como debería hacerlo Tony.
He tratado con todas mis fuerzas no sentir cosas por Bren, pero me lo ha hecho difícil. Me ha gustado desde que somos niños y antes era tan lindo y consideramos... justo como lo es ahora conmigo. Todo cambió un día y no sé por qué. Nunca entendí porque él se alejó de Tony y de mí, pero me gustaría saberlo.
Siento como mi invasor se mueve dentro de mí y sonrío. Ya me estoy acostumbrando a lo inquieto que es Matheo. Solo espero que cuando nazca sea un poco más tranquilo.
-Vamos, Theo. No te muevas tanto o te vas a enredar con ese cordón que nos une- le digo en susurros para no despertar a Bren.
Parece que la doctora tenía razón porque cuando le hablo, él parece tranquilizarse un poco. Quizá solo está asustado o tuvo una pesadilla. ¿Los bebés tienen pesadillas?
-Tranquilo, mami ya está aquí- susurro y me imagino diciéndole eso ya teniéndolo en mis brazos- Ya me gustaría tenerte aquí, Matheo.
-Mejor esperemos porque ahora es demasiado pequeño como para nacer- escucho la voz de Bren.
Lo miro y él me está observando con ternura. Tiene el cabello desordenado y los ojos pequeños por el sueño. Bosteza y se despereza mientras yo me acerco para sentarme a su lado en su cama.
- ¿Qué hora es? - pregunta desorientado.
-Poco más de las once- le respondo acomodándome a su lado.
- ¿Tan poco duró la conversación con Robbie? - pregunta y mi ánimo decae un poco recordando a mi hermano- ¿Tan mal fue?
-No, para nada- respondo fingiendo una sonrisa- Solo quiso que le diera un poco de tiempo para digerir la noticia.
-No puedes culparlo, Cassie. El día en que Eliana me diga que va a ser mamá a los dieciséis años creo que golpearía todo lo que hay a mi alrededor- dice Bren entre risas.
-Eso fue justo lo que hizo Robbie- le digo riendo un poco.
Bren se da cuenta que mi ánimo no es muy bueno y me acerca más a él. Nos recostamos en la cama sobre las sábanas y puedo notar su torso desnudo. Trato de no sonrojarme, pero es difícil. Bren tiene un buen cuerpo.
Mi corazón vuelve a acelerarse como lo ha estado haciendo desde hace unas semanas cuando Bren y yo estamos solos. No sé porque sucede, no entiendo casi nada, pero sí sé que se siente genial sentir tantas cosas.
Pongo mi cabeza en el hueco que se forma entre su hombro y su cabeza. Él pasa un brazo detrás de mi espalda y me abraza. La otra mano la ocupa para acariciar mi estómago, como siempre lo hace y como me encanta que lo haga.
- ¿Quieres hablar del tema de Robbie? - me pregunta con suavidad.
-No realmente- le digo con el mismo tono de voz- Solo que estoy triste por haberlo decepcionado y me siento mal porque él piensa que es su culpa.
-No creo que lo hayas decepcionado- me dice él para luego besar mi cabeza- Tú no has decepcionado a nadie, Cassie.
-Te decepcioné a ti- suelto sin pensar.
Bren me queda mirando extraño y yo me golpeo mentalmente por decir eso. Ni siquiera me había dado cuenta de que pensaba que había decepcionado a Bren en algún momento.
-Tú jamás me has decepcionado, Cass- dice un poco sorprendido- Al contrario, te admiro.
-Cuando te dije que estaba embarazada- respondo con la voz ahogada. Malditas hormonas, ya quiero llorar de nuevo- Vi tu cara. Fue corto, pero estabas decepcionado.
Nos quedamos en silencio unos minutos y me duele el que no lo haya negado de inmediato. Me muerdo el labio por el nerviosismo. ¿Por qué tuve que decir esas cosas? ¿Por qué no pude mantener mi boca cerrada?
Ahora tengo miedo. Lo que menos quiero en este mundo es romper todo lo que he logrado con Bren. Ahora él es mi mejor amigo, el único en quien puedo confiar al cien por ciento.
Me separo de Bren y me siento en su cama. Él hace lo mismo y se sienta sobre mí. Nos quedamos mirando unos segundos y trato de descubrir qué es lo que está pensando, pero su expresión en la cara no me dice nada.
-No creo que sea buena idea hablar de eso- me dice Bren con tranquilidad- No sería justo y no creo que estés preparada.
- ¿De qué hablas, Bren? - pregunto más asustada aún.
Siento como Matheo se remueve dentro mío. Espero que no esté sintiendo el mismo miedo que estoy sintiendo yo.
-No es justo de mi parte hablar de eso, Cass- dice y su tranquilidad me estresa aún más- Vas a pensar que me estoy aprovechando de la situación.
-A menos que quieras dormir en el pasillo del hotel hoy en la noche, más te vale que me digas de qué estás hablando.
Veo como Bren trata de no reír cuando le digo mi amenaza y eso hace que se gane una mala mirada de mi parte que solo lo hace querer reír más.
Genial, ahora le doy risa.
Abro los ojos con sorpresa y mi corazón comienza a latir tan rápido que pienso que se me va a salir del pecho en cualquier minuto.
-Cuando me dijiste que Tony era el papá de tu bebé pensé que todo lo que había dicho la gente era cierto. Quise eliminar mis sentimientos y los escondí hasta que Tony volvió y se comportó como un idiota contigo. Todo lo que podía pensar es: "¿Cómo puede estar tan ciego y no ver a la hermosa chica que tiene?" Luego me di cuenta porque era eso. Es porque nunca se han tenido.
- ¿Es por eso que te alejaste de nosotros hace años?
-Pensaba que estaba haciendo de mal tercio- dice moviendo sus hombros hacia arriba- La cosa es, Cass... me ha costado tanto mantener los sentimientos por ti alejados que ya no puedo más. Hemos estado tan unidos y lo único que puedo pensar cuando te veo es que admiro lo fuerte que eres, lo linda que te ves siempre y que daría lo que fuera por tenerte en mis brazos no como una amiga, sino como algo más.
-Bren.
-Sé que es egoísta y que quieres concentrarte en Matheo- dice y yo siento ganas de llorar- Es solo que ya no podía no decírtelo. Ya no podía callar más, Cassie. Te quiero más de lo que tú imaginas.
Me quedo mirando a Bren sin saber que hacer o decir. ¿Qué haría la antigua Cassie? Bueno, esa chica estaba completa y absolutamente enamorada de Bren, pero ¿he dejado de ser esa chica?
¿Siento cosas por Bren?
- ¿No te importa que esté embarazada? - pregunto con un hilo de voz.
-Eso solo me demuestra que eres lo que siempre me gustó de ti- dice con un brillo especial en sus ojos- Una guerrera.
Miro al chico que tengo delante. Miro sus manos moverse nervioso. Me doy cuenta de cómo su cabello corto se ve más largo de lo normal ahora que está desordenado. Me doy cuenta por sus ojos que todo lo que ha dicho es verdad.
¿Cómo no sentir cosas por él? Sigo siendo la misma Cassie de antes. Un poco más madura, pero sigo siendo esa chica fuerte, decidida y guerrera.
Y ahora quiero pelear por Brennan Coleman.
Separo mis manos de las de Bren y veo un poco de decepción en sus ojos, pero eso cambia a la sorpresa cuando ve que pongo mis manos en sus mejillas. Me acerco a él y hago lo mismo que hicimos esa noche en su techo, cuando yo lloraba bajo la lluvia y él me consolaba. Exactamente lo mismo que hizo él la mañana siguiente mientras ordenábamos su casa.
Lo beso.
Al menos no soy rechazada porque los labios de Bren se comienzan a mover al mismo ritmo que los míos. Sus manos van a mi cintura y con un poco de dificultad me siento en su regazo mientras nos seguimos besando.
¿Está bien? ¿Está mal?
No me importa. Yo solo quiero a Brennan Coleman a mi lado.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pequeño caos (COMPLETO)