¿Saben lo que más me gusta de diciembre? Que no tengo que ir a clases y puedo descansar un poco en las mañanas, aunque sea. En las tardes trabajo un poco en la cafetería que se llena cada día más, pero aparte de eso, nunca me había sentido tan descansada en toda mi vida y lo necesitaba porque Theo está creciendo bastante y como soy una enana, el peso ya me está afectando un poco la espalda.
Sé que cuando volvamos a clases mi estómago va a estar enorme y probablemente me incomode mucho, pero eso no me importa. La única manera en la que dejaré de lado mis estudios es que Matheo nazca y ahora que lo pienso no falta mucho para eso... y solo tengo la cuna para Matheo.
Soy una mamá un poco desorganizada en estos momentos, pero estoy tratando de reivindicarme. Hoy saldré con Mack y Bren al centro comercial a comprar algunas cosas para Matheo. Un poco de ropa, un mudador y todo tipo de cosas para bebés. Iremos en el auto de Bren así que puedo gastar el dinero que he juntado para prepararme, aunque sea un poco para la llegada de Theo.
No he querido ni tocar el dinero de Tony porque me da miedo que un día llegue y me pida de vuelta el dinero. Si lo gasto, dudo que tenga el dinero en ese momento para devolvérselo. Además, he juntado el dinero suficiente como para poder comenzar a gastar en mi hijo, pero para eso no debo dejar de trabajar y es por eso que ahora, diez de la mañana, estoy atendiendo a un par de chicas que vinieron a tomar desayuno.
Si, mi turno termina a las una de la tarde.
Normalmente las mañanas son muy tranquilas, pero como estamos de vacaciones, ahora hay un poco más de gente. Sé que cuando sean las once y media va a empezar a aparecer más gente.
-Tomen su vuelto- les digo a las chicas con una sonrisa- Muchas gracias por preferirnos.
-Gracias a ti- dice una de las chicas mientras deja que pase el siguiente cliente.
Nunca le presto demasiada atención a las personas que hay alrededor cuando trabajo porque soy un poco despistada y no quiero equivocarme con los cambios o cosas así. Además, tengo a Callum y a Phil trabajando haciendo los cafés y pienso en que seriamente necesitamos ayuda extra si las cosas siguen así de bien. Es por eso, que me sorprendo cuando una cara conocida aparece frente a mí.
¿Qué hace la mamá de Tony y Mack aquí?
-Buenos días, señora Knight- la saludo con una sonrisa nerviosa.
-Buenos días, Cassie- responde ella con cortesía.
¿Por qué me pone nerviosa que la mamá de los chicos esté aquí? Pues ella no sabe que estoy embarazada de su querido hijo mayor.
Me tranquilizo un poco cuando Mack y Sam llegan corriendo al lado de su madre con una sonrisa en la cara. Mack me da una de esas sonrisas y miradas tranquilizadoras. Debe notar que estoy muriendo de los nervios.
-Hola, chicas- saludo lo más natural que puedo- ¿Qué se les ofrece?
-Queremos dos cafés normales y una leche con chocolate, Cass- dice Mack y luego pone cara de disculpa.
No entiendo porque se disculpa, pero tomo su pedido y se los paso a Callum para que él y Phil los hagan. No hay nadie más en la fila, pero los asientos están llenos a excepción de dos mesas.
Sam y su mamá se mueven a un lado para esperar el café, mientras que Mack se queda conmigo.
-Lo lamento tanto, Cass- se apresura a decir Mack- No podré acompañarlos hoy en la tarde.
- ¿Qué? ¿Por qué?
-Nos vamos a ir a quedar a la casa de mis abuelos por las fiestas- dice haciendo una mueca. Ella odia ir con ellos- Mamá ha estado muy triste porque no hay señal de Tony por ningún lado y mi abuela quiera consentirla un poco.
- ¿Es en serio que él no se ha comunicado con ustedes? - preguntó en voz baja y Mack niega con la cabeza- Pensé que era solo conmigo.
-No, es con todos. No hay cartas, ni llamadas, ni nada. Estoy bastante segura de que hasta en el ejercito te dejan celebrar navidad y año nuevo con tu familia y él ni siquiera ha llamado para decir que no vendrá.
-No quiero decirlo, pero...
-Es un idiota- responde Mack, enfadada- Solo espero que mi sobrino saque tu inteligencia y no la de mi hermano- dice mucho más bajo.
Mack y yo hacemos una mueca mientras veo como su mamá la llama para que se sienten en una mesa. Mack se despide de mí abrazándome como puede por detrás del mesón y luego se va con su familia.
Bueno, una tarde sola con Bren no creo que sea tan malo. ¿A quién engaño? Me encanta la idea de estar a solas con él.
...
Cuando son las una con dos minutos de la tarde, veo como Bren entra por la puerta de la cafetería mientras yo le entrego mi turno a Phil, quien es quien va a manejar la caja mientras yo no estoy.
Bren se acerca al mesón y saluda a Phil con la mano para después acercarse a mí y besar mi mejilla.
-Lamento la tardanza, linda Cassie- dice poniendo ojos de gatito abandonado- Había mucho tráfico.
- ¿Tardanza? - pregunto entre risas- Llegar dos minutos tarde no es tan grave, Bren.
-De todas formas, lo siento- dice y yo me muero de ternura- ¿Estás lista para irnos?
-Si, claro.
Salgo detrás del mesón de atención y me despido de los chicos. Me acerco a Bren y él me abraza para luego besar muy tiernamente el costado de mi cabeza.
Me conduce hasta su auto y entro en la parte del copiloto. Me cuesta un poco ponerme el cinturón de seguridad porque me aprieta un poco, pero finalmente puedo acomodarme mientras él entra al auto y se sienta a mi lado, listo para manejar.
- ¿Mack te dijo que no podía acompañarnos? - me dice Bren ya conduciendo y sin quitar la vista del camino.
-Si, pasó a verme hace un rato- le comento mientras veo por la ventana. Me encanta hacer esto.
- ¿Te dijo algo sobre Tony? - pregunta y yo me tenso un poco- Lo siento, ¿mal momento?
-Tony desapareció- le digo molesta. No con él, sino que con Tony- Y la mamá de Mack no está muy bien.
-Me imagino. No debe ser fácil para ella- comenta y yo asiento distraída en mis pensamientos- ¿Y tú como estás con eso?
- ¿Con qué?
-Con que Tony no dé señales de vida- dice y yo lo miro.
No sé si Bren está muy concentrado con eso del manejo o está incómodo con el tema de conversación, pero su cara está tensa mirando el camino y creo que ni pestañea.
-Tengo la esperanza que va a volver- digo con cuidado de no decir algo que se pueda malinterpretar- No quiero que Matheo crezca sin papá, ¿sabes?
-Si, yo también creo que va a volver- dice él y no parece muy feliz con su afirmación- La sangre lo va a terminar llamando devuelta a casa.
-Solo quisiera que no se comportara de la manera en la que lo está haciendo- digo pensativa, más para mí que para Bren- Y es mi culpa. Saber que va a ser padre lo golpeó muy feo y ahora su familia está pagando el precio.
-Hey, deja de decir que es tu culpa, Cass.
-Solo compramos cosas para Theo- me dice pensativo- ¿No querías nada para ti?
-No tengo el dinero suficiente para comprarme cosas, Bren.
-Vamos, Cass. Unos pantalones, una blusa, un vestido, un suéter... no lo sé. Además, Theo va a seguir creciendo los dos meses que quedan y puede que no todo te quede tan bien.
Lo pienso y asiento con la cabeza. Tiene razón y además no creo que sea buena idea ahogar a Theo tratando de ponerme los pantalones de siempre.
Al final, Bren me convence de entrar a una tienda de maternidad. Ninguna de las cosas me queda muy bien porque están hechas para chicas más grandes que yo, pero encuentro unos lindos leggins, una blusa y una chaqueta que parecen bonitas y me quedan bien.
Mientras estoy en la fila para pagar, Bren aparece a mi lado con un vestido azul en sus manos y me lo muestra con una sonrisa en la cara. Es lindo, ajustado y debe llegar un poco más arriba de la rodilla tomando en consideración la tela que ocupa el estómago abultado.
-No- le digo a Bren- Debe costar una fortuna.
-Solo quiero que te lo pruebes- dice él suplicante- Y si te gusta, yo te lo compro. De todas formas, tenía que darte un regalo de navidad.
Después de muchas súplicas, acepto. Bren me saca de la fila casi corriendo mientras nos dirigimos a los vestidores. Ahí, me pongo el vestido que es sorprendentemente cómodo y me miro al espejo unos segundos.
Jamás me había puesto algo tan lindo. Me queda muy bien y me encanta como se ve mi estómago de embarazada.
Salgo del vestidor y busco a Bren con la mirada quien está sentado en uno de los sillones con la vista en el celular.
- ¿Feliz? - le pregunto después de acercarme a él.
Bren saca la mirada de su celular y se enfoca en mí. Sus ojos se abren mucho y una sonrisa se forma en sus labios tan grande que me recuerda al gato Cheshire, de Alicia en el país de las maravillas.
Siento como mis mejillas se sonrojan cuando Bren me mira tan fijamente.
-Wow- dice él con asombro- Creo que tengo enfrente a una princesa.
-Estás exagerando- digo, aún más sonrojada.
-No, Cass. Te ves como una hermosa princesa lista para salir del castillo- dice él mientras me abraza por la cintura- Creo que ya sabemos cuál será mi regalo de navidad para ti.
-Eres un idiota cursi- le digo entre risas.
-Te encanta y lo sabes.
- ¿Me encanta que seas cursi?
-No, te encanta que sea un idiota- dice y yo río porque Bren siempre me hace reír.
Creo que nunca la había pasado tan bien como con Bren. Él me hace sentir bien, como nadie antes que él.
Me hace sentir completa y más ahora que siento a Theo moverse dentro de mí.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pequeño caos (COMPLETO)