Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 39

Cuando ya es por la tarde parece que para los doctores ya estoy lo suficientemente fuerte como para que me bajen hacia el sector en donde está mi bebé. Me llevan en silla de ruedas porque, aunque estoy bien, me siento cansada como para caminar por mí misma y ellos así evitan posibles accidentes.

Voy con Bren porque Mack y Robbie fueron a bañarse en una habitación de hotel que mi hermano pagó para los días que tienen que estar aquí, aunque por lo que me dijo Bren, él no se ha ido desde que llegó y eso me hace una chica muy muy feliz.

Estoy nerviosa y creo que tengo derecho a estarlo. Por fin voy a conocer al pequeño revoltoso que se movía dentro de mí cuando estaba en clase. Solo espero que eso haya sido porque estaba entusiasmado por aprender y no porque le aburría estar en clase. Ya estoy divagando y es que de verdad estoy nerviosa.

Voy tomada de la mano con Bren mientras vamos caminando. Bueno, él va caminando y yo soy empujada mientras estoy en la silla de ruedas. Cuando llegamos tomo un profundo respiro mientras veo a todos esos niños pequeños en incubadoras. Lo que veo me inquieta un poco. Algunos son demasiado pequeños y tienen conectados algunas cosas. No muchos se mueven y sus padres los miran preocupados. Sé que he visto en la televisión niños más pequeños y en peor estado, pero aun así no puedo evitar preocuparme en extremo. En la foto que Bren me mostró Matheo no estaba así, pero pudo haber empeorado. Yo solo quiero estar con mi niño.

Una enfermera muy amable nos abre la puerta y me deja entrar. Bren se queda atrás porque solo los padres pueden entrar. Me mira un poco triste por el cristal mientras que la misma enfermera de antes me lleva hasta una incubadora con un bebé vestido de verde oscuro se mueve muy animosamente mientras mantiene los ojos cerrados. Tiene un gorro en la cabeza, pero puedo notar claramente que tiene el cabello rubio oscuro, muy parecido al mío. Quizá un poco más oscuro. Me gustaría ver como son sus ojos, pero no los abre y aun así no se verá el color de éstos.

La enfermera me acerca lo más que puede a Matheo y yo solo le sonrío a mi bebé. Es pequeño, pero se ve animoso y muy sano.

-Volveré en unos minutos- dice la enfermera- Tengo que ver a un par de bebés para después ayudarte a que le des de comer.

- ¿Podré darle de comer? - pregunto un poco asustada.

-Claro si tu bebé está muy bien, Acacia- me responde antes de dar una vuelta y acercarse a otro de los bebés.

Veo al frente buscando la figura de Tony, pero no está. Supongo que ya se fue al regimiento o simplemente escapó cuando me vio bajar. Eso sería muy típico de él.

Bajo mi mirada para ver a Matheo. Unas lágrimas comienzan a salir de mis ojos cuando me doy cuenta de que ese bebé, este pequeño niño que solo tiene unas horas de vida y que se ve tan inocente e indefenso, es mi hijo. Mi niño. El bebé que me pateó hasta el infinito y que hizo de mi vida un hermoso caos.

Este pequeño caos es mi bebé y lo amo con todo mi corazón.

-Hola, Matheo- saludo con dulzura y parece que reconoce mi voz porque se queda quieto y mueve su cabeza hasta donde estoy yo. Si tuviera los ojos abiertos, me estaría viendo- Eres tan hermoso, Theo.

Parece que se tranquilizó demasiado porque apenas mueve sus manitos y sus piernitas mientras que cuando llegue estaba demasiado inquieto.

-Hey, si te portas así de bien cada vez que te hablo, creo que no vamos a tener problemas- digo y río mientras más lágrimas salen de mis ojos- Te pareces mucho a tu papá, Theo. Tienes su nariz, sus labios y creo que hasta sus pestañas. Agradezco que Tony sea guapo, a pesar de que es un idiota.

Ya te quiero tener en mis brazos, bebé. Te esperé demasiado tiempo, aunque debió haber sido un poco más.

-Si quieres tocarlo hay un pequeño hoyo en la incubadora para que pases el brazo- escucho la voz de alguien a mi lado. - Hola, me llamo Hilary.

-Acacia- respondo con cortesía.

La chica debe tener unos veinticinco años, pero más de treinta no. Tiene el cabello castaño oscuro y unos ojos del mismo color. Veo al bebé que tiene en sus brazos y él es un poco más pequeño que Matheo y sé que es él porque tiene el mismo traje verde que tienen los demás mientras que las niñas visten de un color lila muy claro.

-Él es Owen- me dice y yo le sonrío al bebé que parece muy dormido en sus brazos- ¿y tú bebé como se llama?

-Matheo- respondo sonriéndole a mi bebé.

-Un nombre bastante original- dice ella.

Busco el hoyo en la incubadora del que me estaba hablando y lo encuentro. Paso la mano por ahí y puedo tomar la pequeña mano de Theo quien se encarga de tomar mi dedo y agarrarlo con fuerza.

-Hey, no tan fuerte, Theo- digo riendo y escucho como Hilary se ríe- Muchas gracias.

-No hay de qué. Es lindo ver a gente nueva por aquí.

- ¿Llevas mucho tiempo aquí? - pregunto concentrándome en la manito de Theo apretándome con cada vez más fuerza.

-Casi un mes- dice encogiéndose de hombros- Owen nació con casi siete meses de gestación, pero ha sido un bebé fuerte y pronto nos lo vamos a llevar de aquí.

Le sonrío con dulzura y veo como un chico se acerca a ella. Supongo que es el padre del bebé. Le da un beso en los labios y comienzan a conversar.

Miro hacia el lugar en donde dejé a Bren y él me sonríe cuando se da cuenta de que lo estoy mirando. Le hago una seña con la mano libre para que se acerque a nosotros por el otro lado del cristal y él lo hace.

Como me gustaría tenerlo dentro, aquí conmigo. Me gustaría que Tony no se hubiera comportado como un imbécil y que estuviera aquí para poder acariciar a su hijo... quisiera muchas cosas en este momento, pero tengo que apegarme a mi realidad.

Miro a Bren y él nos saca una foto con su teléfono. Supongo que después se la robaré, aunque debo salir horrible y llorosa porque por alguna razón mis ojos no dejan de derramar lágrimas de felicidad.

- ¿Lista para darle de comer a este pequeño antes de que se quede dormido? - dice la enfermera de antes.

-Si, claro, es solo que... no sé cómo hacerlo- digo un poco avergonzada.

-Tranquila, es normal porque es tu primer bebé- me dice y yo le sonrío- Yo te voy a ayudar.

Asiento mientras veo como la enfermera toma a Matheo con cuidado de la incubadora y lo saca sin problemas. Supongo que no debe estar para nada mal si es que puede sacarlo de aquí.

Durante todo el proceso la enfermera me ayuda y Matheo también me ayuda cuando toma mi pecho sin problemas con su boquita. La verdad, no es tan difícil, aunque puede que sea por el instinto materno que es innato.

Veo hacia Bren y él está disimuladamente mirando hacia otro lado. Me parece un gesto de ternura extremo y me hace pensar que él es más caballero y respetuoso de lo que pensé, porque no creo que sea por timidez o vergüenza. No tengo nada que él no haya visto antes-y soy muy consciente de eso- así que no me queda pensar más que es porque es muy respetuoso.

Luego de que Matheo come, la enfermera me enseña a hacerlo eructar y después mi pequeño bebé se queda totalmente dormido. Lo devolvemos a la incubadora y ahí me dicen que debo dejarlo dormir y que ellos lo van a cuidar bien mientras yo debo ir a descansar.

Es Bren quien me lleva de vuelta a mi habitación y es ahí cuando rompo en llantos, justo después de que me recostara en mi cama.

-Hey, linda, ¿qué pasa? - me pregunta Bren sentándose a mi lado en la cama y abrazándome.

-Quiero tener a mi bebé conmigo- digo y él besa mi mejilla con dulzura- Quiero cuidarlo yo, no un grupo de enfermeras amables.

-Tienes que recuperarte bien primero para que puedas cuidar de Theo como yo sé que lo harás- dice Bren y aunque tiene razón no puedo dejar de llorar.

-Lo quiero conmigo.

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