Cuando Leila e Ismael fueron a Oxford, la escuela aún estaba de vacaciones y todo el campus estaba desierto.
La nieve sin descongelar se amontonaba en los tejados y se respiraba un ambiente festivo con adornos de Pascua por todas partes.
Leila se volvió hacia la persona que tenía al lado y le preguntó:
—¿Cómo pasas la Navidad cada año?
—La mayor parte del tiempo estoy en el laboratorio —Ismael le cogió la mano y le dijo despacio
—¿Tan malo es?
—Hay cena con William la noche de Nochebuena. Aparte de eso, nada necesario para mí —Los labios de Ismael se curvaron por un momento.
—He oído antes que COMPLEX va a trasladar su sede a Ciudad Sur —dijo Leila.
—Siempre fue la intención, sólo que ha habido cambios en el proyecto en los dos últimos años y ha tenido que quedar aparcado de momento —Ismael murmura suavemente.
Leila asintió, pero Doria y los chicos venían a menudo con sus hijos y no debería pasar nada. Ismael le cogió la mano y avanzó.
—Te enseñaré el laboratorio.
Cuando llegaron al laboratorio, había algunas personas haciendo experimentos.
Era evidente que conocían a Ismael y, tras saludarle cordialmente en inglés, miraron a Leila, que estaba a su lado, con una expresión algo más curiosa:
—¿Esta es tu novia? Es preciosa.
—Ella es mi esposa —Ismael habla despacio y con claridad.
Una mirada de sorpresa cruzó varios rostros. El corazón de Leila latió un poco más rápido al oírle decir eso.
Aunque eran licenciados, no se llevaban muy diferente de lo habitual, y él siempre la llamaba por su nombre de pila.
Era la primera vez que la presentaba como su esposa.
Pasaron la tarde en el laboratorio y, al salir, Leila fue llamada por el hombre que había saludado a Ismael al principio.
—Hola, veo que te he visto en el centro comercial. ¿Eres modelo?
Dijo que creía haberla visto en el centro comercial y le preguntó si era modelo.
Leila se quedó paralizada y estaba a punto de contestar cuando Ismael dijo:
—Ella es una superestrella.
El hombre se sorprendió y le preguntó si podía hacerse una foto con Leila, que sonrió y accedió.
Al salir del laboratorio, Leila preguntó:
—¿Son todos tus compañeros de clase?
—El hombre con el que te hiciste la foto era, sí, dos años mayor que yo.
—¿Entonces por qué sigue en la escuela?
—Tiene un proyecto que terminar.
A Leila le parecía increíble que Ismael se hubiera licenciado y aún se quedara, lo cual era una lástima.
***
Habían estado en Londres una semana en total, y la noche de Pascua había sido especialmente animada, con toda la casa decorada por dentro y por fuera de forma festiva.
Y había tantos estudiantes internacionales en Londres que, incluso desde la distancia, Leila podía oírlos vagamente animando en las plazas y en las calles.
Evelyn miró las flores que tenía en la mano, luego a su padre, que estaba frente a ella, y de pronto se las echó por encima.
Édgar no supo qué decir. Evelyn hizo lo malo y corrió hacia Doria con una sonrisa:
—¡Mamá!
Doria cogió a Evelyn en brazos, le devolvió la sonrisa, la abrazó y echó a correr.
Édgar recogió las flores que estaban esparcidas por el suelo y las lanzó hacia ellos.
Erika se puso al lado de Édgar, dando palmaditas de alegría, Édgar le pellizcó la carita y se rió.
—¿De qué te ríes, quieres jugar?
Erika asintió pesadamente y cogió un puñado de flores al azar, y al correr hacia delante, chocó de lleno con Zoe, rompiendo el gran ramo que tanto le había costado confeccionar.
Zoe se agachó en el suelo, estupefacta, y entonces una pequeña flor se estampó en su camisa mientras Édgar decía:
—¿Por qué te congelas?
Entonces comenzó un tumulto de flores. Leila e Ismael no tardaron en unirse.
William se quedó en la puerta observándolos a todos, y una sonrisa se dibujó lentamente en su rostro.
Miró hacia arriba, a los fuegos artificiales que florecían en la distancia, y sus pensamientos se alejaron un poco.
Los niños ya eran mayores. Todos habían encontrado su propia felicidad y su propio hogar.
En su vida, todos sus odios y agravios se habían ido borrando poco a poco a lo largo de los largos años.
Ya no había arrepentimientos en esta vida.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO
Quiero el finall...