Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 136

Con respecto a la mudanza de regreso de Édgar, la persona más infeliz era el señor Saúl. Tenía toda la tez mala, pero no pudo quejarse.

Obviamente, reinaba la atmósfera más opresiva y tensa en toda la familia Santángel.

Cuando Aitana iba a regresar a la habitación, fue detenido por Édgar en la parte superior de las escaleras.

Estaba tan asustada que volvió la cabeza de mala gana. Le dijo con calma fingida, -Édgar...

La miró a la ligera. No se podía escuchar ninguna emoción en su voz, -Recuerdo que te lo advertí.

Aitana sabía que estaba allí para ajustarle las cuentas y le explicó rápidamente, -Esa mujer ... ¡No he dicho a nadie el embarazo de Doria! ¡Te lo juro!

Al escuchar eso, Édgar no sabía si lo creía o no, sus ojos estaban fríos y el cuero cabelludo de Aitana comenzó a entumecerse y todo su cuerpo estaba rodeado de miedo.

Aitana apretó los dientes, sabiendo que incluso si no lo dijo, investigaría lo que había sucedido tarde o temprano. Susurró, -Fue Iris. Mencionó el embarazo de Doria. Y Saúl lo oyó...

Édgar dijo, -¿Cómo lo sabe?

-Yo no lo sé, pero según Iris, parecía que sabía mucho tiempo antes que Doria estaba embarazada. Debería ser el día del cumpleaños de Agustina. A pesar de eso, siempre sentía que Doria estaba embarazada del bebé de Abraham...

Sus comentarios fueron muy inteligentes. No solo implicó a Iris, sino que también le recordó a Édgar que la caída de Doria al agua no fue un accidente. Eliminó por completo sus sospechas.

Édgarse rio. Cuando volvió a mirar hacia arriba, ya había frialdad en sus ojos. Dijo, -Aitana Santángel, no juegues trucos conmigo. Investigaré lo que dijiste uno por uno.

Aitana controló la voz temblorosa, -Édgar, primo, lo que te digo es verdad. ¡Definitivamente no te he mentido!

Después de que Édgar se fue, Aitana regresó rápidamente a su habitación, sintiendo escalofrío en la espalda.

***

Vicente lo siguió a Édgar, -Gerente Édgar, ¿quieres investigar a la familia Valerio?

Édgar dijo, -No.

Después de una pausa, volvió a decir, -¿Iris ha dado a luz?

-Hace cinco días.

-Llévale un regalo.

Vicente asintió con la cabeza, -¿Cómo se escribe en la tarjeta de felicitación?

Édgar dijo con indiferencia, -Ha bajado la temperatura. No toques el agua fría.

-Sí.

Vicente se fue rápidamente después de responderle.

Cuando Édgar pasó por la puerta de Doria, se detuvo y se le deslizaron los ojos hacia allí.

Doria estaba sentada en el escritorio, escribiendo borradores para matar el tiempo. De repente sonó un golpe en la puerta.

Vio la hora, que eran exactamente las nueve.

Generalmente, le entregaban el tentempié nocturno a las diez en punto.

Doria miró hacia la puerta y adivinó el que vino.

Dejó el pincel y se levantó para abrir la puerta. Dijo enfadada, -¿Qué vas a ...?

A mitad de la conversación, cuando vio claramente a la persona fuera de la puerta, se le cambió ligeramente la expresión.

Agustina dijo con indiferencia, -¿Crees que viene Édgar?

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