Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 160

La mayoría de los clientes que vinieron hoy fueron recomendados por Leila y David. La mayoría eran personajes famosos, y muchos sus seguidores también vinieron, por lo que la pequeña tienda parecía muy ocupada.

Por la tarde, acababan de sentarse a descansar un rato cuando escucharon una cálida voz del hombre desde la puerta, -¿Me permite?

Claudia se levantó inconscientemente, -Claro bienvenido...

A mitad de la frase, recordó de repente que había visto a ese hombre en una silla de ruedas.

Vino a la editorial de Joyería SG antes, y Doria dijo que era el hermano mayor de Édgar.

Justo cuando Claudia estaba perdida en sus pensamientos, Doria habló en voz baja, -Señor Israel

Israel sonrió y levantó la mano para que la persona que estaba detrás de él le entregara el regalo a Doria, -Me entero de que tú y tu amigo montáis un estudio, así que pienso en venir a apoyaros, de paso puedo salir y pasear.

Claudia miró el regalo y dudó en aceptarlo.

Israel echó una mirada de reojo y su gente comprendió de inmediato. Puso el regalo sobre la mesa, se dio la vuelta y se dirigió a la puerta.

Al ver esto, Claudia dudó un momento y susurró, -Doria, entonces voy a hacer compra para algo de comer.

Doria asintió con la cabeza.

Cuando Claudia se fue, Doria preguntó, -¿Qué puedo hacer, Señor Israel?

Israel suspiró silenciosamente, -Doria, lo siento mucho.

Doria sonrió ligeramente, -No digas así, Señor Israel. No me has hecho nada, ni mucho menos disculparte conmigo.

-Doria, me disculpo contigo en lugar de mi madre -Israel explicó-. Sé que ha hecho algo que no se puede remediar. Y no tengo el coraje lograr tu perdón. Pero pienso que es mejor que te hable de esto en persona.

Doria frunció los labios, y dijo después de un momento, -Estoy agradecida en que señor Israel ha cuidado mucho de mí en mi estancia en tu familia. Pero no puedo olvidar esa cosa ocurrida.

-Doria, comprendo tus sentimientos, por lo que estos dos meses, tampoco sé cómo enfrentarme a ti. Pero te prometo que todos los miembros de la familia Santángel no volverán a hacerte nada. Si tienes alguna petición, también puedes decirme.

Los ojos de Doria estaban abatidos y no se veía ninguna emoción en su rostro.

La familia Santángel nunca la había tomado en serio. Ahora ella ya no servía nada para ellos. Así pues no era nada en sus ojos.

Doria preguntó, -¿Cualquier petición?

Israel asintió, -Sí, me tienes las palabras.

-Que Aitana cancele su compromiso con Abraham. Pero no debe faltar ni un céntimo de lo que la familia Santángel ha prometido dar a la familia Abraham.

Ante estas palabras, el rostro de Israel cambió ligeramente y no respondió por un momento.

Doria continuó, -Si te pongo en una situación difícil, olvídalo.

-No -Israel perdió un poco la sonrisa-. Es que no esperaba que tu petición fuera esta, por eso me sorprende un poco.

-Abraham es mi amigo y me ha ayudado mucho. No puedo quedarme de brazos cruzados y ver cómo se casa con una mujer a la que no quiere. Ni mencionar es una loca...

Sin terminar, Doria sonrió, -En cuanto al resto, lo he pensado. Sé que señor Israel ha venido a buscarme hoy para ofrecerme una salida, claro te agradezco. Aunque la odie, es tu madre, ¿así que qué puedo pedirle hacer con ella?

Israel asintió suavemente, -No te preocupes. Cumpliré lo que me pides, definitivamente.

-Muchas gracias.

Afuera, Claudia se escondió detrás de la pared, prácticamente deseando que apareciera una grieta para poder meterse.

¡Quién sabe por qué este hijo de puta Édgar vino de repente y casualmente escuchó la conversación...!

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