Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 205

Después de regresar a su casa, Doria Aparicio se acurrucó en el sofá. Estaba un poco cansada.

Claudia Freixa apareció del baño con la mascarilla.

—Ya es muy tarde. ¿Has cenado con Stefano? —le repreguntó a Doria.

Doria respondió en un tono muy cansado, —Incluso nos hemos encontrado a Édgar.

—¿Otra vez? ¡Qué casualidad! —Claudia se sentó a su lado y le preguntó sorprendida.

Doria rio vergonzosamente y no quería hablar más.

Arreglando su mascarilla, Claudia le dijo, —Qué aflictiva es la relación entre vosotros. Ni podéis ser novios, ni podéis separaros por completo. ¡Qué penado!

Doria miraba hacia adelante sin pensar nada. Tras un poco de silencio, le preguntó, —¿Cómo está Sandra?

—Según el doctor, no es muy grave. Solo le hirió su piel un poco. Le he dado los gastos medicinales y dos días de vacaciones para que pueda descansarse bien —dijo Claudia.

Doria dijo asintiendo la cabeza, —Efectivamente, debería sido asustada mucho. Mañana después del trabajo vamos a visitarla en su casa.

—Vale —respondió Claudia—. A mi juicio, hoy la madre y su hija vinieron con el propósito de provocar desórdenes. Qué desafortunadas somos. Incluso nos amenazan en nuestra tienda. Cómo se atreven a tratarnos así.

Pensando un poco, Doria dijo, —Esa chica debe ser obligada por su madre.

—Pienso igual. Qué horrible es tener una madre así —Claudia se dio la vuelta y vio que Doria estaba pasmada. Le toco por su hombro y le dijo—. Bien. Ya ha pasado. No pienses demasiado. Está bien con que solo hacemos lo correcto.

Doria dejó pensamiento y le dio una sonrisa.

—Vale, vamos a la cama.

***

Al día siguiente, cuando llegó Doria al lugar de trabajo, encontró que había mucha basura a la puerta. Olió muy mal.

Claudia había aparcado su coche. Cuando vio esta escena, no pudo controlarse e insultó, —¡Joder! ¿Quién ha hecho esto?

Aunque tampoco estaba alegre, Doria encontró la herramienta y limpió la basura.

Limpiando la basura, Claudia le dijo, —Debería ser la mujer de ayer. Parece muy feroz.

—Es posible que tenga el acto continuo. Tenemos que tener mucho cuidado estos días —dijo Doria.

—No se preocupe. Compro unas cámaras de seguridad en seguida. Así podemos ver todas partes de la tienda. Cuando venga la mujer, nos enteraremos al instante.

Hoy no vino a la tienda Sandra. Solo había Claudia y una otra chica en la tienda. Afortunadamente no pasó nada malo toda la mañana. Pero había algo diferente de lo normal.

Normalmente había mucha gente en su tienda, aunque no todos eran compradores. Esta mañana solo había muy poca gente.

No hacía falta reflexionar, y Claudia ya sabía que era por la mujer. Quería ver qué pasó pero fue impidió por Doria.

Doria le dijo, —No le hagas caso ahora. Esperamos un poco más para ver qué quiere hacer.

Claudia le dijo, —¿Acaso sospechas que...?

—Todavía no estoy muy segura. Solo me siento muy raro. Aunque la mujer quiere extorsionarnos, esa cosa sí es de nuestra tienda. No puede hacerlo sin ninguna razón —dijo Doria mirando hacia la puerta.

—Efectivamente, también me parece muy raro —consintió Claudia.

Doria dijo en paz, — Esperamos un poco más.

Después del mediodía, Doria estaba por entrar a la oficina, oyó un ruido desde la puerta.

Parecía que la mujer había cambiado de estrategia. Estaba sentada a la puerta gritando y llorando.

—Miren esta tienda maliciosa. Incluso engaña a mi hija de 17 años. ¡Cómo puede hacerlo! —gritó la mujer.

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