Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 367

En el estudio, Rivera se sentó, juntó las manos sobre la mesa.

—Dime lo que tengas que decir.

Sentado frente a él, Édgar dijo a la ligera,

—Tengo algunas preguntas sobre la transferencia del 10% de tus acciones a Doria.

Rivera dijo fríamente,

—Esto es un asunto de la familia Collazo, ¿qué tiene que ver contigo?

Los delgados labios de Édgar se torcieron y dijo lentamente,

—Verás, Doria no solo es mi ex-esposa, sino también mi novia actual, e incluso mi futura esposa. En teoría, las acciones que tenga del Grupo Collazo también están estrechamente relacionadas conmigo.

—Sí que eres un hombre de negocios. Ya estás empezando a calcular tus beneficios.

—Por supuesto —dijo Édgar—. Eres un tipo astuto. Es difícil obtener una oportunidad de aprovecharme de ti. ¿Cómo podría malgastar estar oportunidad única?

Rivera no se conmovió para nada.

—Mira, te dejaré las cosas claras. En ese momento fue la familia Santángel quien canceló una y otra vez el compromiso de las dos familias. Aunque ahora la familia Collazo no está en su momento auge, tampoco hará cosas para ponerse en humillación.

Al escuchar lo que dijo, Édgar no se sorprendió, solo dijo,

—Entiendo lo que piensas. El futuro desarrollo de la familia Collazo no tiene nada que ver conmigo, pero si quieres involucrar a Doria en la disputa del Grupo Collazo, entonces no me importará meterme en este lío.

De repente, el rostro de Rivera se veía mucho más disgustado.

La intención de Édgar estaba más clara que el agua. Si le daba ese 10% de las acciones a Doria, entonces no importaba cuál fuera el proceso, era probable que finalmente estas acciones cayeran en manos de Édgar. Rivera solo se buscaría más problemas haciendo eso.

Édgar dijo,

—Presidente Rivera, supongo que sabes bien qué hacer para minimizar la pérdida.

Después de mucho tiempo, Rivera se burló,

—Eres demasiado arrogante.

—En el mundo de los negocios solo se tiene en cuenta a los trucos, no me digas que ni siquiera comprendes esta verdad.

—Es verdad que tienes buenos trucos —Rivera se levantó y dijo con frialdad—. Pero recuerda que desde que Doria ha insistido en que forma parte de la familia Collazo y mientras que esté vivo, ¡la familia Collazo y la familia Santángel nunca tendrán la oportunidad de formar matrimonio!

Édgar estaba sentado allí, pero su expresión se volvió más fría.

Unos segundos después, dijo lentamente,

—Creo que has dicho esto demasiado pronto. En cuanto a las cosas que tengo decididas, de ninguna manera cambiaré de idea. Por lo tanto, espero que protejas bien tu vida y, a ver quién de nosotros conseguirá lo que quiere al final.

Después de que Édgar terminó de hablar, asintió levemente como saludo y se marchó.

Rivera miró su espalda, apretó los puños y los colocó pesadamente sobre el escritorio.

En ese momento, Briana Collazo entró desde afuera.

—Papá.

Rivera volvió de sus pensamientos.

—¿Lo escuchaste todo?

Briana asintió lentamente.

—Édgar es un tipo arrogante, debemos tener mucho cuidado con él.

Por lo que, si querían deshacerse de Doria, primero debían deshacerse de Édgar.

Briana pensó un rato y dijo,

—En este caso, podemos seguir colaborando con la familia Santángel, no son...

Rivera se burló y agitó las manos.

—A los Santángel ya no les queda nada, si pudieran hacerle algo a Édgar, no caerían en la situación actual.

—¿Qué plan tienes, papá?

—Últimamente, los Santángel están buscando a la madre biológica de Édgar —Rivera entrecerró los ojos diciendo—. He enviado a alguien a vigilar este asunto.

En ese momento, solo tendría que echar una mano en secreto para salir con éxito. Y después, Édgar tampoco se enteraría de que había intervenido en eso.

Briana abrió la boca como si quisiera decir algo, pero al final no habló.

Rivera la miró y luego dijo,

—Por cierto, no te juntes más con ese tal Daniel. Tiene algo que ver con lo que Doria hizo, es muy probable que sean del mismo bando.

Briana asintió con la cabeza.

—Vale.

***

En el dormitorio, desde que Édgar y Rivera entraron al estudio, Doria no pudo concentrarse, después de un tiempo, finalmente escuchó el ruido de auto que venía desde abajo.

Se paró junto a la ventana y miró hacia afuera, era Édgar quien se estaba yendo.

Doria exhaló un suspiro de alivio.

Inmediatamente, cogió el pijama y se dirigió al baño.

Después de salir de la ducha, Doria se sentó en el escritorio y continuó dibujando su diseño, pero no podía evitar poner los ojos en el teléfono.

Después de mucho tiempo, la pantalla del teléfono finalmente se encendió.

Ella rápidamente lo cogió.

—¿Ya estás en casa?

Al otro lado del teléfono, Édgar se echó a reír.

—¿Tanto me extrañas?

Doria dijo, —Deja de decir tonterías, cuéntame lo que ha pasado.

Édgar dijo lentamente,

—La razón por la que Rivera te dio el documento de transferencia de acciones es para que le sea más fácil culparte cuando el Grupo Collazo sufra algún accidente. ¿Lo sabías?

Doria asintió con la cabeza.

—Sí.

Después de salir del bufete de abogados, estuvo pensando en este tema y, después del recordatorio de Daniel, entendió toda la trampa con claridad.

Édgar se tiró de la corbata con una mano y la tiró sobre el sofá a su antojo.

—Sólo le he recordado nuestra relación. Una vez que las acciones te sean transferidas, significa que luego se convertirá en tu dote y finalmente caerá en mis manos.

Doria se quedó sin palabras. Sus quejas estaban por salir de su boca, pero no supo cómo pronunciarlas.

Ese gilipollas siempre tenía un montón de razones por decir.

Durante estos pocos segundos de silencio, Doria escuchó el roce de la ropa.

Ella no pudo evitar preguntar,

—¿Qué estás haciendo?

La voz del hombre era baja y magnética,

—Cariño, me estoy quitando la ropa mojada.

Cuando Doria escuchó su “cariño”, no pudo evitar recordar cierta escena, encima como le estaba diciendo que se estaba quitando la ropa, en su mente directamente apareció tal escena que le sonrojó.

Dijo apresuradamente,

—Pues... te dejo con lo tuyo, ¡ya hablamos!

—¿Con lo mío? —dijo Édgar—. Lo mío no es nada importante.

Doria se mordió el labio,

—¡Pues yo sí que tengo algo importante que hacer!

Dicho eso, antes de que Édgar pudiera contestar, colgó el teléfono y abrió la ventana para tomar aire frío, solo así el calor que sentía su cuerpo se calmaba gradualmente.

Se sentó en el escritorio de nuevo y sacó el documento de transferencia de acciones de su bolso.

Con lo que dijo Édgar, Rivera debería estar quitándose la idea que tenía antes, pero tampoco podía pedirle que le devolviera eso directamente.

Doria estaba pensando en cómo utilizar este documento para lograr su objetivo.

Después de un rato, respiró hondo.

«Olvídalo, esto no importa ahora, el tiempo de la competición de diseñadores se está acortando cada vez más, no puedo perder más tiempo».

Doria abrió el borrador y siguió dibujando. Estuvo hasta la medianoche con eso.

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