Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 424

Doria había creído que en contraste con antes, el Grupo Collazo no se veía demasiado afectado. Pero ahora con las palabras de Édgar, ella se enteró de que este asunto del Grupo era mucho más complicado que lo que ella había imaginado.

Parecía que el actual Grupo Collazo solo fue una empresa de existencia nominal, poseyendo nada más de una falsa apariencia.

Pensando en esto, Doria volvió a decir:

—Pero el Grupo Collazo acaba de llegar a una cooperación con William. Eso es un gran proyecto, ¿Rivera puede retirar a su gusto en cualquier momento?

Dijo Édgar:

—Para Rivera, esto ya no es tan simple como un proyecto, sino su última medida que distraernos.

Doria le preguntó:

—¿Qué quieres decir?

—Siempre que este proyecto funcione bien, nadie sospechará que el Grupo Collazo vaya a arruinarse, y Rivera también podrá aprovechar la oportunidad de esta colaboración para transferir razonablemente el capital al extranjero. Después de que se complete su plan, él podrá salir directamente. Y con respecto al resultado final de este proyecto, no le importa en absoluto.

Ella frunció el ceño.

—¿Es decir que Rivera propone quedar este lío a William?

—Más o menos.

—Y…

Notando que ella estaba pensando en algo, Édgar dijo con indiferencia:

—No te preocupes, William tiene su propio plan.

Al oír eso, Doria apretó los labios y asintió suavemente con la cabeza.

En este momento, ella se concentraba en los pensamientos y no percibió de ningún modo que la mano del hombre había levantado la parta inferior de su ropa y explorado más adentro.

—Por cierto, siempre creo que…

Cuando Doria decía algo, notó finalmente la acción de Édgar. Ella miró abajo, luego encontró con su vista y le lanzó una mirada enojada.

Édgar bajó la cabeza y dio un beso en su cuello. Su voz era profunda y ronca.

—¿Algo más?

Antes de que ella pudiera hablar de algo, sus labios fueron bloqueados.

Tras un beso que duró tiempo, Édgar le besó el entrecejo.

—No me voy a salir, así lo hablaremos mañana, ¿vale?

Doria se quedó un poco impotente.

Durante toda la noche, Édgar desahogó bien su deseo.

Y ella estaba tan cansada que se durmió entre casi un segundo.

Édgar se inclinó a besarle el entrecejo y salió del dormitorio después de arroparla.

Se quedaba en la sala de estar y llamó a Jerónimo.—Recientemente Doria vivirá aquí, pues deja que ellas se queden en casa y esperen hasta que pasen estos días.

—Sí.

Después de colgar el teléfono, Édgar miró el paisaje nocturno por la ventana. Y llevado un tiempo en silencio, llamó a Alex.

—¿Qué tal ahora?

Alex le respondió:

—Todavía no se ha resuelto el caos. Supongo que esto no quedará en paz esta noche. Pero William también es tan inteligente que pudo descubrir tal cosa e incluso adoptó medidas concretas y fuertes. Me parece que esta vez Mónica ya no podrá lidiar con eso.

Édgar dijo despacio:

—Después del accidente aéreo en aquel entonces, Rivera y Marcos los dos pudieron retomar el Grupo Collazo desde un grupo de gente que querían conseguirlo y resolver la crisis de que el Grupo estaba al borde de la quiebra, lo suficiente verse su habilitad.

—Es así. Si no hubiera sido por aquel complot de hacer 20 años, a la Familia Collazo nunca le habría pasado así ahora.

—Él fue calculado por otros porque nunca había esperado que esta persona más íntima algún día fuera a traicionarlo y hasta dejar dividir a toda su familia.

Era claro que Alex también conocía a quién se refería «él» que dijo Édgar.

Después de un rato, Alex dijo:

—Aunque ahora Rivera no está en el interior, tras regresar deberá detectar que esta cosa es algo intencional por alguien.

—Ahora es tan difícil para él proteger a sí mismo que no tiene más atención a los asuntos de la Familia Alcocer. Incluso si él investigue que sí hay problema en esto, ya será tarde.

Alex dijo:

—Ellos han tardado mucho tiempo en planear esta trampa, por fin van a cerrar la red.

Édgar volvió a preguntar:

—¿Todavía no hay la noticia de Armando?

—No. Pero encuentro una cosa muy interesante —dijo Alex—. Los hombres de Rivera siempre seguían a Alba desde unos días.

Édgar frunció levemente el ceño.

—¿Para qué?

—¡La persona que envió aquí la grabadora resulta ser la misma que antes pidió a los periodistas que entraran en la Familia Santángel! ¡Qué agresiva está! ¡Me ignora en absoluto!

Israel dijo:

—Son las cosas del pasado.

—¿Pasado? ¿Sabes de cuánta pérdida he sufrido debido a estas dos cosas? —Saúl tenía la expresión fría y horrible—Si no fuera que todavía existe la Familia Santángel, ¡el Grupo Santángel pertenecería solo a él Édgar!

Israel suspiró sin sonar.

—Édgar también es su hijo, ¿por qué usted siempre dispone de tanta hostilidad a él?

Saúl se rio fríamente.

—El que puedo controlar se equivale a mi hijo, y el que no puedo, solo puede ser el enemigo.

Israel dejó de hablar.

Una hora después, trajeron a Alba.

Ella parada ante Saúl, cuya cara estaba llena de espanto y cuyas manos se cruzaron estrechamente, quería hablar de algo, pero no pudo hacer ni un sonido.

Saúl la examinó de arriba a abajo.

—¿Eres Alba?

Ella le respondió tartamudeando:

—Sí…

Él arrojó la grabadora frente a ella.

—¿Esta es la tuya?

Alba apretando fuerte los dientes, no osó darle respuesta, y todo el cuerpo estaba temblando.

Saúl gritó seriamente:

—¿Estás sorda o muda? ¡Estoy preguntándote!

De repente Alba se cayó en el suelo por el asusto, y le respondió después de un rato:

—Sí… es la mía…

Saúl lanzó una risa fría y dio un golpe fuerte en la mesa con el sonido boom.

—¡Qué atrevida eres, incluso osas calcularme!

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO