Alba estaba muy pálida e intentaba explicar temblando los labios.
—No… no es así. Nunca he pensado de tal manera, yo solo… solo quiero…
—¿Quieres qué? —Saúl entrecerró los ojos—Creo que no te atreves a ofender a Édgar, ¡pues quieres que yo sustituya por ti a asumir esta responsabilidad!
Ella casi contenía la respiración por su tal gritar, y todo el cuerpo tiritaba fuerte, sin saber qué debería decir más.
En este momento, Israel apareció detrás de ella, y su voz mostró una tranquilidad y lentitud.
—No te temas. Hablarás después de levantarte.
Alba se quedaba atónita por un rato. Cuando giró la cabeza, sus pupilas se contrajeron aparentemente, pero sin siquiera osar moverse de ningún modo.
Israel sonrió y se agachó a tender la mano hacia ella.
Ella tenía la vista cayendo en su palma, y se levantó despacito del suelo sosteniendo tentativamente la mano solo después de vacilar por tiempo.
Al mismo tiempo, llegó la voz insatisfecha de Saúl.
—Israel, no siempre malgastes tu bondad a tales cosas innecesarias.
Israel dijo:
—Debería haber algún malentendido en este asunto. Antes hemos investigado que la persona que se metió en la Familia Santángel es un hombre, ¿no?
—¡Posiblemente es su cómplice!
Israel miró hacia Alba.
—Ahora todavía hay tiempo, pues dinos qué pasó realmente. No te preocupes, si no eres el que lo hizo, nunca te daremos ningún daño.
Alba se paraba junto a él, mordiéndose con fuerza el labio inferior. Tras un lapso largo ella dijo:
—En serio, no lo hice… ni conozco bien qué pasó…
Saúl sostenía la muleta y maldijo:
—Ahora están aquí todas las evidencias, ¡todavía estás negándolo!
Ella casi se moriría de miedo y fue escondida inconscientemente detrás de Israel. Se apresuró a dijo:
—Realmente eso no tiene que ver conmigo. Pero… conozco al hombre que buscó a los periodistas la última vez. Él siempre… siempre…
—¿Siempre qué?
—Siempre trabaja para Doria —después de decidir a mentir hasta el final, Alba se calmó un poco—. Y además, también es él quien la llevó salir de la Familia Santángel. No sé por qué ese hombre se ha convertido en mi cómplice. Posiblemente es debido a que he ofendido a Doria en este Concurso de Diseñadores, pues ella dijo a propósito así para vengarme…
Escuchando sus palabras, Saúl entrecerró los ojos y habló de nada por un momento.
En aquel día en que Doria se fue, exactamente había un hombre en el coche.
Y también investigó después, el hombre no era los subordinados de Édgar.
Si realmente fuera la verdad lo que dijo, entonces ¡sería orquestado por Doria lo que los reporteros entraron en la Familia Santángel!
Inesperadamente, ¡aquella mujer era tan calculadora que había conseguido engañar a él!
Llevado un tiempo en silencio, Saúl volvió a preguntar:
—Y ¿cómo explicas la grabadora?
Su tono perdió bastante enojo en comparación de antes.
Alba se mordió los dientes, simplemente insistiendo en mentir.
—Esta es… es de Señorita Collazo. Ella me pidió hacer así.
Saúl se puso ceñudo.
—¿Señorita Collazo? ¿Quién es?
—Es Briana, la hija de Rivera.
—¿Cómo la conoces?
Alba apretó fuerte los puños, dijo:
—Al igual que Doria, antes también fui una diseñadora de Joyería SG. En aquel entonces, Señorita Briana todavía no estuvo comprometido con el Sr. Édgar, pero ella se había enterado de que Doria fue su ex esposa. Por tanto, se acercó deliberadamente a Doria y siempre me aprovechaba a provocar problemas con Doria.
Saúl dijo:
—Y lo que sobornaste a los jueces del Concurso de Diseñadores, ¿también es la pedida de Briana?
—No, es Mónica que lo hizo.
—¿Mónica? ¿Por qué ella también se embarcó en esto?
Alba tomó un aliento profundo.
—Soy su hermano mayor.
Al oírlo, Alba se sorprendió un poco.
—¿El Sr. Édgar tiene un hermano?
Justo cuando ella acababa de decir, se detuvo la silla de ruedas.
Con la vuelta, Alba tuvo la consciencia de que se había expresado mal y dio prisa a decir:
—Lo siento, solo que no he oído decir esto antes…
Israel miraba hacia el sol que precisamente surgía en la distancia, en cuyo rostro blanco y hermoso no podía verse alguna emoción.
Ella se quedó de pie a su lado, tampoco osando hablar.
Un rato después, él dijo:
—Acabas de decir que, ¿el que llevó a Doria salir siempre trabajaba para ella?
Alba se sintió confusa por un momento, y luego asintió con la cabeza apretando fuerte su ropa.
—¿Lo conoces?
—Solo… un poco, no somos muy familiar.
—Bueno —Israel giró la cabeza a mirarla—. Deberías saber que Doria sufrió del accidente tráfico y luego aborto porque estaba en aquel coche. Y el conductor, es ese hombre.
Alba dijo de manera evasiva:
—No lo tengo muy claro.
—Eso no importa —Israel volvió a decir—. Entonces ¿me puedes decir cómo se llama el hombre, y dónde vive ahora?
Alba abrió la boca, pero finalmente no hizo sonido.
Su intuición le dijo que, si le contara todas las informaciones de José, nunca la dejaría pasar fácilmente este hombre frente a ella, quien se veía muy suave y bondadoso.
Israel dio una sonrisa.
—¿No te gustaría decirme?
Sin saber por qué, Alba sintió que un escalofrío recorría todo su cuerpo a pesar de que había salido el sol. Se apresuró a despegar los labios, contándole todo lo que sabía y las informaciones de José.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO
Quiero el finall...